miércoles, 3 de julio de 2013

El Rastro del Billete

México del Norte
Jorge Mújica Murias


“Follow the Money” (sigue el dinero), dicen los detectives de los programas chafas de televisión cada vez que no tienen ninguna pista para resolver un caso. Y por chafas que sean, la receta no falla. En la política gringa esto no es la excepción sino más bien la regla del juego. Y en la atrocidad que nos quieren vender como “reforma migratoria”, es más verdadero que nunca.
Empecemos a seguir el dinero. En la última sesión del Senado hubo varias propuestas de cambio que no se aprobaron porque “el arroz ya estaba cocido” con el acuerdo entre Demócratas y Republicanos de “asegurar la frontera” a base de meterle millones de dólares, pero que nos dejan ver como va a venir la discusión en la Casa de Representantes.
Entre otras cosas, se propusieron: una multa para las remesas si el que manda lana no puede probar que está aquí sin papeles;  extender la autorización de un programa que dure hasta el 2018 de “prevención del crimen en la frontera” para financiar gobiernos locales y tribales; usar las multas que paguen los indocumentados para financiar la corte migratoria, y una autorización sin restricciones para que el Departamento de Seguridad Nacional compre “todo el equipo que necesite” para asegurar la frontera.
            Para dar idea del “equipo necesario”, nomás en el Sector Yuma-Tucson de la frontera se “requieren”: 50 torres de vigilancia; 73 cámaras fijas con sistemas de vigilancia por video; 28 sistemas portátiles de vigilancia con video; 685 sensores terrestres para detección de temblores, imágenes y con capacidad infrarroja, y 22 equipos manuales portátiles para detección de imágenes térmicas y lentes para visión nocturna. Para toda la frontera, se “necesitan” 86 torres de vigilancia, 286 cámaras fijas, 232 sistemas de vigilancia móviles, 4,595 nuevos sensores, cuatro aviones no tripulados (drones), 27 nuevos helicópteros, incluidos 10 Blackhawk, y 30 navíos. Si todo eso suena como a equipo militar, es porque eso es.

Lana Sube, Lana Baja

Como quien dice, lana, lana y más lana. No asombra. De por si, los Republicanos que siempre se quejan de que "el gobierno es muy grande y hay que reducirlo", incluyeron como parte del acuerdo aumentar ese mismo gobierno en 20 mil trabajadores, agentes de la Patrulla Fronteriza, en lo cual se van a reventar 38 mil millones de dólares. Claro, los trabajos irán a comunidades en los Distritos Electorales Republicanos que se sentirán agradecidas con el congresista en turno y votarán por él en la próxima elección.
            Según reportes de El Diario de El Paso, las compañías Mobile Demand, Special Tactical Services, Pepperball, TSG, Stress Vest, la israelí RT y Academi (nuevo nombre de la empresa de seguridad privada Blackwater, responsable de docenas de asesinatos en Irak, ahora propiedad de Monsanto), ya se reunieron con la Patrulla Fronteriza, Aduanas y Protección Fronteriza, la DEA y el alcalde de El Paso para ofrecer sus servicios y concretar contratos por varios años basados en la “reforma migratoria”.
            Según la revista Forbes, los contratistas del ejército Northrop Grumman, Raytheon, Lockheed Martin, General Dynamics y Rockwell Collins dicen que como ya no hay guerra en Afganistán han perdido muchos contratos y están listos para entrarle a la frontera. Y según el periódico New York Times y la Revista “New Defense”, la propuesta del Senado “parece una lista navideña de compras de estas empresas”. La compañía alemana Heckler & Koch y la Remington Arms están listas para vender armamento y municiones, y la corporación de seguridad Chenega se apuntó ya para entrenar a los nuevos elementos de la Patrulla Fronteriza. Y el famoso muro fronterizo cuesta un promedio de 15 millones de dólares por milla, y la propuesta de “reforma” ordena construir 700 millas.
            Y muy escondido, en las páginas 218 a 220, el proyecto incluye también “fondos para las organizaciones que ayuden a los solicitantes elegibles”. Los otorga, a “las organizaciones no lucrativas comunitarias, religiosas y otras, cuyo personal demuestre capacidad y experiencia en dar servicios a inmigrantes, refugiados y asilados”, para “informarlos sobre la elegibilidad y beneficios del registro provisional de inmigración, asistirlos para solicitar el registro”, bla, bla, bla, y para “elegir a los solicitantes que sean elegibles, completar las solicitudes, completar su documentación y educarlos sobre las responsabilidades de los ciudadanos, en civismo, en inglés y ayudarlos para naturalizarse ciudadanos de Estados Unidos”.
            Ahí salta la pulga. Las organizaciones que apoyan esta “reforma” simplemente van también detrás de la lana, que “se otorgará de 2014 a 2018”.

