México
del Norte
De
Las Sombras…
Para el momento en que se publique esta
columna miles, decenas de miles y posiblemente hasta cientos de miles de
jóvenes en Estados Unidos estarán juntando una bola de papeles para tratar de
cumplir con una parte del “Sueño Americano”, palabrejas que significa vivir con
más o menos cierta tranquilidad.
Son
los jóvenes que podrían acogerse (sin albur), a la llamada “Acción Diferida”
proferida por el régimen de Barack Obama para aplacar la furia de la comunidad
inmigrante después de superar los récords de más deportaciones en la historia
del país.
La
Acción Diferida es, dicen sus apoyadores, una medida que “permitirá a 1.4
millones de inmigrantes indocumentados a vivir en Estados Unidos sin miedo a
ser deportados por dos años”. En particular el ex crítico de Obama, Congresista
Luis Gutiérrez ,
dice que “Es un proceso temporal que dura dos años, pero una vez que se inicia
es irreversible.
“La
Acción Diferida es un logro de los Jóvenes sin documentos que tenían ocupadas
cinco oficinas de campaña de Obama antes del 15 de Junio, e iban por 5 más”,
dice mi hermano Martín Unzueta. “Ellos (los jóvenes) van a ser los que puedan
dar el impulso necesario para la reforma migratoria que los padres
necesitamos”.
Está
dirigido a los menores de 30 años que hayan entrado al país antes de cumplir
los 16, que hayan vivido aquí continuamente los últimos 5 años (nada de
vacaciones en México y volver a entrar, nada de cuates con visa de turista que
hayan entrado y salido del 2007 para acá), que estén actualmente en la escuela
o se hayan graduado de secundaria (por lo menos) o hayan sido dados de alta con
honores como veteranos de la Guardia Costera o el Ejército de Estados Unidos,
que no hayan cometido un crimen, un delito menor, varios delitos menores o que
sean un riesgo para la seguridad nacional o la seguridad pública, que completen
un chequeo de antecedentes penales, y si
tienen una orden de deportación, que sean mayores de 15 años.
…Al
Brutal Rayo del Sol
Y ahí mismo, en los requisitos y en el
alcance de la acción, está la trampa.
Para
mí, no es problema de “quién la ganó”, sino de la calidad de lo obtenido. Se
“ganan”, si la solicitud se aprueba, dos años de permiso de trabajo y seguramente
una licencia de manejo. Al decir de sus críticos, entre ellos algunas
organizaciones de jóvenes indocumentados, “La administración lo está anunciando
como una forma de alivio, pero la Acción Diferida es una herramienta en CONTRA
de las personas, y no una política en su FAVOR. Esto no termina con la amenaza
de las deportaciones, no ofrece ningún tipo de estatus o seguridad contra la
represión,… (pero) sí se les pide a la gente que voluntariamente se entregue a
las autoridades, quedando en sus manos y a criterio del Departamento de
Seguridad Nacional, que ya ha demostrado que arrestar, encarcelar, y deportar a
la mayor cantidad posible de gente es la prioridad de la administración de
Obama. Es”, continúan los jóvenes, “el más reciente intento de la
administración de Obama de hacer falsas promesas a los inmigrantes, mientras
amplía la ejecución de arrestos y deportaciones, alimentando con más personas
la boca del Departamento de Seguridad Nacional e incrementando la criminalización
de los inmigrantes. ¡Esta es una manera de sacar provecho de los inmigrantes
para obtener beneficios políticos!”.
Los
reglamentos mismos descalifican a quienes “hayan sido sentenciados por un
crimen, un crimen ‘significativo’, tres o más delitos menores, incluyendo
manejar borracho sin licencia, asaltos, robo, entrada forzada a una vivienda o
violencia doméstica”, agrega Domenic Powell, miembro del grupo DreamActivist.org,
y “no es difícil para un joven cometer alguno de estos errores que todo el
mundo comete”. Lo refuerza el abogado del Proyecto de Derechos Inmigrantes
Joseph Weiner, especialmente “los delitos relacionados con drogas y posesión de
instrumentos para drogarse. “Los jóvenes son jóvenes y experimentan con
drogas”.
El
servicio de Inmigración y Ciudadanía, que manejará el proyecto, calcula que
posiblemente 890 mil inmigrantes serán elegibles para “evitar la deportación”,
y que 151 mil “serán rechazados como inelegibles”.
En
palabras de Nancy Coolidge, analista política y legislativa de la Universidad
de California, “esto tiene sentido para un estudiante que ya esté en proceso de
deportación, pero para otros, revelar quienes son y decir en dónde están y lo
que están haciendo puede tener consecuencias muy diferentes”.
Buena
suerte a quienes decidan “salir de las sombras” con esta oferta. Nomás
acuérdense que después no podrán tapar el Sol con un dedo…
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