lunes, 29 de agosto de 2011

Voto Ciego y Gratuito

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx


Otra vez, los mexicanos en el exterior del país fueron considerados demasiado extraños como para tratarlos como mexicanos. Es el resultado de un acuerdo del IFE, Instituto Federal Electoral hace unos días, para entregarle recursos a organizaciones no lucrativas para que promuevan el voto en las elecciones federales de 2012… siempre y cuando estén en México.

Es solamente una más en la lista de medidas restrictivas contra los mexicanos en el exterior y sus derechos políticos, y que por estar en el exterior pareciera que no son mexicanos.

La primera, muy conocida, es que no tenemos derecho a conseguir en el extranjero una credencial de elector, porque el IFE se niega a expedir credenciales fuera de los límites territoriales de la República Mexicana, haciendo de lado que para todo efecto legal los consulados y embajadas son considerados territorio nacional. El IFE bien podría poner módulos en muchos consulados y hacer ahí los trámites, elaborar las credenciales en México y entregarlas nuevamente en los consulados y embajadas. Pero no.

La segunda es que estamos obligados a decir mentiras, lo cual es delito electoral, para registrarnos en México, por lo menos los que tenemos chance de ir al terruño y volver pa’ca, porque tenemos que presentar una dirección que esté dentro de un distrito electoral en territorio nacional, y no se aceptan nuestras direcciones reales en Chicago o Nueva York.

En tercer lugar, estamos obligados a emitir un voto a ciegas, porque está terminantemente prohibido hacer ningún tipo de campaña y propaganda electoral en el extranjero, no sea que los gringos vayan a influir en los destinos del país. Me imagino que el hecho de que la DEA y la CIA operen libremente en México no influye en estos destinos, claro…

Y de remate, las organizaciones sin fines de lucro que estén fuera del país no recibirán ni uno centavo de los “apoyos económicos” de hasta 90 mil pesos, unos 8 mil dólares, que este tipo de agrupaciones recibirán en México.

En resumen, seguimos teniendo un voto amarrado, restringido, ciego y ahora hasta de a gratis y totalmente voluntario. Es decir, que quienes quieran promover el derecho y obligación de los mexicanos a votar desde el extranjero lo tendrán que hacer de manera voluntaria, en sus ratos libres y en fines de semana. Algunos activistas mexicanos califican esto de discriminación, pero yo creo que es más bien miedo.

Nos tienen miedo a los migrantes porque no nos pueden amarrar, porque no nos pueden comprar el voto con una torta o una despensa, y no pueden obligarnos a votar por fulano o zutano para registrar a nuestros niños en la escuela.

Le tienen miedo a un voto sano, abierto, con registro fácil y con información sobre los candidatos. Le tienen miedo, parece, a una cosa que se llama “democracia”…

viernes, 19 de agosto de 2011

Is It Amnesty…

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx



Immigrants without papers arrested and in process of deportation but without a criminal record would be able to stay in the country. Those two lines are the whole meaning of a change in direction of Barack Obama’s immigration policy announced this week, ordering the review, on case-by-case bases, of some 300 thousand people without immigration documents currently in the hands of government.

“From the perspective of public safety and law enforcement”, wrote homeland Security’s Janet Napolitano in a letter sent to a Group of Senator who support immigration reform, “homeland Security’s resources should focus on our highest priorities… or we will fail in our mission, will crowd immigration courts and waste resources we should be using on those individuals who are a real problem for public safety”.

Awkward wording, simply meaning ‘we should not be deporting honest workers even if they had a drink too many, and we should really go after drug dealers and rapists’.

Shame there is another document made public not so long ago announcing that Homeland Security’s goal for the year was to deport half-a-million immigrants. We would sure have liked the new letter to clearly say ‘that goal is no longer valid’. Otherwise, the contradiction will be too gross. If the goal is still valid, then detentions will keep happening at their current maddening pace, and then they will take the time to check each case to see if it was worth to detain so many people or not.

In other words, if that is the case, we are tempted to recommend all undocumented immigrants to do their best to get arrested (unless they have ‘real’ criminal records, because the new policy means they could end up getting a work permit, Social Security number and possibly their Green Cards.

To put it simple, Obama finally gave us what we have demanded for so long, a sort of amnesty, even if the path takes us first to jail.


Or Just Another Promise?


But, as all immigration activists told me when I asked them their opinion when the announcement was made, we are like Saint Thomas, who wisely said: “Seeing is Believing”.

I strongly agree. Only one organization publicly declared that “Obama Listened To Us”, when the announcement came, but what I think Obama heard was the very wide and transparent threat that “Without Legalization There Will Not Be Reelection”.

