lunes, 26 de septiembre de 2011

Los Dueños del Boicot

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx

Por varias razones, argumentan, el boicot contra el estado de Arizona ya se acabó. O más bien se acabó para el Consejo Nacional de La Raza (NCLR), esa dinosáurica organización al servicio del Partido Demócrata en Washington, el ejército de Estados Unidos y las compañías que quieren venderle productos a los latino en el país.

Por sus pantalones, NCLR declaró que levantaba el boicot declarado contra Arizona por cause de la nefasta ley SB1070. Así nomás. En explicación posterior, la Directora Ejecutiva de La Raza Janet Murguía aclaró, después de una tonelada de críticas, que no era que “levantaran el boicot”, sino que “dejaban de participar en él”.

Menos mal. Por un momento pensé que las luchas populares tenían dueño, como si fueran balón de fútbol, y que el dueño del balón se lo podía llevar a su casa cuando se aburriera de jugar o fuera perdiendo.

Por ahí entre la información de prensa sobre el “levantamiento del boicot se coló también la nota de que el alcalde de Phoenix, Arizona, había hecho varias llamadas diciendo más o menos que “a’i muere con el boicot y mejor hablamos de reforma migratoria”, así que La Raza feliz y contenta dijo “órale” y decidió por todos que Arizona ya no debe sufrir. Más pior, NCLR dice que ahora “ayudará al estado a recuperarse”.

“Esperamos”, termina la declaración de Murguía, “que con este cambio de táctica podamos unir a quienes apoyan la SB1070 y quienes se oponen a ella, a encontrar un campo común para avanzar en soluciones al sistema Migratorio.


En Esta Esquina….


Yo no sé de dónde NCLR saca esta idea de que puede servir de árbitro entre el Tea Party y el movimiento por la defensa de los derechos de los inmigrantes.

Para recordársela, la historia, claro, el boicot lo declararon docenas de organizaciones inmigrantes a lo largo y ancho del país, porque la Ley SB1070 tenía fuertes perfiles raciales y prácticamente establecía una ley migratoria en el estado, peor que la federal.

Para refrescársela, la historia, claro, la Ley existe y es Ley, aunque la Suprema Corte declaró nulas varias de sus peores partes, pero sigue siendo Ley, y la gobernadora Jan Brewer acaba de declarar que buscará que la Suprema Corte le levante la anulación.

Para seguírsela refrescando, la SB1070 sirvió de ejemplo para que otros estados, entre ellos Georgia, por ejemplo, aprobara leyes terribles sobre inmigración, continuando el experimento discriminatorio de Arizona.

Por si necesita que se la sigamos recordando, el boicot le costó a Arizona por lo menos unos 140 millones de dólares en productos que no se compraron, convenciones y viajes cancelados y demás, nada mal para una acción popular de miles de individuos decididos a no permitir que los traten a patadas. El boicot fue creativo, logrando por ejemplo que Manu Chao hiciera un festival para la raza (la nuestra, no La Raza de Washington) sin dejar un solo centavo de impuestos en Arizona, como parte de la llamada la Huelga de Sonido Contra Arizona.

En fin. Posiblemente en vez de seguírsela refrescando al Consejo Nacional de La Raza, debíamos acordarnos nosotros de quienes son ellos. Son la organización que tiene “conferencias nacionales” patrocinadas por el Ejército de Estados Unidos, en las que se incluyen puestos para reclutar jóvenes latinos al “Army”, y que más bien parecen fiestas comerciales en las que las compañías que quieren sacarle lana a los inmigrantes vendiéndoles en español productos elaborados por trabajadores inmigrantes miserablemente explotados en sus fábricas a salario mínimo se anuncian con bombo y platillo.

No son “la raza”. Son La Raza, los mercaderes del pueblo. Pero el boicot no es de ellos. Es nuestro.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Las matemáticas de Obama

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx



“No es guerra de clases”, dijo Barack Obama hace unos días cuando propuso al congreso de Estados unidos una reforma fiscal profunda que incluye el recorte de gastos del gobierno federal (léase recortes a los servicios sociales, básicamente), a cambio de aumentar los impuestos de los más ricos. “Tenemos una de las tasas impositivas más altas del mundo, pero que está llena de excepciones para quienes más dinero ganan”, dijo el presidente. “es una cuestión de matemáticas”.

La bronca es que quiensabe de cuáles matemáticas usa el presidente cuando propone estas cosas. Y como siempre, el diablo está en los detalles, en este caso en particular, en la palabra “ganan”.

