lunes, 28 de noviembre de 2011

Los Más Pobres

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx



Al fin sucedió. Después de muchas décadas de crecimiento y desarrollo, los latinos se colocaron como el grupo étnico más pobre en Estados Unidos, por debajo de la población negra.

A primera vista y jugando con los números, se podría decir que es lógico, porque desde hace unos cinco años quedó claro que ya había más latinos que negros en el país, pero las nuevas cifras no tiene que ver con números sino con porcentajes.

Según un análisis del Brookings Institution, basado en cifras del Censo, de los 50 millones de latinos en Estados Unidos, un 28.2 por ciento están (¡estamos!) en la pobreza, comprados con un 23.4 por ciento de la población afro-americana. De hecho, el análisis aumenta considerablemente el número de latinos pobres en casi un cuarto de millón más, 742 mil para ser exactos, que la cifra oficial del gobierno, que es de “solamente 13 millones 346 mil latinos pobres.

En parte, dicen los analistas, la razón de este aumento en la pobreza Latina es “la menor participación de los inmigrantes y quienes no hablan inglés en programas de ayuda del gobierno, como la vivienda subsidiada y los cupones de comida”. De paso, agregan, los residentes de las áreas rurales y los del medio-oeste y el sur no están tan amolados debido al bajo costo de vida.

Menuda consolación, pensar que los campesinos no están tan fregados, lo cual francamente da mucho que pensar.

En general, el análisis muestra que un número récord de todos los habitantes del “país más rico del mundo” están en la pobreza, un total de 49 millones 100 mil, especialmente los mayores de 65 años “gracias” al alto costo de los gastos médicos, deducibles de los seguros de salud y el precio de las medicinas.


Los Más Soñadores


El famoso “Sueño Americano”, pues, ya nos está espantando hasta el sueño.

Y si no, échese estas otras cifras. Para el año 2042, Estados Unidos será un país de mayorías minoritarias, es decir, que los descendientes blancos de los europeos, léase gringos blancos, serán menos de la mitad de los pobladores. Y, obviamente, la minoría más grande de residentes no va a ser de negros, y chance tampoco los asiáticos, sino los latinos.

Más peor, si cabe, los datos del gobierno de Estados Unidos muestran que si estas tendencias siguen, para el año 2034 el país tendrá una tasa de desigualdad equivalente a la de México. ¿Más sencillo? Para el año 2034 Estados Unidos va a ser económicamente igual a México. De por si, ahorita Estados Unidos ya tiene una desigualdad económica equivalente a la de Pakistán e Irán.

Esto es lo que le daba pánico al tal Samuel Huntington, investigador anti inmigrante y anti latino que en 2004 publicó un libro en el que se quejaba amargamente de que los mexicanos no nos asimilábamos a la cultura gringa, manteníamos nuestro idioma y seguíamos siendo mexicanos en Estados Unidos en vez de volvernos gringos.

Y lo saco a colación porque Huntington fundó la base ideológica para los Minutemen, las ordenanzas y leyes del “English Only”, la propuesta de ley de Sensenbrenner y otra bola de burradas como las leyes de Alabama y Arizona, todas ellas encaminadas a tratar de que no seamos lo que somos.

Pero no es problema nuestro. No podemos dejar de ser lo que somos. El problema es de “ellos”, que tampoco pueden dejar de ser lo que son.

Lo malo es que en el mientras, mientras llegamos a ser la primera minoría, nos están dando hasta con la cubeta.

Un dato que deja fuera el análisis, será porque ninguno de los autores es indocumentado, es que en los últimos tres años nos han corrido a cerca de un millón de gente del país. ¿Y qué se apuesta a que la absoluta mayoría eran trabajadores?

Dicho de otro modo, nos corrieron a un millón de chambeadores, gente que se ganaba el pan para ellos y sus hijos y sus esposas y esposos.

Porque eso si, no se trata nomás de vivienda subsidiada y de cupones de comida, sino de trabajar, cosa en que somos especialistas. Haber deportado un millón de inmigrantes es haber deportado nuestra fuerza de trabajo.

Hay que parar eso, para parar nuestra pobreza. No queda de otra…

Mischievous in Alabama

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx


Every once in awhile, the movement in favor of immigrant’s right has brilliant moments.

One of them happened a week ago, with an action by four undocumented parents of as many undocumented youth, paperless each one and all of them, who made a point in defying the new Alabama HB56 Law.

They are now known as the “Alabama 13”, nine youth and four parents who misbehaved so badly and boldly that put into question not only the Alabama law but the so called “new policies on detention and deportation” of Barack Obama’s administration.

A couple of them went on and sit down inside the Capitol in Montgomery, Alabama, requesting to see one of the authors of the infamous law that makes a Migra agent out of every public employee and mandates them to ask for immigration papers to anyone “suspicious” of not having them. The other 11 sat down on the street until they also got arrested.

And that was the point. They could not fail. In theory, the police should arrest them, consider them “suspicious” of not having papers and send them to the Migra, which in turn would have to let them go according to the “new policy” because no one of them had a criminal record.

But it was not to be.

At the Court hearing alter 48 hours in jail, they were accused of “public disorder,” and the Montgomery attorney stated that they all were “legal residents,” even though their defense attorney stated very clearly that they all were in the country without papers. Montgomery’s Mayor Todd Strange stated that they had been arrested for blocking the street only, despite their claims that the police was the one blocking it.

The spokesperson of the Public Security Department, Martha Earnhardt, made it clear that la Migra had not requested them to be held in jail, despite new claims by their defense attorney, Mike Winter, that they all were undocumented. They were set free on bond.


