México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Sucedió hace unos días, en uno de esos estados que antes eran nuestros y que está lleno de paisanos, Nuevo México. Una política local le dijo a otra “La Mexicana”, y después dijo que “no tenía intención de insultarla”.
Pero a “la mexicana’ si le pareció insulto, y puso el grito en el cielo. Y a otra “mexicana” que estuvo en medio del debate, le pareció igual de insultante que le dijeran que “estaba acarreando agua mexicana para el cuarto piso”.
El caso es curioso a más no poder, porque la primera política, la que soltó el epíteto de “mexicana” resulta ser la Representante Estatal Demócrata Sheryl Williams Stapleton, quien a pesar del tremendamente blanco nombre que porta, aún más curiosamente se autodescribe como “mitad negra y mitad hispana”. Por lo menos eso le dijo al periódico El Paso Times, justificando entonces que sus exclamaciones no pueden ser racistas.
Las insultadas son la Representante Estatal Nora Espinoza, y ni más ni menos que la primera gobernadora de un estado en Estados Unidos de ascendencia mexicana, la Republicana Susana Martínez, cuyos padres son oriundos de México.
La referencia de “llevar agua mexicana al cuarto piso” se refiere, una de dos, a que Espinoza anda de mandilona de Susana llevándole botellas de agua a la oficina, o simplemente a que su ascendencia tiene connotaciones políticas de algún terrible complot mexicano para apoderarse de Nuevo México o algo así. A la mejor es la segunda, porque a muchos blancos, aunque sean “negros-latinos” y Demócratas como Williams Stapleton, parece que les cuesta trabajo asimilar que el 46 por ciento de los pobladores de Nuevo México son latinos.
Martínez dijo que los comentarios de Williams Stapleton le parecían “tristes y desilusionantes” y ahí paró la cosa. La bronca de fondo, parece ser, es que la “negra-latina” Demócrata no aprueba los planes de reforma escolar de “la mexicana”.
Y El Mexicano
Todo esto me recordó a un personaje histórico, al menos en Estados Unidos, inmigrante nacido en México pero nunca reconocido por nuestro país ni por nosotros.
Se llamaba George, o Jorge, en caso de que hubiera actas de nacimiento en la Colonia Dublán, Galeana, en Chihuahua en 1907. Vivió poco allá, para el 1912, unos cuates llamados Pascual Orozco y José Inés Salazar le hicieron la vida de cuadritos a los colonos. Su familia jaló pa’l norte. En sus memorias, George se autodescribe como parte de “las primeras personas desplazadas del Siglo XX”.
Ya en gringolandia, en Los Ángeles para ser precisos, al chamaco le apodaban en la escuela “El Mex”.
Creció pobre, porque su padre era buen carpintero de la construcción pero malo para los negocios, y dos veces quebró por completo, pero era bien abusado y se metió en negocios con más suerte que su ‘apá, y luego en política.
Durante la Segunda Guerra Mundial, llegó a ser jefazo del Consejo de la Victoria de Detroit, Michigan, organizaciones creadas para aumentar la producción para satisfacer las necesidades de la guerra, y prácticamente le tocó resolver los levantamientos raciales de 1943 en esa ciudad, debidos a la discriminación contra los obreros negros que reemplazaban a los obreros blancos que andaban de soldados en Europa, consiguiéndoles vivienda subsidiada cerca de la planta de la Ford.
Para el 1950, como miembro del Consejo Ciudadano de Planeación de Vivienda, George criticó la segregación racial y agarró prestigio por su “ardiente personalidad”. Se lo jalaron como asesor de la AMC, American Motors Company, y en 1954 cuando al gerente se enfermó gravemente, lo pusieron en su puesto. Se redujo un 35 por ciento de salario, armó excelentes relaciones con el sindicato, armó un reparto de utilidades y apoyó la Ley Estatal de Trabajo.
En 1962 se le ocurrió lanzarse para Presidente de Estados Unidos. Le llamaron “Chihuahua George” y perdió las primarias Republicanas contra Richard Nixon.
Se apellidaba Romney, y por ahí en algún momento nació su hijo, Mitt.
Nomás que el hijito, el mexicanito, no se acuerdo de su papá y odia a los mexicanos. Capaz México debía darle un homenaje a “el Mex”, a “Chihuahua George”, algún premio Othli póstumo. Con el ánimo anti-mexicano de los políticos de hoy día, Demócratas y Republicanos, o Mitt Romney no llega ni a la esquina en estas elecciones, o nos damos el lujo de rebote de tener al primer Presidente “México-Americano” de Estados Unidos…
jueves, 29 de diciembre de 2011
jueves, 22 de diciembre de 2011
Nuestros Otros Estados
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Con la novedad de que los latinos (cualquier cosa que eso signifique), parece que además de reclamar todos los estados que nos volaron los gringos hace un siglo y medio, parte todos de México, podemos reclamar algunos que nadie pensaba que tenían que ver con nuestra historia.
Según una reciente publicación científica, por allá por las montañas de Georgia hay un sitio arqueológico denominado, a falta de mejor nombre, como “9UN367”. Está cerquita de un lugar en medio de la nada denominado Track Rock Gap, por una montaña de apellido Brasstown Bald.
Hasta ahí nada indicaría que nosotros tenemos nada que ver con el lugar ni sus piedras ni nada. La descripción es de un sitio que mide como media milla cuadrada y tiene terrazas que se elevan más de 200 metros sobre la superficie, con 154 muros de contención y un sofisticado sistema de irrigación.
Imagínese la imagen nuestro lector, si cabe la redundancia. Unos 800 metros de construcción con más de 150 muros de terrazas para la agricultura. ¿Suena familiar? Pregunto porque a mí se me figura como una de esas estructuras llamadas “prehispánicas” regadas por México y América Central donde, a falta de valles, se cultivaban los cerros. Por obviedad, hay que mencionar que ningún grupo de habitantes conocidos del área construyó algo que se le parezca. Es más, la llamada Banda de Cherokees del Este lo considera un sitio sagrado y lo ocuparon durante algunos siglos, pero no antes de 1793.
El sitio está registrado desde 1715, cuando un judío de apellido Liube grabó su nombre en una roca en Track Rock Gap, y hay expedientes de principios de los 1800’s de “cientos de rocas y ruinas en la ladera de una colina, parecidas a muros de fuertes y de forma circular”. De hecho, los mismos expedientes reportan que los indios Cherokee del área negaron haberlos construido.
Según dicen, con ganas de asignarle un nombre, el lugar es posiblemente la mítica ciudad de Yupaha, que el explorador español Hernando de Soto buscó como loco por allá en 1540 y nunca pudo encontrar.
Boshitos del Norte
Y resulta que esta construcción no es única. Hay ruinas parecidas en Tennessee, Carolina del Sur y el oeste de Carolina del Norte.
Estos son los estados a los que me refiero en el título de esta columna, porque según todos los indicios arqueológicos de los últimos diez años, las ruinas son Maya.
Si, Maya como los Mayas de México y América Central, esos que misteriosamente desaparecieron hace unos cuantos miles de años y dejaron restos de una avanzadísima civilización.
Para empezar, el primer nombre registrado en los mapas europeos del lugar es Itsate, como se llamaban los Maya a sí mismos. Brutos como siempre, cuando los inmigrantes protestantes llegaron al lugar, por allá por 1820, adaptaron el nombre de la aldea Cherokee Itsa-ye, como “Itsaye”, que significa “latón” (“brass”), y le pusieron Brasstown. Itsa-ye, en Maya, significa “El Lugar de los Maya”. Y hay varios pueblos del mismo nombre en Tennessee, Carolina del Sur y el oeste de Carolina del Norte, cerca de sendos sitios arqueológicos.
Pa’ seguir, solamente los Maya y los antecesores de los indios Creek de Georgia construyeron estructuras de este tipo. Más aún, el lenguaje de los indios Creek tiene un montón de palabras de indudable origen mesoamericano, especialmente Totonaca.