Because Obama is a politician in the middle of a campaign, and politicians in campaign measure the effects their actions will have in the next election, and Barack knows that no immigrant will give him a vote in 2012 if he keeps deporting housekeepers, nannies, aunts, uncles and cousins and workers who have been here for 20 years working from sunup to sundown, paying taxes they can claim back.

The bad part of any campaigning politician is that they promise everything just for the sake of getting votes, and then they don’t deliver. I guess no one has forgotten Obama promised “immigration reform in my first 90 days in office”, and he’s been there for about a thousand days and we did not see it. What we saw were one million people deported.

If the guy in the White House is really serious, then he would have to complement his “new immigration policy” with some actions: he has to get rid of E-Verify; he has to cancel Secure Communities; he should eliminate the 287-G Polimigra agreements, and he should stop repeating “the law is the law and we have to enforce it”.

If the takes some action, then we may do as Saint Thomas and start believing… if not, if there is nothing but a letter from Janet Napolitano to some Senators and see the Polimigra still acting, Secure Communities and other anti-immigrant programs still in place, then we will not believe and he will still lose his beautiful house in Washington in November of next year…

¿Miniamnistía?

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx


Los inmigrantes arrestados y en proceso de deportación que no tengan un expediente criminal podrían quedarse en el país. Esa frase resume de alguna manera el viraje en la política de Barack Obama para La Migra esta semana, que prácticamente ordena la revisión, uno por uno, de aproximadamente 300 mil casos de inmigrantes sin papeles en las garras del gobierno.

“Desde la perspectiva de la seguridad pública y la ejecución de la ley”, mando a decir la jefa de Seguridad Nacional Janet Napolitano a un grupo de senadores que apoyan la reforma migratoria, “los recursos de Seguridad Nacional deben enfocarse en nuestras más altas prioridades… o fallaremos en nuestra misión, atiborraremos las cortes migratorias y desperdiciaremos recursos que debíamos usar en los individuos que son un problema real para la seguridad pública”.

Entreverada la frase, pero significa que para qué agarrar trabajadores honestos aunque anden manejando con dos copas de más, cuando debían andar sobre narcos y violadores.

Lástima que había otro documento circulando por ahí no hace mucho, que establecía que la meta de Seguridad Nacional para este año era deportar a medio millón de inmigrantes. Nos hubiera gustado que la nueva carta dijera explícitamente que la meta ya no vale. De otra forma habría una contradicción muy grande. Si todavía quieren lograr su meta, entonces las detenciones seguirán al ritmo que van, a lo bestia, y después revisarán los casos uno por uno para ver si valía la pena detener o no a la persona.

Suena chistoso, porque si es así, entonces casi casi tendríamos que recomendarle a todo el mundo que ahora sise deje agarrar (a menos que tenga sus cositas pendientes con la ley), porque con la nueva política tendrían garantizado su permiso de trabajo, número de Seguro Social y posiblemente residencia legal.

Como quien dice, finalmente Obama nos estaría dando la amnistía que tanto hemos buscado, a cambio de pasar primero por alguna cárcel.


¿O Maxipromesa?


Pero como dijeron todos los activistas en favor de la inmigración con los que platiqué cuando se anunció la nueva política, “Como Santo Tomás, hasta no ver no creer…”

Y yo me sumo entusiastamente a este punto de vista. Por ahí alguna organización sacó un comunicado de prensa diciendo “Obama nos escuchó”, alabando el cambio de política, pero lo que yo creo que Obama escuchó fue la amenaza muy transparente de miles y miles de inmigrantes de que “no hay reelección sin legalización”.

Porque Obama es un político en campaña, y los políticos en campaña miden los efectos de sus acciones en la próxima votación, y Barack sabe que ningún latino y ningún inmigrante va a votar por él en 2012 si sigue deportando niñeras, tías, primos y abuelitas, y trabajadores que llevan aquí 20 años partiéndose el lomo y pagando impuestos que no pueden reclamar.

Y lo malo de todo político en campaña es que prometen todo, hasta lo que en realidad no va a hacer. Creo que a nadie se le ha olvidado que Obama prometió “reforma migratoria en sus primeros 90 días en la Casa Blanca”, y lleva casi mil días y nada de nada…

O más bien, algo de algo, porque lleva un millón de deportados…

Si el chamaco de la Casa Blanca de veras es serio, entonces tiene que complementar su “nueva política” con algunas acciones claras y concretas: tiene que eliminar la idiotez de E-Verify; tiene que cancelar la chorrada de Comunidades Seguras”; tiene que cancelar sus acuerdos de Polimigra y tiene que dejar de decir de una vez por todas que “la ley es la ley y hay que ejercerla”.