Ganar tiene muchos posibles significados, como “ganárselo con el sudor de su frente” o “ganárselo en una rifa”. En el caso de la propuesta de impuestos de Obama, se refiere a la primera categoría, a lo que uno “gana” trabajando. Dice que mientras más gane uno, más impuestos debe pagar. Suena bien padre, ¿no? ¡Los pobres pagarían bien poquito y los archimillonarios un chorro!

Pues no.

La trampa está en que los archimillonarios “ganan” dinero con inversiones, no en salarios. Los ejecutivos con salarios más altos en el país no ganan más que unos cuantos millones de dólares al año, pero “ganan” cientos de millones por sus acciones y tranzas en la bolsa de valores y por ser dueños del 90 por ciento del planeta. Y la mayoría de las ganancias de esas inversiones están libres de impuestos o casi no pagan nada.


1 por Ciento de Un Chorro…


Para ilustrar el caso, van unos números: el texano Michael McCaul gana 140 mil dólares en salarios anuales, pero tiene una fortuna de 287 millones de dólares; Jim Renacci, de Ohio, también se embolsa 140 mil dólares al año en salarios pero tiene acumulados 35.9 millones en inversiones, casas y otras cositas. Y Richard Blumenthal, de Connecticut tiene 54.9 milloncejos.

Otro millonario, Kevin Bogardus, ganó el último año otros 140 mil dólares en salarios, pero 60 millones por inversiones en bienes raíces en California y en una compañía de sistemas de seguridad para automóviles.

Otro más, John Kerry, se vio pobre. Solamente aumentó su riqueza en 5 millones de dólares, pero es que bajó sus deudas financieras de 44 a 39 millones, así que tiene una fortuna total calculada en 232 millones de dólares, entre otras cosas gracias a su esposa, la heredera de la marca Heinz de mostazas y mayonesas.

¿Le suenan conocidos los nombres? A la mejor será porque todos son senadores o congresistas, Demócratas o Republicanos, y su trabajo es precisamente votar por propuestas como la de Obama. Nomás entre los 50 más ricos del Congreso, se echan un total de mil 600 millones de dólares en sus fortunitas personales.

En resumen, otro punto malo para don Barack, que ya olvídese de las matemáticas. Parece no saber ni la aritmética simple para saber cuántos millonarios tiene en el Congreso y que nunca jamás votarían por aumentarse los impuestos ellos solitos.

martes, 13 de septiembre de 2011

Celebrando el 11

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx

No es culpa nuestra, sino del calendario. El 11 de septiembre, cuando todo el mundo en Estados Unidos debía supuestamente haber estado guardando luto y recordando los muertos de hace diez as en las Torres Gemelas, los mexicanos andaban desfilando alegremente por las calles en todo México del Norte.

Cayó en domingo, el domingo previo a la noche del Grito de Independencia y pues ni modo, había que celebrar. Pero las celebraciones no solamente ocurrieron acá en el norte, sino también en el sur.

Culpa del calendario otra vez, pero sucede que desde marzo de este año la Cámara de Diputados aprobó que en México el 11 de septiembre fuera fecha de fiesta nacional. El acuerdo agregó la fecha a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, porque ese día el ejército nacional le puso en la torre a los españoles que trataban de re-invadir México a ocho años de firmada la Independencia.

A los exdueños del país se les ocurrió que la habían regado y patrocinaron a un grupo de aventureros que invadieron el puerto de Tampico y a los dueños reales del país no les quedó más remedio que recordarles la Madre Patria.

Curiosamente, no se dedica el día al general que dirigió a los mexicanos a esa victoria, como se hace con Zaragoza el 5 de Mayo, a la mejor porque era un cuate veracruzano de nombre Antonio López de Santa Anna, que unos añitos más tarde vendió la mitad del territorio a los gringos y ni se lo pagaron. La victoria se le atribuye a Vicente Guerrero, entonces presidente del país.

Curiosamente, también el 11 de Septiembre pero de 1855 fue cuando Santa Anna fue corrido definitivamente del país.


Recordando a todos


Pero si de recordar víctimas se trata, el 11 de Septiembre, habría que acordarse de todos, no nomás de algunos.
Para empezar, de los 40 inmigrantes indocumentados que las autoridades de Nueva York, entre ellas la alcaldía y la policía, descontaron de la cifra oficial de fallecidos en las Torres Gemelas con el ridículo argumento de que "no se pudo demostrar su existencia". No es que no se hayan encontrado sus cuerpos sino que se declaró que no se podía demostrar que vivieron porque no tenían papeles oficiales, requisito indispensable para poder reconocer que habían muerto. Es como haber dicho que los meseros y cocineros y demás trabajadores de las Torres que no tenían papeles eran fantasmas.