Y además, los restos de cerámica encontrados y datados con pruebas de carbono como de alrededor de mil años antes de nuestra era en Ocmulgee, en Georgia central, son virtualmente idénticos a la llamada “Cerámica Roja Maya”.
Su exploración moderna comenzó en 1999, y gracias a un grupo de académicos indígenas americanos llamados “People of One Fire”, Gente de Una Fogata o algo así, se comprobó que las estructuras son iguales a muchas de Chiapas, Guatemala, Belize y Honduras.
Según el arqueólogo sudafricano Johannes Loubser, la antigüedad del lugar coincide con la diáspora Maya, que dejó vestigios estilo mesoamericano en Georgia, Alabama y el sureste de Tennessee. Según un reporte al “People of One Fire”, los sitios podrían ser de emigrantes Maya cansados de las guerras, hambrunas y sequías, que finalmente se mezclaron con los residentes de los lugares y formaron lo que son hoy algunas tribus de indígenas americanos.
Eso nos autorizaría a reclamar esos estados aunque, como dice mi amigo Juan Andrés Mora, no vaya a ser al revés y los gringos vayan a querer usarlo de argumento para reclamar México y Centroamérica…
jueves, 15 de diciembre de 2011
El Cherife Racista…
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Se tardaron tres años, nada que hacen las autoridades federales es rápido y sencillo, pero al final de cuentas admitieron que quienes acusamos al “cherife” Joe Arpaio de violaciones de derechos y discriminación contra los latinos teníamos razón. A la mejor el retraso era para que a todo el mundo se le olvidara que nosotros lo dijimos primero y teníamos razón, y quisieron dar la impresión de que el régimen de Barack Obama lo hizo solito.
El caso es que Arpaio está, oficialmente, fuera del programa federal de la Polimigra, 287(g), y le quedan restringidas las funciones que puede ejercer dentro del programa de Comunidades Seguras. El reporte del Departamento de Justicia dice que en sus tres años de investigación se encontró un patrón de perfilamiento racial y discriminación de parte del cherife Arpaio, y la organización de patrullas contra inmigrantes que estaban basadas en perfilamiento racial.
Además de tronarle varios millones de dólares de “ayuda” federal de los programas oficiales de Polimgra, el Departamento de Justicia seguirá investigando el uso de “fuerza excesiva” contra los latinos, que “posiblemente dañan la confianza de la comunidad hispana”, y en cambio su falta de acción en la investigación de otros crímenes, como asaltos sexuales, asignados a su agencia.
Como dato “duro”, el Departamento de Justicia señala que “los latinos son detenidos en el condado de Maricopa (sede de Arpaio) entre cuatro y nueve meses más que los no latinos”, y que “las políticas de la agencia (del cherife Arpaio), trata a todos los latinos como si estuvieran ilegalmente en el país”.
Por ultimo, el gobierno federal seguirá investigando las acusaciones de abuso de poder desde diciembre de 2009, y especialmente la actividad de la brigada anti-corrupción del cherife y el uso de millones de dólares en actividades para las que no estaban asignados.
…y La Migra Mayor
Y como todo, el buen juez no empieza por su casa, y el criticón mira la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el ojo propio.
Al mismo tiempo que se publicó la nota sobre Arpaio, apareció en los medios de comunicación otra sobre una ex-colega de Arpaio, una política que, de hecho, fue apoyada políticamente por el cherife y recibió a cambio el apoyo político para su reelección. Su nombre es Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Nacional y, de hecho, jefa de toda la Migra a nivel nacional.
La notita, que obviamente nadie peló ante el impacto del reporte sobre Arpaio, venía de Los Ángeles, y trataba sobre los ciudadanos estadounidenses que han sido arrestados con base en el programa de Comunidades Seguras, uno de los que dirige Napolitano.
La nota, con información proporcionada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), relata cuatro detenciones de ciudadanos estadounidenses retenidos por La Migra, con los llamados “Immigration Holds”, peticiones a las autoridades policíacas locales para no liberar a un detenido basadas en la sospecha de que es un inmigrante indocumentado.
En particular, ACLU detalla el caso de Antonio Montejano, arrestado en noviembre en Santa Mónica por no pagar los dulces que sus niños se comieron mientras estuvieron en una tienda Sears, y porque al detenerlo los guardias de seguridad de la tienda descubrieron en su bolsa de compras una botellita de perfume de 10 dólares que no aparecía en el recibo. Lo más seguro es que a la cajera se le haya pasado “escanear” la botellita, porque el recibo de Montejano era de más de 600 dólares, y no es concebible que se quisiera robar, poniéndola en la bolsa de sus compras, un perfume chafa de diez varos.
Montejano se pasó cuatro días en la cárcel a pesar de que el juez del Condado ordenó su libertad, porque La Migra le puso un “hold”. Salió hasta que ACLU llevó a la cárcel su pasaporte, porque nadie le creía que era ciudadano “debido a su acento”. Como buen norteño, Montejano ha vivido ente México y Estados Unidos toda su vida, y no habla como gringo blanco, sino como hablamos todos los latinos.
Y el caso de Montejano es sólo uno, pero un reporte de octubre del Instituto Juez Earl Warren de Leyes y Políticas Sociales de la Universidad de California en Berkeley señala que La Migra arrestó, basada en su programa de Comunidades Seguras, la friolera de 3 mil 600 ciudadanos estadounidenses, nomás entre abril de 2008 y Abril de este año.
Por eso lo de la viga en el ojo propio. Yo creo que la Janet, La Migra, y p’al caso toda la administración de Barack Obama, se parecen muchísimo al cherife…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Se tardaron tres años, nada que hacen las autoridades federales es rápido y sencillo, pero al final de cuentas admitieron que quienes acusamos al “cherife” Joe Arpaio de violaciones de derechos y discriminación contra los latinos teníamos razón. A la mejor el retraso era para que a todo el mundo se le olvidara que nosotros lo dijimos primero y teníamos razón, y quisieron dar la impresión de que el régimen de Barack Obama lo hizo solito.
El caso es que Arpaio está, oficialmente, fuera del programa federal de la Polimigra, 287(g), y le quedan restringidas las funciones que puede ejercer dentro del programa de Comunidades Seguras. El reporte del Departamento de Justicia dice que en sus tres años de investigación se encontró un patrón de perfilamiento racial y discriminación de parte del cherife Arpaio, y la organización de patrullas contra inmigrantes que estaban basadas en perfilamiento racial.
Además de tronarle varios millones de dólares de “ayuda” federal de los programas oficiales de Polimgra, el Departamento de Justicia seguirá investigando el uso de “fuerza excesiva” contra los latinos, que “posiblemente dañan la confianza de la comunidad hispana”, y en cambio su falta de acción en la investigación de otros crímenes, como asaltos sexuales, asignados a su agencia.
Como dato “duro”, el Departamento de Justicia señala que “los latinos son detenidos en el condado de Maricopa (sede de Arpaio) entre cuatro y nueve meses más que los no latinos”, y que “las políticas de la agencia (del cherife Arpaio), trata a todos los latinos como si estuvieran ilegalmente en el país”.
Por ultimo, el gobierno federal seguirá investigando las acusaciones de abuso de poder desde diciembre de 2009, y especialmente la actividad de la brigada anti-corrupción del cherife y el uso de millones de dólares en actividades para las que no estaban asignados.
…y La Migra Mayor
Y como todo, el buen juez no empieza por su casa, y el criticón mira la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el ojo propio.
Al mismo tiempo que se publicó la nota sobre Arpaio, apareció en los medios de comunicación otra sobre una ex-colega de Arpaio, una política que, de hecho, fue apoyada políticamente por el cherife y recibió a cambio el apoyo político para su reelección. Su nombre es Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Nacional y, de hecho, jefa de toda la Migra a nivel nacional.
