miércoles, 29 de agosto de 2012

De Leyes y de Inmigrantes


México del Norte
Jorge Mújica Murias

Conforme avanza el proceso electoral en Estados Unidos, avanzan también las definiciones sobre la inmigración en el país. Esta semana, durante la Convención Nacional Republicana, se oyeron algunas frases sobre el tema, la mayoría simplemente rolleras que no pasarán a la historia, y una, una sola, que me llamó la atención.
            Abrió el fuego Rick Santorum, ex Senador de Pennsylvania, recordando que es nieto de un “inmigrante que no vino aquí (en 1923) buscando beneficios sociales del gobierno (obviamente porque en aquellos tiempos no los había ni para los ciudadanos)”, y acusando a Barack Obama de “rehusarse a aplicar la Ley de Inmigración como si estuviera por encima de la legalidad”.
            Lo siguió Sharon Day, Co-Presidenta del Comité Nacional Republicano, acusando a Obama de haber “cambiado las leyes de inmigración”, sin duda refiriéndose a las políticas (ninguna promulgada por Obama sino por Janet Napolitano, jefa de la Secretaría de Seguridad Nacional), sobre los criterios de deportación y la famosa “acción diferida” para los jóvenes.
            Pavoneándose por “haber aprobado la ley más nueva contra la inmigración ilegal”, la Gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, dijo que “el presidente ha fallado en asegurar nuestras fronteras de manera efectiva”, así que “los estados tienen que hacerlo”. Habría que recordarle a Haley que su estado no tiene fronteras internacionales, sino solamente con Carolina del Norte, Georgia y el Atlántico.
            Por ahí se coló el Alcalde de Tampa, Bob Buckhorn, recordándole a todo el mundo que Estados Unidos fue hecho “por gente que trabajaba duro y tenía grandes sueños; familias inmigrantes de Alemania, España, Italia y Cuba”. Para don Buckhorn no hay ni ha habido inmigrantes polacos, ingleses, irlandeses ni mexicanos en la historia gringa, parece.
            Luego vino la frase esa que me sonó, de labios del Senador Marco Rubio, desafiando a los Republicanos a “no ser el partido anti-inmigración ilegal”, sino “pro-inmigración legal” y, reconociendo que eso es un desafío, les recordó que “esta es una nación de inmigrantes, pero también de leyes”.

El Huevo o La Gallina

Me sonó la frasecita porque se la escuché a otro político, a Barack Obama, el 15 de Junio de este año, explicando DACA, el programa de “Acción Diferida”, conocido también como “Deportación Diferida” por los activistas cuerdos de inmigración. Dijo que “Siempre nos ha fortalecido ser una nación de inmigrantes y una nación de leyes”. Luego la publicó en su columna de la revista Time Ideas, diciendo que su medida “mantiene nuestra herencia como una nación de leyes y una nación de inmigrantes”.
            Y la usó antes, el 23 de Abril del 2010, comentando la Ley de Inmigración de Arizona, la que legaliza el perfilamiento racial.
            Pero antes se la escuché a Elton Gallegly, jefazo Republicano del Subcomité de Política Migratoria de la Casa de Representantes, el año pasado. Según Gallegly “vamos a seguir viendo estudios que dicen que todos los nuevos trabajos se van para trabajadores inmigrantes”. Como eso no le hace gracia, recalcó que “Soy un fuerte partidario de la inmigración legal y fuerte enemigo de la inmigración ilegal”, porque “somos una nación de inmigrantes, pero también una nación de leyes”.
            Capaz se la copió a Ken Mehlman, ideólogo Republicano quien llamaba en 2007 a su partido a tener una plataforma “inclusiva”, de aceptación a los inmigrantes, que “mantuviera a Estados Unidos como una nación de leyes y una nación de inmigrantes”. Y chance los dos se la copiaron a George Bush, quien la usa en su libro “Puntos Decisivos”, recordando sus varios discursos con la frasecita durante las marchas de la Primavera del Inmigrante de 2006. La usó en su mensaje radial del 27 de marzo, dos días después de que en Los Ángeles marcharan un millón de inmigrantes, y el 15 de mayo, después de que 5 millones de inmigrantes marcharan en un centenar de ciudades. Dijo que “somos una nación de leyes y debemos ejercerlas. Y somos también una nación de inmigrantes y debemos mantener esa tradición”.
            Pero todos se la copiaron a Bill Clinton. Está en su libro “Entre la Esperanza y la Historia”, publicado en Enero de 1996, porque la usó al proponer la Ley de Inmigración de 1995: “Somos una nación de inmigrantes. Pero también somos una nación de leyes. Está mal que una nación de inmigrantes permita que sus leyes de inmigración sean ignoradas y debemos parar ese abuso”. La Ley creó la Operación Guardián, las redadas y las actuales políticas migratorias de deportación, y la prohibición de contratar inmigrantes indocumentados.
            Pero no importa quien la haya inventado. El caso es que la usan Republicanos y Demócratas por igual. Y es que sobre la inmigración, la cosa es así. Es lo mismo Demócrata que Republicano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario