jueves, 23 de febrero de 2012

De Polimigra a Polipeor…

México del Norte

Jorge Mújica Murias

mexicodelnorte@yahoo.com.mx

Esta no es una columna “contra Barack Obama”. Necesito dejarlo claro porque algún lector se me quejó por ahí de que “yo siempre escribo “en contra del Presidente”.

La bronca es que cuando uno escribe sobre la realidad, la política y la política de actualidad mezclada con la inmigración, por donde quiera que sea las cosas salen como salen y prácticamente siempre salen mal. No soy yo, es la realidad real.

Veamos por ejemplo el último anuncio de Barack Obama sobre sus políticas de inmigración: “Desaparecerá el Programa 287(g)”, que algunos dicen que es una “buena noticia”.

Como eso de andar usando números a alguna gente la confunde, traduciremos que el Programa 287(g) es lo que nosotros hemos apodado la Polimigra, un apodo que nación en esta columna de México del Norte y se popularizó en todo el país en los últimos años.

El Programa de la Polimigra nació en realidad en la época de George Bush como presidente, pero la administración de Barack Obama lo mantuvo vivo y de hecho hasta lo acrecentó un poco. De hecho, fue la primera forma que encontró para deportar un número récord de inmigrantes de los Estados Unidos en sus primeros dos años de gobierno.

La Polimigra estaba diseñado para entrenar policías locales como agentes auxiliares de la Migra, para que “supieran” cuando una persona detenida por cualquier motivo posiblemente no tenía papeles de inmigración, y entonces reportarlos a la Migra. Parte de los Polimigras eran los trabajadores de las prisiones del país, que le agregaron a sus tareas checar los expedientes de la gente que tenían en custodia esperando juicios civiles, para reportarlos a la Migra.

Pero este año, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que no van a firmar nuevos contratos de Polimigra, y que le darán fin al Programa 287(g) por ser “poco productivo”. Terminará en noviembre, cuando terminan los programas de capacitación de Polimigras que están en funcionamiento. Bush le heredó a Obama 60 contratos de Polimigra firmados entre la Migra y departamentos locales de Policía, y ahora hay 68.

La eliminación del programa le ahorrará al país 17 millones de dólares.


…A Polipeor!


A estas lecturas se preguntará el lector ¿dónde está lo malo? Es decir, ¿qué puede haber de malo en eliminar un programa que además de gandalla probó justificar por todos lados el perfilamiento racial de los latinos, como en el caso del Sheriff Joe Arpaio de Arizona y otros changos similares que lo usaron para justificar su racismo?

Más aún, según un estudio del año pasado del Instituto de Políticas Migratorias, el Programa de la Polimigra había “desatado el miedo y la desconfianza hacia las autoridades” locales que firmaban con la Migra.

Mejor aún, ¿que puede haber de malo en terminar un programa terrorista de gobierno?

Lo malo está en que los ahorros se van a dedicar a un programa peor, uno de los favoritos de Barack Obama, el de Comunidades Seguras.

“Comunidades Seguras es un programa más consistente, más eficiente y más efectivo para identificar y remover criminales y otros extranjeros”, dice Seguridad Nacional.

En otras palabras, la administración de Obama le confiará más a las computadoras que analizan huellas digitales que a los policías de la calle, porque así puede agarrar más gente para deportarla en todas las cárceles y estaciones de policía del país en vez de solamente 68 lugares.

Es la Polimigra en esteroides, manejada por computadora. Cada vez que una persona es detenida por cualquier cosa se checan sus huellas digitales y listo. La Migra hace todo el trabajo y no tiene que hacer “contratos” ni entrenar a nadie.

En corto, la buena noticia es bastante mala. En primer lugar, no desaparece la Polimigra hasta noviembre, después de las elecciones, lo cual ya da mala espina de por sí. Parece ser otra de esas jugadas para ganarse el voto latino con una mentirota de las que acostumbra.

En segundo lugar, sustituye a los policías, que a veces cumplían y a veces no, con un eficiente programa de computadora.

Luego por eso me dicen que mi columna “habla mal de Obama”. Y por eso yo digo que no, que él solito se mete en broncas. Yo nomás las explico para no irse con la finta…

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