La notita, que obviamente nadie peló ante el impacto del reporte sobre Arpaio, venía de Los Ángeles, y trataba sobre los ciudadanos estadounidenses que han sido arrestados con base en el programa de Comunidades Seguras, uno de los que dirige Napolitano.
La nota, con información proporcionada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), relata cuatro detenciones de ciudadanos estadounidenses retenidos por La Migra, con los llamados “Immigration Holds”, peticiones a las autoridades policíacas locales para no liberar a un detenido basadas en la sospecha de que es un inmigrante indocumentado.
En particular, ACLU detalla el caso de Antonio Montejano, arrestado en noviembre en Santa Mónica por no pagar los dulces que sus niños se comieron mientras estuvieron en una tienda Sears, y porque al detenerlo los guardias de seguridad de la tienda descubrieron en su bolsa de compras una botellita de perfume de 10 dólares que no aparecía en el recibo. Lo más seguro es que a la cajera se le haya pasado “escanear” la botellita, porque el recibo de Montejano era de más de 600 dólares, y no es concebible que se quisiera robar, poniéndola en la bolsa de sus compras, un perfume chafa de diez varos.
Montejano se pasó cuatro días en la cárcel a pesar de que el juez del Condado ordenó su libertad, porque La Migra le puso un “hold”. Salió hasta que ACLU llevó a la cárcel su pasaporte, porque nadie le creía que era ciudadano “debido a su acento”. Como buen norteño, Montejano ha vivido ente México y Estados Unidos toda su vida, y no habla como gringo blanco, sino como hablamos todos los latinos.
Y el caso de Montejano es sólo uno, pero un reporte de octubre del Instituto Juez Earl Warren de Leyes y Políticas Sociales de la Universidad de California en Berkeley señala que La Migra arrestó, basada en su programa de Comunidades Seguras, la friolera de 3 mil 600 ciudadanos estadounidenses, nomás entre abril de 2008 y Abril de este año.
Por eso lo de la viga en el ojo propio. Yo creo que la Janet, La Migra, y p’al caso toda la administración de Barack Obama, se parecen muchísimo al cherife…
miércoles, 7 de diciembre de 2011
El Costo de la Ley
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“El gobierno de Alabama estudia emplear presos para compensar la escasez de mano de obra agrícola atribuida a la nueva ley estatal contra la inmigración ilegal, se informó el martes”.
Es el último anuncio en una larga serie de remedios contra una enfermedad que parece aquejar cada vez con mayor frecuencia a los políticos que decidieron tiempo atrás que la inmigración sin papeles era un brillante tema de campaña: la estupidez.
La Ley de Alabama, conocida como la “Ley Juan Crow”, en referencia a la vieja ley sureña aprobada cuando Abraham Lincoln firmó la abolición de la esclavitud y que establecía la segregación racial legal, es una ley estúpida. Lejos de resolver el problema inicial de la migración sin papeles, que no hay un sistema actualizado para darle papeles a los trabajadores internacionales, agrava el estado de las cosas. Es como meterle la cabeza a un asmático en una cubeta de agua argumentando que no puede respirar aire.
A Brian Cash, granjero local de tomates, la ley le va a costar 100 mil dólares, dice, porque los tomates ya se le pudrieron. Solamente 11 de sus 65 trabajadores latinos llegaron a trabajar al otro día de aprobarse la Ley HB56, y hoy solo le queda uno, su jefe de cuadrilla, que ha trabajado con el por 17 años. Y no se fue porque Cash le está patrocinando la residencia legal, que tardará nueve años y costará 17 mil dólares.
“Solo han llegado dos ‘americanos’ a pedir el trabajo, y duraron dos horas”, dice Cash. Por eso el Departamento de Agricultura e Industrias de Alabama le quiere mandar presos, para aliviar las pérdidas, aunque el mismo vocero del servicio penitenciario, Brian Corbett, dijo que sólo “hay unos 2 mil presos autorizados a salir de la cárcel para trabajar y la mayoría tiene empleo, así que no será la solución a la escasez de mano de obra causada por la ley”.
Mercedes, Honda y Bentley
Y la ley podría costar más. Hace dos semanas, Detlev Hager, alemán de 46 años, fue arrestado y encarcelado por no tener a la mano su pasaporte y por lo tanto ser incapaz de demostrar que estaba legalmente en Estados Unidos. La bronca se resolvió cuando un auxiliar del ejecutivo, parte del personal internacional de la Mercedes-Benz en Alabama, mostró su pasaporte en la Corte. Como país favorecido por la absurda ley de migración del país, Hager ni siquiera necesita visa, sino que la salva con mostrar que es alemán.
Y luego, hace una semana, le tocó el turno a Ichiro Yada, japonés detenido manejando porque no traía licencia de manejo de Alabama. En vano Ichiro Yada mostró su licencia internacional de manejar, su pasaporte japonés y un permiso de trabajo emitido por el Departamento de Estado de Estados Unidos. De todas maneras le tocó una multa por no tener la licencia que la Ley HB56 hace obligatoria. Yada finalmente consiguió que le quitaran la multa cuando mostró, de nuevo en Corte, su licencia japonesa. Ichiro, por más señas, es también trabajador internacional de una automotriz, la Honda.
El caso es que entre la Honda y la Mercedes emplean a unos 3 mil trabajadores en Alabama, en su mayoría güeros, y e idiotismo de la Ley HB56 está poniendo sus chambas en riesgo. Lejos de ser una “ley para crear trabajos”, como la plantearon originalmente los tarados legisladores Republicanos, podría probar ser una ley que haga perder trabajos al estado.
Eso, claro, además de hacerla perder esa fuerza de trabajo que, como alguna vez dijera Vicente Fox, “hace el trabajo que ni los negros quieren hacer”. Y ni los afro-americanos ni los presos van a hacer su trabajo. Si a cada granjero le cuesta lo que a Cash, les va a salir muy caro el chiste.
A menos que todo sea un pleito de marcas de carro. A final de cuentas, el gobernador Republicano que la firmó no se apellida Mercedes ni Benz ni Honda. Es el gobernador Robert Bentley.
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“El gobierno de Alabama estudia emplear presos para compensar la escasez de mano de obra agrícola atribuida a la nueva ley estatal contra la inmigración ilegal, se informó el martes”.
Es el último anuncio en una larga serie de remedios contra una enfermedad que parece aquejar cada vez con mayor frecuencia a los políticos que decidieron tiempo atrás que la inmigración sin papeles era un brillante tema de campaña: la estupidez.
La Ley de Alabama, conocida como la “Ley Juan Crow”, en referencia a la vieja ley sureña aprobada cuando Abraham Lincoln firmó la abolición de la esclavitud y que establecía la segregación racial legal, es una ley estúpida. Lejos de resolver el problema inicial de la migración sin papeles, que no hay un sistema actualizado para darle papeles a los trabajadores internacionales, agrava el estado de las cosas. Es como meterle la cabeza a un asmático en una cubeta de agua argumentando que no puede respirar aire.
A Brian Cash, granjero local de tomates, la ley le va a costar 100 mil dólares, dice, porque los tomates ya se le pudrieron. Solamente 11 de sus 65 trabajadores latinos llegaron a trabajar al otro día de aprobarse la Ley HB56, y hoy solo le queda uno, su jefe de cuadrilla, que ha trabajado con el por 17 años. Y no se fue porque Cash le está patrocinando la residencia legal, que tardará nueve años y costará 17 mil dólares.
“Solo han llegado dos ‘americanos’ a pedir el trabajo, y duraron dos horas”, dice Cash. Por eso el Departamento de Agricultura e Industrias de Alabama le quiere mandar presos, para aliviar las pérdidas, aunque el mismo vocero del servicio penitenciario, Brian Corbett, dijo que sólo “hay unos 2 mil presos autorizados a salir de la cárcel para trabajar y la mayoría tiene empleo, así que no será la solución a la escasez de mano de obra causada por la ley”.