Si une las acciones a las palabras, entonces podemos empezar a hacer lo que decía Santo Tomás, a creer… si no, si se queda en las declaraciones y continúa la Polimigra, Comunidades Seguras y sus otros programas contra la comunidad inmigrante, entonces no vamos a creerle nada y de todas formas perderá su banca casita en Washington en noviembre del próximo año…

lunes, 8 de agosto de 2011

Hijo de Tigre…

México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx

Gracias a todos los que ya sabían y me lo hicieron saber.
Mi padre, Emilio Mújica Montoya, falleció el 7 de agosto en la mañana.
No. Obviamente no estuve con él ni pude escuchar sus últimas palabras ni todas esas cosas que se supone que hay que hacer cuando muere un padre. El pasaje a la Ciudad de México el mismo día costaba más de 2 mil 700 dólares, y ese sí que es un cañonazo que nadie puede resistir.
Emilio Mújica Montoya nació el 23 de mayo de 1926, de un padre migrante (él decía que español porque lo cachó un día gritando “rediéz” cuando se cortó con la navaja de rasurar, aunque tenía un acta de nacimiento mexicana que decía que nació en Rosarito, Sonora. Igual, tenía otra acta diciendo que había nacido en Veracruz. Migrante, pues, cuyo único interés era mostrar que no era inmigrante, sino mexicano.
El abuelo murió pobre, dando clase del inglés que aprendió en Los Angeles, cuando andaba con Flores Magón en el partido Liberal Mexicano.
Mi padre nació en una vecindad de la colonia Guerrero, donde hoy está la estación del Metro del mismo nombre. Estudió de noche, porque de día trabajaba en Aguas y Saneamiento desde los 16 años y mantenía a los hermanos más chicos mientras mi abuelo organizaba obreros textiles en Atlixco, Puebla.
De ahí pasó a otros diez años trabajados en el sector público mientras estudiaba en la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, después fue su director, y finalmente fue candidato a Rector de la UNAM, puesto que perdió ante Pablo González Casanova. Lo acusaron de “propiciar’ el movimiento estudiantil de 1968, y el asesino Luís Echeverría Álvarez lo puso en las listas negras.
Se jubiló por ahí de los 46 años, después de 30 de trabajar en el gobierno, y a los seis meses se volvió loco porque necesitaba “hacer algo útil”, y entró como asesor de varias secretarías de estado.
Trabajó en Ferrocarriles Nacionales y propuso lo que hoy es apenas una realidad, una línea doble de trenes por el Istmo de Tehuantepec que le hiciera la competencia al Canal de Panamá, y fue director del Metro de la Ciudad de México.

Pintito Ausente…

Mi papá llegó a ser Secretario de Comunicaciones y Transportes con López Portillo, y dice la leyenda que rechazó ser “el tapado”, a propuesta del presidente, cuando “el tapado” era el seguro próximo presidente porque “Está usted loco, licenciado”, le dijo, “Primero me matan los gringos y además no me interesa la política, lo mío es la economía”.
Políticamente “desechado”, aceptó la embajada en Costa Rica después de rechazar la oferta de Miguel de la Madrid de ser embajador en Alemania, porque, según contaba entre risas, “no tengo espalda de acordeón para hacerle reverencias a todos los imbéciles que hacen política internacional”.
Murió medio pobre, por honesto. Andaba vendiendo algunos cuadros que le regalaron algunos pintores famosos para poder mantenerse, porque “no tengo cuentas de dólares en el extranjero como el resto del gabinete”, nos dijo alguna vez. Me regaló un sombrero Stetson la última vez que lo vi.
Pero esta columna no es de él sino que es mía.
No estuve con él cuando falleció, ni pude llegar a su funeral. Si acaso, dos días después, a compartir con mis hermanos, mi familia, algunos relatos de mi papá.
Y ese es el punto. Yo soy uno de los afortunados que, aunque tarde, pidiendo lana prestada, puedo ir a acompañar a mi familia en una desgracia así.
¿Y qué tal los demás? ¿Qué pasa con los miles de paisanos que llevan acá 15 y 20 años, y no han podido ir a México? ¿Y qué pasa con aquellos cuyos padres y madres fallecieron y nunca pudieron ya no digamos llegar sino ir aunque fuera tarde? ¿Aunque fuera al otro día o una semana después?
Al hablar de la “separación de las familias de los inmigrantes”, también hablamos de esto, de los hijos que ya nunca pudieron ver a sus padres.
Vaya entonces esta columna como saludo no solamente a mi padre, sino a los miles de padres de hijos e hijas ausentes que no pudieron ni podrán, por un problema administrativo, de un estúpido papel migratorio, ver a sus familiares en tiempos de desgracia.
En medio de eso, me pregunto ¿dónde andaba Barack Obama cuando murieron su papá y su mamá?