            Pero se venden baratas. O más bien, venden baratos a los inmigrantes. Sus 30 monedas son miserables 50 millones de dólares anuales. En total, 300 millones de dólares en cinco años. Migajas, comparados con los 38 mil millones de dólares que costará “asegurar” la frontera y hacerle la vida imposible a los indocumentados.

jueves, 27 de junio de 2013

Y el Diablo Asomó la Cola…

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx

Lo más posible es que si usted lee esta columna en un periódico, ya esté un poquito atrasada. Poquito, pero las cosas en Washington suceden a una velocidad vertiginosa cuando a los políticos les da la gana. Y ahora andan con ganas.
            Hace unos días el Partido Demócrata mostró, de nuevo, que la discusión de la “reforma migratoria” no es nada más que una negociación entre ellos y los Republicanos, y que no tiene que ver nada con el bienestar de la comunidad inmigrante. Con tal de conseguir algunos votos de senadores Republicanos, aprobaron la militarización de la frontera con México. (De la de Canadá todavía nadie se acuerda, lo que me hace pensar que los “coyotes” del futuro se dedicarán a mandar gente a Canadá para que cruce caminando como Pedro por su casa…)
            La militarización viene en un acuerdo de 700 páginas llamado Corker-Hoeven, apellidos de los Republicanos que lo propusieron. Eleva el número de agentes fronterizos de 20 mil a 40 mil, manda todo el equipo militar del mundo a la frontera y termina el Muro fronterizo en más de 2 mil kilómetros. Para referencia, la única frontera del mundo con 40 mil uniformados es la de las dos Coreas, países que supuestamente están en guerra y no son “socios comerciales” y “buenos vecinos” como México y Estados Unidos.
            La ganancia es pírrica, muy parca. Aprobando la enmienda, lograron que 15 Republicanos votaran para terminar la discusión y pasar a la votación final. Para empezar, cuatro de ellos, Rubio, Flake, McCain y Graham son parte de la Pandilla de los 8 originales. Para seguir, Kelly Ayotte, Lisa Murkowski y Susan Collins ya habían manifestado su acuerdo con la propuesta desde antes.
            Luego votaron Jeff Chiesa (Nueva Jersey), Dean Heller (Nevada), Roger Wicker (Missouri), y los dos senadores de Tennessee, Alexander y Corker, más Kirk, de Illinois (el que reemplazó a Obama, graduado de la UNAM, por cierto), Orrin Hatch, de Utah, eterno apoyador de negocios y anti-trabajaro, y por supuesto Hoeven.
            Ah, y la propuesta aumenta el presupuesto de “seguridad fronteriza” de 6 mil a 20 mil millones de dólares (¿pues no que había que reducir el déficit?)