To Win or To Win

The strategy was to win, and somehow there was not a way to lose. The state’s Republican leaders, starting with the Speaker Mike Hubbard, confusedly stated that “They got away with it. They wanted to get arrested and got their wish”.

But no. What they wanted was to defy HB56 and force the estate to enforce it and be sent to la Migra, but la Migra refused to take them in. According to the Pro Tempore President of Alabama’s Senate, Republican Del Marsh, there will not be other charges, unless they are brought up by the Attorney general Luther Strange. Hubbard insisted that “this is a country of laws” and the Alabama law is to make sure every one is here legally, while Marsh says the objective is to create jobs for citizens by prosecuting undocumented immigrants, but neither one of them make sense.

The chance of high-profile-deporting a bunch of undocumented immigrants slipped their hands. They could have, legally, sent their detainees with la Migra, but somehow they did not dare. And if they had, Obama’s administration would have been forced to set them free for not having criminal records.

In other words, the daring immigrants won. They ridiculed the law and exposed the police, the Mayor and the Attorney as not willing to enforce their own law if it means to do it under public scrutiny.

The bad example is very good. Nobody can scare people wanting to fight, as one of the detainees, mi brother Martín Unzueta wrote in a letter left as “inheritance” in case he had to write the next one from México.
The struggle, paraphrasing the old Spanish saying that “the movement shows itself by moving,” shows itself by fighting. The Alabama 13 proved again that if there’s struggle there’s hope. The whole immigration movement should take note and get on with similar actions, instead of selling out promoting again that the solution to immigration lays in electing more “good” Democrats to Congress and in “keeping the White House”

The struggle is in the streets, not in the aisles…

jueves, 17 de noviembre de 2011

Sabrosa Travesura


México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx


De rato en rato, el movimiento por los derechos de los inmigrantes tiene momentos brillantes.

Uno de ellos está sucediendo ahora, con la acción que tomaron cuatro padres indocumentados de jóvenes idem, despapelados todos, y que están despelotando la nueva Ley HB56 del estado de Alabama.

Son los “Alabama 13”, nueve jóvenes y cuatro padres de familia, que se aventaron la sabrosa travesura de desafiar no solamente a la ley de Alabama sino de plano a las famosas “nuevas disposiciones para las deportaciones de la administración de Barack Obama.

Un par de ellos fueron y sentaron en el Capitolio en Montgomery, Alabama, pidiendo ver a uno de los autores de la nefasta ley que convierte en Migra a todos los servidores públicos y los obliga a pedir papeles a cualquier “sospechoso” de no tener papeles. Los demás, pa’ no dejar, se sentaron en la calle hasta que los arrestaron.

Y ahí viene la cosa. La estrategia no podía fallar. En teoría, la policía los arrestaba, los consideraba “sospechosos” de no tener papeles y los remitía a la Migra, que tendría que dejarlos ir por no tener antecedentes penales.

Pero nada de nada.

En su audiencia en la Corte, acusados de “desorden público”, los abogados de Montgomery dijeron que eran residentes legales a pesar de que su abogado defensor insistía en que estaban en el país sin documentos. El alcalde Todd Strange dice que los arrestaron por bloquear la calle, nada más.

La vocera del Departamento de Seguridad Pública, Martha Earnhardt, aclaró que la Migra no había pedido que los retuvieran y punto, pese a que su mismo abogado defensor, Mike Winter, clamó y reclamó que todos son indocumentados. No hubo modo. Los dejaron en libertad.


Ganar o Ganar


La estrategia era ganar, y en realidad no había manera de perder. Los líderes Republicanos, empezando con el vocero de la mayoría Mike Hubbard, confusamente, declararon que “Se salieron con la suya. Querían que los arrestaran y los arrestaron”.

Pero no. Lo que querían era desafiar la Ley HB56 y obligar al estado a ejercerla y mandarlos a la Migra. Pero la Migra se rehusó. Según el Presidente Pro Tempore del Senado, el Republicano Del Marsh, no habrá acusaciones mayores a menos que los haga el Fiscal General Luther Strange. Hubbard insiste en que “este es un país de leyes” y que la ley de Alabama es para asegurarse que todos el mundo está aquí legalmente. Marsh dice que el objetivo de la ley es crear trabajaos para los ciudadanos, persiguiendo a los indocumentados. Pero entre los dos no dan una.

La oportunidad más brillante para deportar indocumentados se les fue de las manos. Podían haber mandado, legalmente, a los detenidos con la Migra pero no se aventaron. Y si se hubieran aventado, la administración de Obama tendría que dejarlos libres por so tener antecedentes criminales.

En pocas palabras, salieron ganando los aventados indocumentados que llevaron a cabo la acción. La Ley es idiótica, y ni la policía ni el Fiscal ni el Alcalde tienen ganas de cumplirla si implica una controversia.

Y el ejemplo es contundente. No se puede asustar a quien tiene ganas de pelear, como escribió uno de los detenidos, mi hermano Martín Unzueta, en una carta que dejó como “herencia” en caso de que tuviera que escribir la siguiente desde México.

La lucha (parafraseando aquello de que “el movimiento se demuestra andando”), se demuestra luchando. Los 13 de Alabama probaron otra vez que si hay lucha hay esperanza. Todo el movimiento inmigrante debía tomar nota y ponerse las pilas, en vez de andar promoviendo, de nuevo, que la solución está en elegir más Demócratas “buenos” al Congreso y mantener la Casa Blanca.

La lucha está en las calles, no en los pasillos…