Mercedes, Honda y Bentley
Y la ley podría costar más. Hace dos semanas, Detlev Hager, alemán de 46 años, fue arrestado y encarcelado por no tener a la mano su pasaporte y por lo tanto ser incapaz de demostrar que estaba legalmente en Estados Unidos. La bronca se resolvió cuando un auxiliar del ejecutivo, parte del personal internacional de la Mercedes-Benz en Alabama, mostró su pasaporte en la Corte. Como país favorecido por la absurda ley de migración del país, Hager ni siquiera necesita visa, sino que la salva con mostrar que es alemán.
Y luego, hace una semana, le tocó el turno a Ichiro Yada, japonés detenido manejando porque no traía licencia de manejo de Alabama. En vano Ichiro Yada mostró su licencia internacional de manejar, su pasaporte japonés y un permiso de trabajo emitido por el Departamento de Estado de Estados Unidos. De todas maneras le tocó una multa por no tener la licencia que la Ley HB56 hace obligatoria. Yada finalmente consiguió que le quitaran la multa cuando mostró, de nuevo en Corte, su licencia japonesa. Ichiro, por más señas, es también trabajador internacional de una automotriz, la Honda.
El caso es que entre la Honda y la Mercedes emplean a unos 3 mil trabajadores en Alabama, en su mayoría güeros, y e idiotismo de la Ley HB56 está poniendo sus chambas en riesgo. Lejos de ser una “ley para crear trabajos”, como la plantearon originalmente los tarados legisladores Republicanos, podría probar ser una ley que haga perder trabajos al estado.
Eso, claro, además de hacerla perder esa fuerza de trabajo que, como alguna vez dijera Vicente Fox, “hace el trabajo que ni los negros quieren hacer”. Y ni los afro-americanos ni los presos van a hacer su trabajo. Si a cada granjero le cuesta lo que a Cash, les va a salir muy caro el chiste.
A menos que todo sea un pleito de marcas de carro. A final de cuentas, el gobernador Republicano que la firmó no se apellida Mercedes ni Benz ni Honda. Es el gobernador Robert Bentley.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Los Más Pobres
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Al fin sucedió. Después de muchas décadas de crecimiento y desarrollo, los latinos se colocaron como el grupo étnico más pobre en Estados Unidos, por debajo de la población negra.
A primera vista y jugando con los números, se podría decir que es lógico, porque desde hace unos cinco años quedó claro que ya había más latinos que negros en el país, pero las nuevas cifras no tiene que ver con números sino con porcentajes.
Según un análisis del Brookings Institution, basado en cifras del Censo, de los 50 millones de latinos en Estados Unidos, un 28.2 por ciento están (¡estamos!) en la pobreza, comprados con un 23.4 por ciento de la población afro-americana. De hecho, el análisis aumenta considerablemente el número de latinos pobres en casi un cuarto de millón más, 742 mil para ser exactos, que la cifra oficial del gobierno, que es de “solamente 13 millones 346 mil latinos pobres.
En parte, dicen los analistas, la razón de este aumento en la pobreza Latina es “la menor participación de los inmigrantes y quienes no hablan inglés en programas de ayuda del gobierno, como la vivienda subsidiada y los cupones de comida”. De paso, agregan, los residentes de las áreas rurales y los del medio-oeste y el sur no están tan amolados debido al bajo costo de vida.
Menuda consolación, pensar que los campesinos no están tan fregados, lo cual francamente da mucho que pensar.
En general, el análisis muestra que un número récord de todos los habitantes del “país más rico del mundo” están en la pobreza, un total de 49 millones 100 mil, especialmente los mayores de 65 años “gracias” al alto costo de los gastos médicos, deducibles de los seguros de salud y el precio de las medicinas.
Los Más Soñadores
El famoso “Sueño Americano”, pues, ya nos está espantando hasta el sueño.
Y si no, échese estas otras cifras. Para el año 2042, Estados Unidos será un país de mayorías minoritarias, es decir, que los descendientes blancos de los europeos, léase gringos blancos, serán menos de la mitad de los pobladores. Y, obviamente, la minoría más grande de residentes no va a ser de negros, y chance tampoco los asiáticos, sino los latinos.
Más peor, si cabe, los datos del gobierno de Estados Unidos muestran que si estas tendencias siguen, para el año 2034 el país tendrá una tasa de desigualdad equivalente a la de México. ¿Más sencillo? Para el año 2034 Estados Unidos va a ser económicamente igual a México. De por si, ahorita Estados Unidos ya tiene una desigualdad económica equivalente a la de Pakistán e Irán.
Esto es lo que le daba pánico al tal Samuel Huntington, investigador anti inmigrante y anti latino que en 2004 publicó un libro en el que se quejaba amargamente de que los mexicanos no nos asimilábamos a la cultura gringa, manteníamos nuestro idioma y seguíamos siendo mexicanos en Estados Unidos en vez de volvernos gringos.
Y lo saco a colación porque Huntington fundó la base ideológica para los Minutemen, las ordenanzas y leyes del “English Only”, la propuesta de ley de Sensenbrenner y otra bola de burradas como las leyes de Alabama y Arizona, todas ellas encaminadas a tratar de que no seamos lo que somos.
Pero no es problema nuestro. No podemos dejar de ser lo que somos. El problema es de “ellos”, que tampoco pueden dejar de ser lo que son.
Lo malo es que en el mientras, mientras llegamos a ser la primera minoría, nos están dando hasta con la cubeta.
Un dato que deja fuera el análisis, será porque ninguno de los autores es indocumentado, es que en los últimos tres años nos han corrido a cerca de un millón de gente del país. ¿Y qué se apuesta a que la absoluta mayoría eran trabajadores?
Dicho de otro modo, nos corrieron a un millón de chambeadores, gente que se ganaba el pan para ellos y sus hijos y sus esposas y esposos.
Porque eso si, no se trata nomás de vivienda subsidiada y de cupones de comida, sino de trabajar, cosa en que somos especialistas. Haber deportado un millón de inmigrantes es haber deportado nuestra fuerza de trabajo.
Hay que parar eso, para parar nuestra pobreza. No queda de otra…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Al fin sucedió. Después de muchas décadas de crecimiento y desarrollo, los latinos se colocaron como el grupo étnico más pobre en Estados Unidos, por debajo de la población negra.
A primera vista y jugando con los números, se podría decir que es lógico, porque desde hace unos cinco años quedó claro que ya había más latinos que negros en el país, pero las nuevas cifras no tiene que ver con números sino con porcentajes.
Según un análisis del Brookings Institution, basado en cifras del Censo, de los 50 millones de latinos en Estados Unidos, un 28.2 por ciento están (¡estamos!) en la pobreza, comprados con un 23.4 por ciento de la población afro-americana. De hecho, el análisis aumenta considerablemente el número de latinos pobres en casi un cuarto de millón más, 742 mil para ser exactos, que la cifra oficial del gobierno, que es de “solamente 13 millones 346 mil latinos pobres.
En parte, dicen los analistas, la razón de este aumento en la pobreza Latina es “la menor participación de los inmigrantes y quienes no hablan inglés en programas de ayuda del gobierno, como la vivienda subsidiada y los cupones de comida”. De paso, agregan, los residentes de las áreas rurales y los del medio-oeste y el sur no están tan amolados debido al bajo costo de vida.
Menuda consolación, pensar que los campesinos no están tan fregados, lo cual francamente da mucho que pensar.
En general, el análisis muestra que un número récord de todos los habitantes del “país más rico del mundo” están en la pobreza, un total de 49 millones 100 mil, especialmente los mayores de 65 años “gracias” al alto costo de los gastos médicos, deducibles de los seguros de salud y el precio de las medicinas.
Los Más Soñadores
El famoso “Sueño Americano”, pues, ya nos está espantando hasta el sueño.