La Danza de los Millones

No es de sorprenderse tampoco. La propuesta que le agrega mil páginas a la ley esta llena de millones de dólares por todos lados. Y los senadores que la propusieron también.
            Corker recibió hace poquito un donativo electoral de 28 mil dólares de parte de Corrections Corporation of America (Corporación Correccional de América), que es la firma que maneja la mitad de las prisiones federales de Estados Unidos. Y Hoeven también recibió miles de dólares de varios contratistas del gobierno federal, especializados en materiales y armamentos, de los que se hicieron archi-millonarios en las guerras de Irak y Afganistán. Como ya no hay guerra por allá, entonces había que asegurar que hubiera alguna por acá… Como dijo el Senator Patrick Leahy acerca de la votación,”Esto parece una carta a Santa Claus de la empresa Haliburton”.
            Por cierto, la Corrections Corporation of America está basada nada menos que en Tennessee, de donde Alexander y Corker son senadores.
            Ah, y el líder Demócrata del Senado, quien logró el “acuerdo” diciendo que era “eso o no hay reforma migratoria”, es también uno de los favoritos de los donativos de la Corrections Corporation of America.
            De remate, el dinero para pagar la militarización de la frontera vendrá de los inmigrantes indocumentados. Por ahí en la página chorromil de la propuesta, dice que “el gobierno de Estados unidos confiscará los impuestos pagados al Seguro Social por los inmigrantes indocumentados entre 2004 y 2014, incluso si llegan a ser ciudadanos”. Es decir, que además de haber trabajado como burros los últimos diez años y los próximos diez, a los indocumentados de hoy que superen todos los obstáculos y se lleguen a hacer ciudadanos por allá del 2026, no les tocarán ni beneficios del Seguro Social ni jubilación.
            El botín de esta propuesta son los entre 120 y 240 mil millones de dólares que los inmigrantes han pagado al seguro Social con números falsos, y que hoy por hoy están en un “fondo en suspensión” y que son intocables porque pertenecen a esos trabajadores.
            El castigo será doble. No solamente no tendrán beneficios durante los diez años de Residencia Condicional que propone la “reforma migratoria”, sino que nunca.

            Que me explique alguien, a estas alturas, cómo puede seguir apoyando esta “reforma”.

miércoles, 12 de junio de 2013

Del ’05 al ‘13

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx



Comenzó, finalmente, la discusión en el pleno del Senado del S.744, “Ley de Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización Migratoria”. En su primera prueba, fue aceptada para discusión por una votación archimayoritaria de 82 votos contra 15, mostrando un claro apoyo del Partido Republicano.
            No es de extrañar. La mentada “reforma” comenzó a discutirse en el lado derecho del espectro político y cada “avance” la ha empujado aún más hacia ese lado. Es una ley anti-inmigrante, anti-trabajador, pro-negocios y pro-corporaciones.
            Es, además, una propuesta que establece y le da fondos a la “Polimigra”, la policía como agente de la Migra, muy cerca de lo que hicieron los Republicanos en varios estados hace un par de años. Lo dijimos en aquél entonces. Las leyes de Arizona, Georgia, Alabama y otros centros Republicanos de poder eran un experimento. Cuando les saliera bien, las iban a aplicar a nivel nacional y le iban a llamar “reforma migratoria”.
            Ya se habían tardado. Su primera intentona fue por allá a principios de los 1990’s, con la Propuesta 187 de California. La más grande, la que todo el mundo recuerda (o a la mejor no y por eso todavía hay idiotas apoyando esta “reforma), fue la HR4436, la propuesta de Jim Sensenbrenner en diciembre de 2005. Proponía un muro en la frontera con México y la criminalización de la inmigración indocumentada.
            No nos gustó, y por primera vez en la historia todos los activistas de inmigración nos pusimos de acuerdo y la derrotamos. Salimos a la calle por millones, inmigrantes, ciudadanos estadounidenses, indocumentados y sus parientes, y la Sensenbrenner se murió.
            Después la fueron aprobando poquito a poquito, parte por parte, con leyes como la del Muro de la Ignominia, por el que votaron todos los políticos que habían hablado contra ella, empezando por Hillary Clinton y Barack Obama, y luego en programas “administrativos” como el 287(g) de la Polimigra. Los combatimos todos, ganamos algunas cosillas y perdimos muchas batallas, pero no habíamos perdido la guerra.