Para seguir, recordemos a los 3,500 hombres, mujeres y niños irlandeses asesinados por Inglaterra en 1649, en la masacre de Drogheda ordenada por Oliver Cromwell, y luego a los catalanes muertos en 1714, cuando España los conquistó.

Pa’ seguir, a los hondureños asesinados en la invasión gringa a su país en 1919, y a los palestinos de 1922, cuando Inglaterra se declaró dueña de su país.

A los del 2001 también, claro, pero a todos, y luego a los 80 que han muerto por cada uno que murió en las Torres, en Irak, Afganistán y que no tuvieron nada que ver con nada.

Y de pilón, a los miles de chilenos torturados, asesinados, arrestados y exilados por el criminal golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, cuando un general apoyado por Estados Unidos asesinó a un presidente constitucionalmente electo, argumentando que era lo mejor para su país.

Honor a todos los muertos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Tu Tío y el Mío


México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx

No es novedad en ningún lugar en Estados Unidos: una persona mete la pata un día, se echa unas copas de más y es detenida por conducir en estado de ebriedad. De que manejar briago es peligroso y erróneo, ni quien lo dude, y algún día habría que acabar con esa posibilidad, a la mejor haciendo que todos los coches prendan nomás si el conductor le sopla en un alcoholímetro integrado, como ya se hace con los borrachines consuetudinarios, o acabando de una vez por todas con el alcohol.

Pero mientras eso pasa, todos estamos en riesgo de que nuestro tío nos llame un día diciendo que lo pescaron con un trago de más y está en el tambo y se lo va a llevar La Migra. Y cuando digo todos, quiero decir todos, incluido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Eso le pasó al presi hace unos días, cuando un cuate de nombre Onyango Obama, de 67 años, en Framingham, Massachussets se pasó un alto y chocó con una patrulla… así que fue arrestado por sospechas de manejar bajo los efectos del alcohol. Tenía Seguro Social y licencia de manejo, pero también tenía una orden pendiente de deportación.

Conocido como “el Tío Omar” en el libro de Barack Obama “Memorias de mi Padre”, Obama admitió haberse echado dos chelas, fue arrestado y le pusieron un “Immigration Hold”, y cuando le preguntaron si quería hacer una llamada dijo que si, que “a la Casa Blanca”.

Es medio hermano del padre de Barack Obama y de la ahora famosa Zeituni Onyango, tía de Barack que fue descubierta viviendo en una vivienda subsidiada y quien tenía también una orden pendiente de deportación que se solucionó revisando su caso y el veredicto milagroso de que ella tenía razón y debió haber ganado su caso hace muchos años.


Los 300 Mil Tíos


El caso de Onyango cae justito en medio del anuncio de su sobrino Barack de revisar los casos de unos 300 mil inmigrantes en proceso de deportación y no deportarlos si no tienen “antecedentes penales”, es decir, que no sean asesinos, narcos, ladrones o violadores. Se oye bien bonito pero la trampa está en la declaración misma.

Onyango, y pa’l caso su hermana Zeituni resultan ser “criminales” según los estándares de la actual ley. Los dos tenían órdenes pendientes de deportación porque no se salieron del país cuando perdieron sus casos de inmigración. Pa’ pior, en algunos estados Onyango sería doblemente criminal porque además estaba manejando bajo la influencia del alcohol, y eso se considera un “delito criminal”, especialmente si se combina con la falta licencia de manejo. Pero el solo hecho de estar aquí después de habérsele ordenado salir ya lo fregó: es un “criminal”.

Y eso es muy interesante. Si Onyango fuera un inmigrante común y silvestre, la revisión de su caso sería inmediatamente negativa, por “criminal”, y tendría que ser deportado. Pero como es pariente de Barack no nos extrañaría que suceda, “milagrosamente”, que se quede porque se revise su caso de asilo y un juez por ahí diga que el primer juez se equivocó y demás, como pasó con Zeituni el año pasado.

Y esa será una prueba de fuego para la cacareada “nueva política migratoria” de Barack Obama. Si su tío es criminal, entonces todos nuestros tíos lo son, todos coludos y todos rabones, por andar tomando y manejando y por chocar contra patrullas y por tener deportaciones pendientes.

Pero si su tío se queda porque “no tiene antecedentes criminales” y se puede “revisar su caso”, entonces todos nuestros tíos debían poder quedarse, aunque no puedan hacer su “llamada a la Casa Blanca” cuando los agarre la chota…