Y si no, échese estas otras cifras. Para el año 2042, Estados Unidos será un país de mayorías minoritarias, es decir, que los descendientes blancos de los europeos, léase gringos blancos, serán menos de la mitad de los pobladores. Y, obviamente, la minoría más grande de residentes no va a ser de negros, y chance tampoco los asiáticos, sino los latinos.
Más peor, si cabe, los datos del gobierno de Estados Unidos muestran que si estas tendencias siguen, para el año 2034 el país tendrá una tasa de desigualdad equivalente a la de México. ¿Más sencillo? Para el año 2034 Estados Unidos va a ser económicamente igual a México. De por si, ahorita Estados Unidos ya tiene una desigualdad económica equivalente a la de Pakistán e Irán.
Esto es lo que le daba pánico al tal Samuel Huntington, investigador anti inmigrante y anti latino que en 2004 publicó un libro en el que se quejaba amargamente de que los mexicanos no nos asimilábamos a la cultura gringa, manteníamos nuestro idioma y seguíamos siendo mexicanos en Estados Unidos en vez de volvernos gringos.
Y lo saco a colación porque Huntington fundó la base ideológica para los Minutemen, las ordenanzas y leyes del “English Only”, la propuesta de ley de Sensenbrenner y otra bola de burradas como las leyes de Alabama y Arizona, todas ellas encaminadas a tratar de que no seamos lo que somos.
Pero no es problema nuestro. No podemos dejar de ser lo que somos. El problema es de “ellos”, que tampoco pueden dejar de ser lo que son.
Lo malo es que en el mientras, mientras llegamos a ser la primera minoría, nos están dando hasta con la cubeta.
Un dato que deja fuera el análisis, será porque ninguno de los autores es indocumentado, es que en los últimos tres años nos han corrido a cerca de un millón de gente del país. ¿Y qué se apuesta a que la absoluta mayoría eran trabajadores?
Dicho de otro modo, nos corrieron a un millón de chambeadores, gente que se ganaba el pan para ellos y sus hijos y sus esposas y esposos.
Porque eso si, no se trata nomás de vivienda subsidiada y de cupones de comida, sino de trabajar, cosa en que somos especialistas. Haber deportado un millón de inmigrantes es haber deportado nuestra fuerza de trabajo.
Hay que parar eso, para parar nuestra pobreza. No queda de otra…
Mischievous in Alabama
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Every once in awhile, the movement in favor of immigrant’s right has brilliant moments.
One of them happened a week ago, with an action by four undocumented parents of as many undocumented youth, paperless each one and all of them, who made a point in defying the new Alabama HB56 Law.
They are now known as the “Alabama 13”, nine youth and four parents who misbehaved so badly and boldly that put into question not only the Alabama law but the so called “new policies on detention and deportation” of Barack Obama’s administration.
A couple of them went on and sit down inside the Capitol in Montgomery, Alabama, requesting to see one of the authors of the infamous law that makes a Migra agent out of every public employee and mandates them to ask for immigration papers to anyone “suspicious” of not having them. The other 11 sat down on the street until they also got arrested.
And that was the point. They could not fail. In theory, the police should arrest them, consider them “suspicious” of not having papers and send them to the Migra, which in turn would have to let them go according to the “new policy” because no one of them had a criminal record.
But it was not to be.
At the Court hearing alter 48 hours in jail, they were accused of “public disorder,” and the Montgomery attorney stated that they all were “legal residents,” even though their defense attorney stated very clearly that they all were in the country without papers. Montgomery’s Mayor Todd Strange stated that they had been arrested for blocking the street only, despite their claims that the police was the one blocking it.
The spokesperson of the Public Security Department, Martha Earnhardt, made it clear that la Migra had not requested them to be held in jail, despite new claims by their defense attorney, Mike Winter, that they all were undocumented. They were set free on bond.
To Win or To Win
The strategy was to win, and somehow there was not a way to lose. The state’s Republican leaders, starting with the Speaker Mike Hubbard, confusedly stated that “They got away with it. They wanted to get arrested and got their wish”.
But no. What they wanted was to defy HB56 and force the estate to enforce it and be sent to la Migra, but la Migra refused to take them in. According to the Pro Tempore President of Alabama’s Senate, Republican Del Marsh, there will not be other charges, unless they are brought up by the Attorney general Luther Strange. Hubbard insisted that “this is a country of laws” and the Alabama law is to make sure every one is here legally, while Marsh says the objective is to create jobs for citizens by prosecuting undocumented immigrants, but neither one of them make sense.
The chance of high-profile-deporting a bunch of undocumented immigrants slipped their hands. They could have, legally, sent their detainees with la Migra, but somehow they did not dare. And if they had, Obama’s administration would have been forced to set them free for not having criminal records.
In other words, the daring immigrants won. They ridiculed the law and exposed the police, the Mayor and the Attorney as not willing to enforce their own law if it means to do it under public scrutiny.
The bad example is very good. Nobody can scare people wanting to fight, as one of the detainees, mi brother Martín Unzueta wrote in a letter left as “inheritance” in case he had to write the next one from México.
The struggle, paraphrasing the old Spanish saying that “the movement shows itself by moving,” shows itself by fighting. The Alabama 13 proved again that if there’s struggle there’s hope. The whole immigration movement should take note and get on with similar actions, instead of selling out promoting again that the solution to immigration lays in electing more “good” Democrats to Congress and in “keeping the White House”
The struggle is in the streets, not in the aisles…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Every once in awhile, the movement in favor of immigrant’s right has brilliant moments.
One of them happened a week ago, with an action by four undocumented parents of as many undocumented youth, paperless each one and all of them, who made a point in defying the new Alabama HB56 Law.
They are now known as the “Alabama 13”, nine youth and four parents who misbehaved so badly and boldly that put into question not only the Alabama law but the so called “new policies on detention and deportation” of Barack Obama’s administration.
A couple of them went on and sit down inside the Capitol in Montgomery, Alabama, requesting to see one of the authors of the infamous law that makes a Migra agent out of every public employee and mandates them to ask for immigration papers to anyone “suspicious” of not having them. The other 11 sat down on the street until they also got arrested.
And that was the point. They could not fail. In theory, the police should arrest them, consider them “suspicious” of not having papers and send them to the Migra, which in turn would have to let them go according to the “new policy” because no one of them had a criminal record.
But it was not to be.
At the Court hearing alter 48 hours in jail, they were accused of “public disorder,” and the Montgomery attorney stated that they all were “legal residents,” even though their defense attorney stated very clearly that they all were in the country without papers. Montgomery’s Mayor Todd Strange stated that they had been arrested for blocking the street only, despite their claims that the police was the one blocking it.
The spokesperson of the Public Security Department, Martha Earnhardt, made it clear that la Migra had not requested them to be held in jail, despite new claims by their defense attorney, Mike Winter, that they all were undocumented. They were set free on bond.
To Win or To Win
The strategy was to win, and somehow there was not a way to lose. The state’s Republican leaders, starting with the Speaker Mike Hubbard, confusedly stated that “They got away with it. They wanted to get arrested and got their wish”.
But no. What they wanted was to defy HB56 and force the estate to enforce it and be sent to la Migra, but la Migra refused to take them in. According to the Pro Tempore President of Alabama’s Senate, Republican Del Marsh, there will not be other charges, unless they are brought up by the Attorney general Luther Strange. Hubbard insisted that “this is a country of laws” and the Alabama law is to make sure every one is here legally, while Marsh says the objective is to create jobs for citizens by prosecuting undocumented immigrants, but neither one of them make sense.
The chance of high-profile-deporting a bunch of undocumented immigrants slipped their hands. They could have, legally, sent their detainees with la Migra, but somehow they did not dare. And if they had, Obama’s administration would have been forced to set them free for not having criminal records.