De Sensenbrenner a Feinstein

El voto a favor de la discusión en el pleno del Senado bien puede significar perder la guerra.
            Desde que se aprobó en el Comité Judicial de esa Cámara, la propuesta ya venía mala. Ahora se pondrá peor. El apoyo Republicano tiene condiciones en varios aspectos. A saber, el control fronterizo extremo, gran oportunidad además de hacer negocio para los negociantes de armamento y tecnología militar; las ventajas para la industria carcelera, con penas de 1 y hasta 20 años de cárcel para los indocumentados reincidentes. De hecho, vale la pena preguntarse si la frontera va a estar tan segura (el requisito es un 90 por ciento de arrestos y deportaciones), entonces ¿para que quieren tanta nueva cárcel? Pero todo está sujeto a la seguridad. Según el senador de Tennessee, Lindsey Graham, “no estaría a favor de regularizar a once millones de “ilegales” sin la existencia de seguridad fronteriza”.
            La heroína del debate, hasta la fecha, es la Senadora Mazie Hirono, nacida en Japón de familia filipina y ahora representante de Hawaii (hermoso caso de cómo se mueven las familias inmigrantes). Hirono logró que se aprobaran enmiendas para pagar las multas que se cobrarán a los indocumentados en módicas mensualidades; que se mantenga unida a las familias a la hora de deportarlas, sin separar hombres y mujeres, y la creación de una ofician de Ombudsman en la Migra, para proteger los derechos de los inmigrantes en detención.
            Los Republicanos, por su parte, consiguieron la aprobación de 43 enmiendas.
            Pero las enmiendas que me aterran son las Demócratas. La Senadora de California Diane Feinstein presentó enmiendas para reforzar la vigilancia migratoria, tanto en la frontera como en el interior; millones de dólares para vigilancia de la Migra en el mar, millones más para la “Operación Stonegarden”, que extiende “las tareas de vigilancia fronteriza a las autoridades locales”, es decir la nefasta Polimigra, acompañado del “SCAAP (Programa Estatal de Asistencia Criminal)”, que ya se suponía superado. Es la ley de Arizona a nivel nacional.
            Es más, Feinstein fue la primera en proponer una enmienda, para meter en la propuesta lo que Jim Sensenbrenner no pudo lograr hace siete años: justificar la criminalización de la migración indocumentada, la cual fue aprobada.
            La verdad, no se cómo los apoyadores incondicionales del Partido Demócrata justificarán estas propuestas, y no se cómo le hacen para justificar sus desesperados esfuerzos por aprobarla a toda costa. No se tampoco si dormirán algún día con la conciencia tranquila por apoyar hoy lo que combatíamos ayer.

            Porque si algo es claro, es que esta no es la reforma por la que luchamos. Esta es la reforma en contra de la cual luchamos todos esos años.

martes, 4 de junio de 2013

¿Cuántos millones?

Mexico del Norte
Jorge Mujica Murias
jmujicam@gmail

Dicen los apoyadores a ciegas de la llamada reforma migratoria que "es una victoria" que le dará “a 11 millones de indocumentados un camino a la ciudadanía”. Olvidemos la chorrada de la ciudadanía, ya discutida y expuesta antes en México del Norte, y vámonos sobre los millones nomás.
Cuando se considere que “la frontera está segura”, un eufemismo barato porque ni siquiera dicen segura de qué o contra que, si el narco o el contrabando chino o cd’s piratas, comenzará el famosos “camino a la ciudadanía”, también eufemismo para el proceso de regularización.
Para “calificar”, como le dicen por acá, habrá que demostrar que se estaba aquí en los Unites a más tardar el 31 de diciembre del 2011. Los inmigrantes “melate”, los que se acumularon esta semana, están descalificados. Según la Migra, “la población indocumentada permanece estable”, lo cual querrá decir que por cada deportado ha entrado un nuevo indocumentado. Es decir, que un medio millón, de perdiz, queda descalificado de entrada. Y a quien le prueben que estuvo fuera después de esa fecha y que volvió a entrar, también truena.
Luego vienen los “background check”, revisiones de antecedentes penales. Hasta 1988 los “crímenes” considerados “graves” para un inmigrante eran iguales que los de cualquier gringo común y corriente, asesinato, tráfico de drogas, tráfico de armas, y demás, pero eso cambió. Hoy, un “crimen grave” es cualquier delito “agravado”, cualquier cosa que envuelva armas de fuego, drogas (hasta para consumo personal), violencia doméstica, abuso, y de remate, manejar en estado de ebriedad sin licencia de manejo y presentar declaraciones falsas de impuestos. Ahí se nos va, de perdiz, otro medio millón (o más), de supuestos futuros ciudadanos. Y que conste, los delitos pueden haber sino cometidos no solamente en Estados Unidos sino en el país de origen del inmigrante, según la propuesta del Senado.
Nomás por no dejar, y aunque un inmigrante nunca haya sido procesado legalmente, la Migra puede considerarlo “peligroso” y descalificarlo así nomás. Los tatuajes, arrestos aunque no hayan terminado en sentencia, pertenencia a pandillas y otra cositas por el estilo significan la descalificación.
Pa’ seguirle, habrá que demostrar “trabajo continuo” en Estados Unidos. Todos los que hayan sufrido la crisis económica en carne propia y se quedaron sin chamba recientemente o por períodos largos en los últimos años, no van a pasar el examen. Póngale, por ponerle, un millón.

