miércoles, 9 de febrero de 2011

Sombrerudos al Volante



(Exclusivo para "La Raza")
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx


Sombrerudos al Volante

Nunca he podido manejar con sombrero, pero miles de paisanos se las arreglan para caber entre el asiento y el techo del coche con ese atuendo que prueba su mexicanidad. Nomás que aquí, y particularmente en los suburbios, es como traer un letrero que dice “sospechoso” a los ojos de muchas policías.

Allá por 1994, una demanda legal paró en seco una cosa llamada la “Operación Valkiria” de la Policía de Illinois de parar a todos los que manejaran con sombrero, bajo la idea de que era más probable que hubieran cometido algún delito. La ocurrencia venía del sesudo estudio de un tal John J. Donohue, profesor de Derecho de la Universidad de Stanford, que decía, literalmente, que “las actividades de narcotráfico en Illinois se relacionan con ser hispano”, porque “como los negros y los hispanos tienen menos educación, más desempleo y trabajan desproporcionadamente en los trabajos peor pagados, la atracción de las drogas es mayor para esta clase de trabajadores”. Eso “justificaba” detener a los sombrerudos.


El juez del caso declaró que eso era perfilamiento racial, y ordenó a la Policía de Illinois que recabara datos del origen étnico cada vez que pararan a un conductor. Diez y seis años después, los números demuestran que el perfilamiento continúa. Y Cristóbal Cavazos, de la Red de Solidaridad Migrante de DuPage, Rita González, Comisionada del Condado, y la diácono Lupe Villarreal están confrontando con los números al Alguacil Zaruba. Las cifras del Departamento de Transportación de Illinois dicen que en Naperville, con un 20 por ciento de residentes latinos, un 28 por ciento de los conductores detenidos son latinos.


Addison no se queda atrás. Tiene un 20 por ciento de residentes latinos pero el 28 por ciento de los conductores detenidos. Bloomingdale está peor. Con 19 por ciento de residentes, tiene un 29 por ciento de conductores detenidos. Pero Villa Park se la gana. Su 19 por ciento de residentes latinos se lleva el 34 por ciento de las detenciones.


El problema empeora y se compone cuando, después de detenerlos, la policía quiere revisarles los coches para buscar “indicios de algún crimen”. En Carol Stream, de 46 búsquedas en coches de latinos, se encontraron 4 culpables de algo; en Addison, de 61 búsquedas, solamente 6 dieron resultado. Addison también tiene un resultado por cada diez búsquedas, 8 de 88 casos. En Warrenville baja a dos resultados en 14 búsquedas. Pero en Bloomingdale, ninguna de 4 búsquedas dio resultados criminales, idéntico que en Villa Park.


Curiosamente, de las 63 búsquedas en automóviles de conductores blancos en Addison, 12 dieron resultado, un 25 por ciento, y en Warrenville el porcentaje fue de 15 por ciento.


En todo el condado de DuPage hay una sola cifra rara. La policía de West Chicago “perfila” blancos en vez de latinos. Con 50 por ciento de residentes latinos, solamente detuvo un 42 por ciento de conductores de este grupo étnico. Obviamente aprendió de los números de los otros suburbios, y saca más lana de multas y detiene más criminales usando una cosa llamada “sentido común”.

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