In other words, the daring immigrants won. They ridiculed the law and exposed the police, the Mayor and the Attorney as not willing to enforce their own law if it means to do it under public scrutiny.
The bad example is very good. Nobody can scare people wanting to fight, as one of the detainees, mi brother Martín Unzueta wrote in a letter left as “inheritance” in case he had to write the next one from México.
The struggle, paraphrasing the old Spanish saying that “the movement shows itself by moving,” shows itself by fighting. The Alabama 13 proved again that if there’s struggle there’s hope. The whole immigration movement should take note and get on with similar actions, instead of selling out promoting again that the solution to immigration lays in electing more “good” Democrats to Congress and in “keeping the White House”
The struggle is in the streets, not in the aisles…
jueves, 17 de noviembre de 2011
Sabrosa Travesura
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
De rato en rato, el movimiento por los derechos de los inmigrantes tiene momentos brillantes.
Uno de ellos está sucediendo ahora, con la acción que tomaron cuatro padres indocumentados de jóvenes idem, despapelados todos, y que están despelotando la nueva Ley HB56 del estado de Alabama.
Son los “Alabama 13”, nueve jóvenes y cuatro padres de familia, que se aventaron la sabrosa travesura de desafiar no solamente a la ley de Alabama sino de plano a las famosas “nuevas disposiciones para las deportaciones de la administración de Barack Obama.
Un par de ellos fueron y sentaron en el Capitolio en Montgomery, Alabama, pidiendo ver a uno de los autores de la nefasta ley que convierte en Migra a todos los servidores públicos y los obliga a pedir papeles a cualquier “sospechoso” de no tener papeles. Los demás, pa’ no dejar, se sentaron en la calle hasta que los arrestaron.
Y ahí viene la cosa. La estrategia no podía fallar. En teoría, la policía los arrestaba, los consideraba “sospechosos” de no tener papeles y los remitía a la Migra, que tendría que dejarlos ir por no tener antecedentes penales.
Pero nada de nada.
En su audiencia en la Corte, acusados de “desorden público”, los abogados de Montgomery dijeron que eran residentes legales a pesar de que su abogado defensor insistía en que estaban en el país sin documentos. El alcalde Todd Strange dice que los arrestaron por bloquear la calle, nada más.
La vocera del Departamento de Seguridad Pública, Martha Earnhardt, aclaró que la Migra no había pedido que los retuvieran y punto, pese a que su mismo abogado defensor, Mike Winter, clamó y reclamó que todos son indocumentados. No hubo modo. Los dejaron en libertad.
Ganar o Ganar
La estrategia era ganar, y en realidad no había manera de perder. Los líderes Republicanos, empezando con el vocero de la mayoría Mike Hubbard, confusamente, declararon que “Se salieron con la suya. Querían que los arrestaran y los arrestaron”.
Pero no. Lo que querían era desafiar la Ley HB56 y obligar al estado a ejercerla y mandarlos a la Migra. Pero la Migra se rehusó. Según el Presidente Pro Tempore del Senado, el Republicano Del Marsh, no habrá acusaciones mayores a menos que los haga el Fiscal General Luther Strange. Hubbard insiste en que “este es un país de leyes” y que la ley de Alabama es para asegurarse que todos el mundo está aquí legalmente. Marsh dice que el objetivo de la ley es crear trabajaos para los ciudadanos, persiguiendo a los indocumentados. Pero entre los dos no dan una.
La oportunidad más brillante para deportar indocumentados se les fue de las manos. Podían haber mandado, legalmente, a los detenidos con la Migra pero no se aventaron. Y si se hubieran aventado, la administración de Obama tendría que dejarlos libres por so tener antecedentes criminales.
En pocas palabras, salieron ganando los aventados indocumentados que llevaron a cabo la acción. La Ley es idiótica, y ni la policía ni el Fiscal ni el Alcalde tienen ganas de cumplirla si implica una controversia.
Y el ejemplo es contundente. No se puede asustar a quien tiene ganas de pelear, como escribió uno de los detenidos, mi hermano Martín Unzueta, en una carta que dejó como “herencia” en caso de que tuviera que escribir la siguiente desde México.
La lucha (parafraseando aquello de que “el movimiento se demuestra andando”), se demuestra luchando. Los 13 de Alabama probaron otra vez que si hay lucha hay esperanza. Todo el movimiento inmigrante debía tomar nota y ponerse las pilas, en vez de andar promoviendo, de nuevo, que la solución está en elegir más Demócratas “buenos” al Congreso y mantener la Casa Blanca.
La lucha está en las calles, no en los pasillos…
lunes, 31 de octubre de 2011
The “I” Word
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Lost among the news this month, mostly occupied by the Occupy Wall Street and many-other-places-in-the-world movement, there’s a tiny note about some colleagues, the Association of Professional Journalists.
At their last meeting, early this month, upon a proposal presented by Rebeca Aguilar, also member of the National Association of Hispanic Journalists, to which I don’t belong just because I have not paid my dues, the Society decided to drop the words “illegal alien”.
In a very formal resolution, the Society states that according their Ethics Code, “urges all journalists to be ‘honest, fair and courageous in gathering, reporting and interpreting information’”; that “mainstream news reports are increasingly using the politically charged phrase ‘illegal immigrant’ and the more offensive and bureaucratic ‘illegal alien’”; that a fundamental principle embedded in our U.S. Constitution is that everyone (including non-citizens) is considered innocent of any crime until proven guilty in a court of law”; that “only the court system, not reporters and editors, can decide when a person has committed an illegal act and”; that it is “concerned with the increasing use of pejorative and potentially inaccurate terms to describe the estimated 11 million undocumented people living in the United States”, and resolves that “the Society of Professional Journalists convention of delegates: urges journalists and style guide editors to stop the use of illegal alien and encourage continuous discussion and re-evaluation of the use of illegal immigrant in news stories.”
I don’t know you, but to me this looks like an impressive resolution. It gives us back (at least), the benefit of the doubt, and returns to us our lost human character, lost since the first time we sere dubbed as “aliens”, just like Martians and less than humans.
But The Shoemaker's Son Always Goes Barefoot
Such news made me think that we should start the same campaign at home, and I remembered some Spanish language news I had read about immigration. I got a few examples in a few seconds.
Mexican newspaper El Universal: “Salma Hayek admits she was an Illegal Alien”. Salma herself stated that “I was an illegal alien. It was for a short period, but I was”.
Then, Telemundo 52, Los Angeles: “The Arizona law… criminalizes to be al illegal alien”. Their rival Univisión follows path. Commenting on nefarious Arizona’s SB 1070, says that “It give Police departments… the authority to question the status of a person it there is a ‘reasonable suspicion’ that it may be an illegal alien”.
Another big one, Yahoo News in Spanish: “Alaska: Police Officer is an Illegal Alien”. Same in MSN Latino News: “Tribunal Blocks Expulsion of Minor, Daughter of an Illegal Alien”.
Terra, Internet news agency, formerly part of Spain’s phone monopoly company “A US Judge Says an Illegal Alien Can Marry”. Another telephone-news agency, but Mexican, Unonoticias Telcel: “Two youth declared guilty in a US Court for killing an illegal alien”. Even the radio station of the Sandinista Front in Nicaragua, La Primerísima: “Elvira Arellano, an illegal immigrant, symbol of Mexicans in the US”.
Not to be missed is the international news agency Reuters: “The law states that the Police should establish is a person is illegally in the country and question it if it suspects it is an illegal alien”. Also EFE, Spain’s News Agency: “The Human Face of Illegal Immigration. Presentation of a book analyzing the situation of immigrants after a 10-year research”. Curiously, Spanish newspaper La Opinión in Los Ángeles published this note as written by EFE.