Pobres Pero Deportados

Por cierto, eso de probar trabajo estable va a estar en chino para quienes, millones de personas, reciben dinero en efectivo en la chamba. Hay quienes no pueden probar con ningún documento que han estado trabajando, aún continuamente, en muchos lugares de trabajo con patrones que se hacen ricos robándole a los pobres.
Y eso nos lleva al picudo problema de la pobreza. Según la propuesta del Senado, los “pobres pero honrados” no caben en la supuesta legalización.
Primero hay que soltar una lana porque está uno sin papeles en Estados Unidos, y después otra porque los trámites no son gratuitos. Súmele gastos de fotografías, huellas digitales, traducciones y (ojala que no pero siempre hay víctimas), cuotas de abogados. Un cálculo aproximado viene a dar unos mil 200 dólares por persona. Ah, claro, y hay que pagar impuestos si es que no se han pagado…
El paso que sigue será demostrar que un inmigrante indocumentado gana, por lo menos, un 125 por ciento por encima del llamado “nivel de pobreza”. Los números irán así: para una persona, 14,362 dólares; para dos personas, 19,387, y para tres (digamos papá, mamá y chilpayate), 24,412 dólares.
Según las proyecciones de la oficina del Censo, un 16 por ciento de familias latinas en Estados Unidos tienen ingresos menores a los 15 mil dólares por año, y otro 15 por ciento ganan menos de 25 mil dólares; en total, prácticamente una de cada tres familias de tres personas simplemente no calificarían. Los orgullosos padres de 3 chamacos tendrán que andar por los 35 mil dólares de ingresos para calificar, y los papás de 5 tendrán que ganarse la lotería. Cabe aclarar que un salario mínimo anda por los 15 mil dólares anuales…
Necesitaríamos como tres columnas para seguir haciendo cálculos, así que mejor ahí muere. Digamos solamente que de los 11 millones, solamente podrán entrar al famoso “camino a la ciudadanía” tal vez unos 7 millones.
Y que conste, habrá que repetir el gasto, los chequeos de antecedentes penales y la prueba de “no haber estado desempleado por más de 60 días” a los seis y a los diez años.

Esta ley no trae “camino a la ciudadanía”, sino a un futuro de partirse el lomo en dos chambas de salario mínimo y sin quejarse. Y los cuatro millones que no “apliquen”, pues el camino será de vuelta a sus países de origen…

viernes, 26 de abril de 2013


México del Norte
Jorge Mújica Murias
jmujicam@gmail.com


“Terminó el Peligro”

“Terminó el peligro, terminó la pesadilla, se hizo justicia”, twiteó el Jefe de Policía de Boston para darle a conocer a la población que ya habían detenido al segundo sospechoso de los bombazos al maratón en esa ciudad.
            Después de cinco días en virtual estado de sitio en Boston, Dzhokhar Tsarnaev, de 19 años, fue capturado vivo por una amplia coalición de autoridades policíacas. Su hermano se suicidó la noche anterior a manos de las mismas fuerzas policíacas.
            No estoy seguro de que la pesadilla haya terminado con el arresto de Dzhokhar y la muerte de su hermano Tamerlan, porque me preocupó desde el momento del bombazo junto a la meta del maratón que el o los asesinos fueran inmigrantes, y que esto tendría consecuencias fatales para la discusión de la propuesta de inmigración en el Senado. Y de hecho a la Pandilla de los 8 Senadores impulsando la propuesta le preocupó por un día, pero decidieron agarrar el toro por los cuernos y enfrentar las posibles consecuencias.
            A final de cuentas parece haberles funcionado. Aunque los Tsarnaev son inmigrantes, no son árabes ni son latinos, así que la discusión puede continuar. Obviamente, si hubieran sido árabes la iniciativa de ley moriría en aras de la necesidad de re-que-te-contra reforzar la frontera y los aeropuertos, y si hubieran sido latinos la ley establecería que hay que terminar el Muro en la Frontera antes de hablar de legalización de los inmigrantes indocumentados. Chin… la iniciativa si dice eso, pero no tiene nada que ver con lo de Boston…
            Por el contrario, el más joven “era conocido en sus clases de actuación, sus cursos avanzados de Universidad y como un atleta con muchos amigos en la secundaria. Jugaba soccer cada lunes, y se drogaba bastante. Era uno de nosotros”, declaró a “Good Morning America” su amiga Sierra Schwartz.
            Con aquello de que más bien andaban buscando a “uno de los otros”, por unas horas albergué la esperanza de que encontraran, por ahí por el rumbo de la universidad de Harvard, a otro responsable de muertes, unas 100 mil sucedidas en México el sexenio pasado, pero no tuve suerte. Felipe Calderón Hinojosa no fue arrestado junto con el bombardero de Boston.

El Sospechoso no Buscado

Pero para mí que por lo menos falta echarle la policía a otro responsable de muertes por explosión. Me refiero al asesino de Mariano Saldívar, nacido en 1955 y originario de Chalchihuites, Zacatecas. Los restos mortales del mexicano fueron encontrados la noche anterior al arresto de Tsarnaev, y fueron trasladados a Dallas. No lo llevaron desde Boston, nada que ver, sino nomás de West, un pueblito de Texas fundado por inmigrantes checoslovacos, donde estalló la planta de fertilizantes West Fertilizer Co., donde trabajaba, y murió con otras 13 personas.
            Como es costumbre en estos casos, las noticias de Boston ocupaban 10 minutos en cada noticiero, y la explosión de la planta en Texas 15 segundos, y eso cuando descubrieron la explosión, como 24 horas después de ocurrida. Pasado lo de Boston, la explosión que mató a 14 personas y dejó 200 heridos en Texas cobró relevancia.
            Se aprendió entonces que la planta consiguió en 2006 un permiso para almacenar anhídrido de amoniaco, 270 toneladas de nitrato de amoniaco y 54 mil libras de nitrógeno líquido, y tuvo que conseguir el permiso por quejas sobre su pestilencia. De hecho, la multaron con 2 mil 300 dólares por no tener un plan de emergencias, y el dueño se las arregló para que la planta se consideraba como “de fertilizantes, no química”, y “sin peligro de explotar”. Tan sí había peligro de explosión que la planta voló hace una semana.
            Se aprendió también que la última inspección de la planta por parte de la Administración de Higiene y Seguridad, OSHA, se llevó a cabo en 1985, y la multaron con la tremenda suma de 30 dólares por almacenar el anhídrido de amoniaco.
            No es de extrañarse. Aunque 4,500 obreros mueren cada año en accidentes industriales, OSHA solamente tiene 550 millones de dólares de presupuesto, lo cual le alcanza para contratar un total de 2 mil 200 inspectores laborales. En corto, pueden inspeccionar cada lugar de trabajo una vez cada 129 años.
            Me vino entonces a la mente que la propuesta de ley de inmigración de la Pandilla de los 8 senadores propone gastar 3 mil millones de dólares en seguridad fronteriza, y contratar 3 mil 500 nuevos agentes para la Patrulla Fronteriza.
            Pero claro, tres maratonistas son más importantes que 4 mil 500 trabajadores, y Donald Adair, el dueño de la planta en Texas no es un terrorista inmigrante, y le basta con disculparse por las muertes que causó. No se le considera un peligro. Los peligrosos son los trabajadores internacionales tratan de de venir a buscar trabajo…