But the worse of the worse, if that is possible, are some other expressions in Spanish language publications. El Mañana newspaper, in Nuevo Laredo, Tamaulipas: “Body of aspiring illegal alien recovered”; El Zócalo newspaper, Saltillo: “It said the person may be an aspiring illegal because of the clothes it was wearing”. Our collegue Miguel Rojas Salazar, in Expresión Libre: “Someone who aspires to become an illegal may not only face the terrible nightmare before reaching the American dream…”
And, finally, WordPress in Reporte Frontera: “They were brought in front of the Judge… and sent to the federal authorities, completing the legal process of the aspiring illegal”.
I say these are the worst because they state someone can “aspire to become an illegal”. Those who emigrate aspire to have a better life, a better future, a better job, to have more money to support their family. The aspire to become anything but “illegal”.
Colleagues, please, no more “illegal”!
sábado, 29 de octubre de 2011
¿Comedia o Tragedia?
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Comedia, dice el diccionario de eso que llamamos español, es una “Obra dramática en cuya acción predominan los aspectos alegres o humorísticos y cuyo desenlace es feliz”, o simplemente un “Suceso gracioso o cómico”. Tragedia, por el otro lado, en una “Obra dramática cuyo desenlace es desgraciado”.
Supongo que fuera del teatro, en la vida real, si algo es una comedia o una tragedia dependerá del punto de vista. Al menos eso es lo que pasa con la situación de la comunidad migrante y la política hacia ellos de parte de la administración en el último año.
Primer Acto: ¡Comenzamos!
“Un número record inmigrantes fueron deportados de Estados Unidos en 2010, y el año quedó también marcado por la expansión del programa Comunidades Seguras del Servicio de Inmigración y Aduanas, que identifica extranjeros indocumentados que has sido arrestados. Durante el año fiscal ICE deportó a 392,862 indocumentados, de los cuales más de 195 mil eran criminales, un aumento de más de 23 mil deportaciones comparado con 2008. En 2009 se deportaron 389 mil inmigrantes, y la meta para 2011 es de 404 mil”.
Eso se publicó un par de días antes de iniciar el año 2011, basado en declaraciones de Janet Napolitano, jefa de Seguridad Nacional. La postura era ¡duro con los indocumentados!
Segundo Acto: ¡Duro Nomás con los Malos!
Para agosto de 2011, curiosamente después de publicarse una encuesta que le daba a Barack Obama un apoyo para su elección de solamente un 23 por ciento dentro del electorado latino, su política migratoria dio un vuelco.
“La administración declaró que revisará los casos de 300 mil inmigrantes ‘ilegales’ (odiosa palabrita en la redacción original, no mía) que actualmente están en proceso de deportación, para identificar ‘criminales de baja prioridad’, incluyendo los envejecientes, víctimas de crímenes y gente que ha vivido en Estados Unidos desde niños, y darles la posibilidad de quedarse aquí”. Janet Napolitano destacó que se trataba de concentrarse en los “criminales ya juzgados, y otros que representen un peligro al público”.
Reírse Para No Llorar
Tercer Acto: ¡Deportamos Más Que Nunca!
Hace apenas un par de semanas, de nuevo le tocaron los reflectores a Janet, al anunciar que a fin de cuentas no habían llegado a su meta de 404 mil deportados en el año fiscal. De cualquier modo, rompieron su récord anterior, con 396,906, y declaradamente según la administración, demostraron que el número podría hacerle ganar a la administración de Obama “los votos independientes que abandonaron a los Demócratas en las elecciones intermedias del 2010”.
Agregaron que de los 396,906 deportados, 216,698 habían sido sentenciados por diversos delitos, y por no dejar, en esta sociedad donde los números parecen confirmar cualquier cosa que se declare, que “esto representó un aumento de 90 por ciento en los criminales deportados comparado con el año fiscal 2008.
Cuarto Acto: Ni Eran Tan Tantos
La declarada idea de ganar votos con los números se fue a la goma en un par de días, así que Obama personalmente en persona se echó pa’trás en un par de días. A la mejor contó los famosos independientes contra los latinos, que otra vez se enfurecieron con él por andar deportando tanta gente después de haber “ablandado” su política de deportaciones meses antes, y en desayuno con los periodistas latinos admitió que ni era para tanto. “La estadística es de hecho un poco engañosa”, dijo el presi. “Con una mayor vigilancia fronteriza hemos estado arrestando gente en la frontera y los mandamos de regreso en uno o dos días y los contamos como deportaciones”.
A estas alturas, las contradicciones, idas y venidas de la política migratorio-deportativa de Obama daría risa, pa’trás, pa’delante’, pa’trás de nuevo, para tratar de ganarse votos independientes o latinos para reelegirse.
Si fueran puros números abstractos, como de cuántos trabajos se han creado o en cuánto anda la inflación, nos moriríamos de risa con el va y viene.
Pero no puede dar risa porque detrás de cada número hay vidas humanas. No son estadísticas. Son personas. Padres y madres de familia, tíos y primos, trabajadores, vendedores ambulantes, jardineros y estudiantes. Son gente, arrancada del lugar en donde viven y enviadas a otro país, del que originalmente vinieron, convertidos en juguetes numéricos para tratar de ganarse una elección.
Para la administración es una comedia. Para nosotros una tragedia.
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Comedia, dice el diccionario de eso que llamamos español, es una “Obra dramática en cuya acción predominan los aspectos alegres o humorísticos y cuyo desenlace es feliz”, o simplemente un “Suceso gracioso o cómico”. Tragedia, por el otro lado, en una “Obra dramática cuyo desenlace es desgraciado”.
Supongo que fuera del teatro, en la vida real, si algo es una comedia o una tragedia dependerá del punto de vista. Al menos eso es lo que pasa con la situación de la comunidad migrante y la política hacia ellos de parte de la administración en el último año.
Primer Acto: ¡Comenzamos!
“Un número record inmigrantes fueron deportados de Estados Unidos en 2010, y el año quedó también marcado por la expansión del programa Comunidades Seguras del Servicio de Inmigración y Aduanas, que identifica extranjeros indocumentados que has sido arrestados. Durante el año fiscal ICE deportó a 392,862 indocumentados, de los cuales más de 195 mil eran criminales, un aumento de más de 23 mil deportaciones comparado con 2008. En 2009 se deportaron 389 mil inmigrantes, y la meta para 2011 es de 404 mil”.
Eso se publicó un par de días antes de iniciar el año 2011, basado en declaraciones de Janet Napolitano, jefa de Seguridad Nacional. La postura era ¡duro con los indocumentados!
Segundo Acto: ¡Duro Nomás con los Malos!
Para agosto de 2011, curiosamente después de publicarse una encuesta que le daba a Barack Obama un apoyo para su elección de solamente un 23 por ciento dentro del electorado latino, su política migratoria dio un vuelco.
“La administración declaró que revisará los casos de 300 mil inmigrantes ‘ilegales’ (odiosa palabrita en la redacción original, no mía) que actualmente están en proceso de deportación, para identificar ‘criminales de baja prioridad’, incluyendo los envejecientes, víctimas de crímenes y gente que ha vivido en Estados Unidos desde niños, y darles la posibilidad de quedarse aquí”. Janet Napolitano destacó que se trataba de concentrarse en los “criminales ya juzgados, y otros que representen un peligro al público”.
Reírse Para No Llorar
Tercer Acto: ¡Deportamos Más Que Nunca!
Hace apenas un par de semanas, de nuevo le tocaron los reflectores a Janet, al anunciar que a fin de cuentas no habían llegado a su meta de 404 mil deportados en el año fiscal. De cualquier modo, rompieron su récord anterior, con 396,906, y declaradamente según la administración, demostraron que el número podría hacerle ganar a la administración de Obama “los votos independientes que abandonaron a los Demócratas en las elecciones intermedias del 2010”.
Agregaron que de los 396,906 deportados, 216,698 habían sido sentenciados por diversos delitos, y por no dejar, en esta sociedad donde los números parecen confirmar cualquier cosa que se declare, que “esto representó un aumento de 90 por ciento en los criminales deportados comparado con el año fiscal 2008.