martes, 9 de abril de 2013


Huéspedes y Anfitriones




México del Norte
Jorge Mújica Murias




Es un hecho. O por lo menos eso reportan los medios de comunicación: la reforma migratoria se aprobará en breve y el presidente Barack Obama la firmará a finales del verano. La ilusión de reforma (y las noticias), vienen de un supuesto acuerdo entre la central sindical más grande del país, la AFL-CIO –Federación Americana del Trabajo- y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, en uno de uno de “los puntos más sobresalientes”, “uno de los mayores obstáculos”, el tema de los inmigrantes del futuro, de los trabajadores internacionales.
            La solución al tema: pues la misma que hace 70 años: braceros.
            Según los chismes (porque nadie se ha atrevido a publicar nada), el acuerdo se negoció ni siquiera personalmente en persona, sino en un telefonazo entre el Presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, el de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Tom Donohue, y el senador Demócrata Chuck Schumer.
            Los neo-braceros “gozarán” de “el mismo salario que se le pague a los trabajadores americanos o el salario prevalente en una industria determinada”, dicen, irán pasando “de 20 mil a 75 visas al año” y podrán venir cuando “haya escasez de trabajadores en industrias como la construcción, la hotelería y los restaurantes hasta un límite de 200 mil trabajadores en un año. El número variará de acuerdo al desempleo y la falta de trabajadores en algunos empleos”. Así se reportó en los medios, aunque con las aclaraciones de que nada está escrito en piedra y todo puede cambiar.
Según chismorrean, los neo-braceros tendrán “amplia protección, incluyendo el derecho de cambiar de trabajo, y eventualmente conseguir la residencia y hasta la ciudadanía gringa si es que la quieren”. El acuerdo de la AFL-CIO se debe a que los braceros de antes estaban sujetos a un solo patrón, y los del futuro ya no… “big deal”, como dicen por acá…
Lo que si es un “big deal”, es el cambiazo de la AFL-CIO. En junio de 2006, el año de las grandes marchas migratorias, el entonces presidente de la AFL-CIO, John Sweeney escribía: “Permitir la explotación de los trabajadores inmigrantes– en el programa Bracero de ayer o el de trabajadores huéspedes de hoy– es inmoral y alejado de loa valores a los que aspiramos en Estados Unidos. Si los patrones demuestran una necesidad real de trabajadores de fuera, las leyes de inmigración deben permitirles la entrada con todos los derechos de y protecciones de cualquier trabajador, y no tratarlos como conveniencia temporal sino como miembros completos de nuestra sociedad. Los trabajadores inmigrantes son nuestros hermanos y hermanas. Debemos apoyar al trabajador inmigrante rechazando los programas de trabajadores huéspedes…”

Trabajas y Te Vas

No le faltaba razón a Sweeney, y para muestra basta un botón. La misma semana que se anunció el acuerdo del programa de trabajadores huéspedes, un grupo de ellos se fueron a visitar, en su casa, al gran jefe de jefes de McDonald’s, Don Thompson, aquí en los suburbios de Chicago, para denunciar los abusos a que fueron sometidos en su cadena de restaurantes.
            “Vine porque había un anuncio en la Universidad Católica de Chile”, me decía uno de ellos, “para trabajar en Estados Unidos, conocer el país y ganar dinero durante tres meses en las vacaciones”. Terminó en Camp Hill, Pensilvania, con compañeros de Perú y Argentina, ganando menos del salario mínimo, trabajando apenas unas cuantas horas, pagándole a McDonald’s mil 800 dólares al mes por un sótano con tres catres, y el 6 de marzo de plano se puso en huelga.
            Venían con visas J1, de trabajadores huéspedes temporales, y a la casa de Thompson vinieron después de hacer eventos en Pittsburgh, Nueva York, Filadelfia y Washington, D.C., para entregar una petición con 100 mil firmas solicitando se les paguen sus salarios atrasados y que McDonald’s les reembolse los gastos de sus pasajes de ida y vuelta a sus países de origen.
            Quieren también “que McDonald’s ofrezca salarios dignos y trabajo de tiempo completo; que la cadena revele en dónde tiene trabajadores huéspedes y que firme un acuerdo de respeto a los trabajadores, incluyendo no vengarse de ellos si denuncian malas condiciones laborales; que el Departamento de Estado proteja a los trabajadores huéspedes del programa J1”, y de pilón que “se cree una política de protección a los trabajadores huéspedes contra las deportaciones”. Y su nieve la quieren de limón.
            Ya me imagino el nuevo programa de trabajadores huéspedes, el aprobado por la AFL-CIO y la Cámara de Comercio.
            Lo bueno, en todo caso, es que los jóvenes latinoamericanos, ante la negativa de Thompson de abrir la puerta y recibirlos, se comprometieron a organizar a los trabajadores de McDonald’s de sus países de origen. ¡Eso si me da gusto imaginarlo!

domingo, 13 de enero de 2013

Desde los Unites con Amor…


México del Norte
Jorge Mújica Murias
jmujicam@gmail.com

“La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) resaltó que durante este año, destinará 24.3 millones de pesos al programa 3 x 1 para Migrantes” dice uno de esos artículos de periódico que más parecen copia literal del comunicado de prensa oficial, “con el fin de impulsar proyectos de infraestructura en las comunidades de origen de los mexicanos que trabajan en los Estados Unidos”.
            Para aparentar que no es copia textual, el artículo luego dice que “En un comunicado, la dependencia recordó que el programa ha llegado a mil 400 localidades de 660 municipios de alta y muy alta marginación, donde se construyeron o rehabilitación de hospitales y centros de salud, así como escuelas, redes de agua potable, parques públicos, entre otras obras”.
Mil 400 es el promedio anual de obras que los gobiernos realizan con una aportación de dinero que llega desde los Estados Unidos, reunidos a través de colectas, bailes, rifas y simples cooperachas, para poder arreglar un poco el terruño.
Los migrantes ponen un dólar, y los gobiernos federal, estatal y municipal se tienen que poner con uno cada uno.
Suena muy bonito y muy patriótico, hasta que piensa uno que los únicos patriotas aquí son los migrantes que ponen su lana, porque en realidad todas esas obras de infraestructura son responsabilidad de esos gobiernos en los tres niveles, y debían realizarse sin que los migrantes tengan que ponerse con su cuerno. En otras palabras, es casi una especie de mordida para que los gobiernos hagan lo que de todas formas debían hacer.
En los más de 10 años del Programa 3 x 1, los migrantes ha financiado parcialmente “más de 14 mil obras de infraestructura y servicios”, reconoce la Sedesol. Por cierto, hay que recordar que el Programa no siempre ha sido 3 x 1, sino que comenzó en 1 x 1 y luego 2 x 1, es decir, que los migrantes pusieron hasta la mitad y una tercera parte del costo de esas 14 mil obras.

Y Por si No Alcanza…

Pero esos 24.3 millones de pesos (un poquito menos de 2 millones de dólares estos días), realmente palidecen ante la lana que los migrantes mandan a México, Solamente en noviembre del año pasado, según datos de la Fundación BBVA Bancomer, los migrantes se pusieron con 1,695 millones de dólares por concepto de remesas familiares.
Esa es la buena noticia. La mala es que la cantidad representó “una caída de 5.1% en comparación al mismo mes del año previo y una disminución de 4.6% si se compara con octubre de 2012”. Es decir, que los migrantes mandaron menos lana. De hecho, fue el quinto mes consecutivo que mandaron menos lana, y por ello, afirma BBVA Bancomer, “se dejaron de recibir en el país más de 950 millones de dólares en comparación a los datos registrados para esos mismos meses en 2011”.
Para tener un número completo de la reducción en las remesas, BBVA agrega que “El ingreso por remesas en pesos reales (descontando la inflación) que recibieron los hogares mexicanos fue 12.6% inferior a lo que obtuvieron el mismo mes del año previo”.
Pues si, así está la economía. Menos chamba en los Unites, más desempleo, más redadas de la migra, con la consecuente pérdida de empleos o por lo menos el cambio, de una fábrica a una agencia de trabajo temporal que paga la mitad de salario anterior.
Pero el punto de todo esto son otros números. Dice BBVA (y Bancomer debe saber esto con exactitud), que “la remesa promedio en dólares disminuyó en noviembre… al situarse en 300 dólares por envío, mientas que el número de transacciones aumentó, registrando 5.65 millones de operaciones”.
Ahí es donde la puerca tuerce el rabo. Cinco y medio millón de envíos costaron, por lo bajo, 55 millones de dólares, ya que las compañías remesadoras cobran un promedio de diez dólares por envío. Y a cada envío de 300 dólares, le sacan otro diez por ciento por la diferencia en el tipo de cambio.
En total, calculando unos 60 millones de transacciones al año y ganancias en cada una de 40 dólares, las remesadoras sacaron una tajada más de 2 mil 400 millones de dólares. En pesos, póngale 30 billones.
El Programa 3 x 1 debía convertirse en 10 x 3 y al revés. Diez dólares que pongan Money Gram, Western Union, Orlando Valuta y Banamex, y uno cada uno los tres niveles de gobierno para hacer su trabajo. A los migrantes, que ya los dejen de explotar…