Cuarto Acto: Ni Eran Tan Tantos
La declarada idea de ganar votos con los números se fue a la goma en un par de días, así que Obama personalmente en persona se echó pa’trás en un par de días. A la mejor contó los famosos independientes contra los latinos, que otra vez se enfurecieron con él por andar deportando tanta gente después de haber “ablandado” su política de deportaciones meses antes, y en desayuno con los periodistas latinos admitió que ni era para tanto. “La estadística es de hecho un poco engañosa”, dijo el presi. “Con una mayor vigilancia fronteriza hemos estado arrestando gente en la frontera y los mandamos de regreso en uno o dos días y los contamos como deportaciones”.
A estas alturas, las contradicciones, idas y venidas de la política migratorio-deportativa de Obama daría risa, pa’trás, pa’delante’, pa’trás de nuevo, para tratar de ganarse votos independientes o latinos para reelegirse.
Si fueran puros números abstractos, como de cuántos trabajos se han creado o en cuánto anda la inflación, nos moriríamos de risa con el va y viene.
Pero no puede dar risa porque detrás de cada número hay vidas humanas. No son estadísticas. Son personas. Padres y madres de familia, tíos y primos, trabajadores, vendedores ambulantes, jardineros y estudiantes. Son gente, arrancada del lugar en donde viven y enviadas a otro país, del que originalmente vinieron, convertidos en juguetes numéricos para tratar de ganarse una elección.
Para la administración es una comedia. Para nosotros una tragedia.
lunes, 17 de octubre de 2011
La Palabrita con “I”
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Perdida entre las noticias del mes, más que todo ocupadas por los ocupadores de Wall Street y otros lugares alrededor del mundo, me cayó la notita de una organización de colegas, la Sociedad de Periodistas Profesionales.
Sucede que en su última reunión, a principios de este mes, a propuesta de la colega Rebeca Aguilar, miembro también de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos a la que no pertenezco nomás porque no he pagado mis cuotas, la Sociedad decidió dejar de usar el término de “illegal alien”, o “inmigrante ilegal”.
En una resolución muy formal, la Sociedad dice que según su Código de Ética, que anima a los periodistas a ser honestos, justos y valientes; que por estar los medios de comunicación usando términos “llenos de implicaciones políticas” como “illegal alien”, (forastero ilegal) e “inmigrante ilegal” para describir a los inmigrantes, particularmente latinos; que porque constitucionalmente todo el mundo es inocente hasta que se pruebe lo contrario en una corte, y que esto se aplica no solamente a los ciudadanos de Estados Unidos; que porque solo las cortes pueden decidir quién ha cometido un acto ilegal y porque hay preocupación por el uso de un término peyorativo y potencialmente inexacto para describir a unas 11 millones de personas que viven en Estados Unidos, resuelve: “Que la Convención urge a los periodistas y editores de estilo a no usar más el término de inmigrante o forastero ilegal y a reevaluar su uso en su cobertura de noticias”.
No se a usted, pero a mi esto me parece un gran triunfo. Nos otorga de menos el beneficio de la duda, además de que nos devuelve nuestra humanidad, perdida desde que nos volvimos “aliens”, marcianitos y menos que humanos.
La Paja en el Ojo Propio
La nota me hizo pensar que el buen juez por su casa empieza, y me recordó unas notas que he leído por ahí. Busqué y encontré un montón de malos ejemplos.
Para empezar, El Universal: “Salma Hayek confiesa que fue inmigrante ilegal”. Pa’ colmo, la misma Salma: “Fui inmigrante ilegal en Estados Unidos. Fue un periodo corto, pero aún así lo fui”.
Luego, Telemundo 52 de Los Angeles: “La ley de Arizona… criminaliza ser un inmigrante ilegal”. Su competencia Univisión no se queda atrás. Comentando también la nefasta ley SB 1070 de Arizona: “otorga a los departamentos policíacos… cuestionar el estatus de una persona si existe ‘sospecha razonable’ de que es un inmigrante ilegal”.
Otra de las grandes, Yahoo Noticias en Español: “Alaska: Agente de policía es inmigrante ilegal”. Por no variar, MSN Latino noticias: “Tribunal impide la expulsión de una menor, hija de una inmigrante ilegal”.
Terra, la cadena noticiosa de Internet del antes monopolio de la Telefónica de España: “Juez de EEUU dice que inmigrante ilegal se puede casar”. Y otra telefónica, pero mexicana, Unonoticias Telcel: “Una corte de Estados Unidos declara culpables a dos jóvenes de matar a inmigrante ilegal”.
Incluso la estación de radio del Frente Sandinista en Nicaragua, Radio La Primerísima: “Elvira Arellano, una inmigrante ilegal símbolo de los mexicanos en EEUU”.
No falta la agencia noticiosa Reuters: “La ley establece que la policía debe determinar si una persona está en el país de manera legal e interrogarla si… sospecha de que es un inmigrante ilegal”. También la EFE, española: “El rostro humano de la inmigración ilegal. Presentan un libro que analiza la situación de los inmigrantes tras una investigación de diez años”, que los editores de La Opinión de Los Ángeles dejaron pasar así nomás.
Pero lo peor de los peor, si cabe, son estas otras expresiones: El Mañana, de Nuevo Laredo, Tamaulipas: “Recuperan el cadáver de aspirante a ilegal”; El Zócalo, de Saltillo: “Dijo que la persona podría ser un aspirante a ilegal debido a la vestimenta que traía”; el colega columnista Miguel Rojas Salazar, en Expresión Libre: “Un aspirante a ilegal actual, no solo puede enfrentar la terrible pesadilla antes de alcanzar el sueño americano si bien le va”, y finalmente el WordPress en Reporte Frontera: “Fueron presentados ante el Juez Calificador de turno… y turnadas a la representación social de la Federación, quedando el aspirante a ilegal en calidad de presentado”.
Digo lo peor porque se imaginan que alguien puede aspirar a ser ilegal.
Quienes quieren migrar aspiran a una mejor vida, a un mejor futuro, a una mejor chamba, a tener más lana para su familia, a lo que sea menos a ser “ilegales”.
Colegas, no más “ilegales”, ¡por favor!
martes, 11 de octubre de 2011
Más Pronto Cae Calderón…
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Así, exactamente, sin una coma más y sin un acento menos, Felipe Calderón Hinojosa, residente de una cosa conocida como Los Pinos en México, declaró a la cadena de televisión CBS: “La tasa de inmigrantes mexicanos que entra a Estados Unidos se está aproximando a cero”.
Esa tal “aproximación a cero”, arguyó el señor, se debe ni más ni menos que “a los esfuerzos que está haciendo el Gobierno. Estamos haciendo lo que nos corresponde, hay muchas nuevas condiciones, una de ellas la mejora de las oportunidades sociales para los jóvenes: escuelas, hospitales y oportunidades de trabajo”.
Me sonó medio raro desde el principio, porque la mejora de los hospitales, por ejemplo, no creo que tenga que ver con la tasa de inmigración mexicana hacia gringolandia, y a la mejor es que se escapó la palabrita entre dos, cosa que sucede frecuentemente con los políticos cuando no sabes exactamente lo que están diciendo.
Lo mismo con lo de las escuelas, que no se me hace que sean el motivo principal de los jóvenes para emigrar, excepto tal vez para algunos becados de CONACYT, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que da becas para postgrados, maestría y doctorados.
Lo único lógico sería lo de las oportunidades de trabajo. Dijo Calderón que “El año pasado México generó más de 800 mil nuevos empleos”. Curioso, porque su Secretario del Trabajo, Javier Lozano, declaró hace un par de meses que “México podría registrar un incremento neto en el 2011 de alrededor de 600,000 nuevos puestos de trabajo en la economía formal”. Será que los otros 200 mil empleos estarán en el sector informal, de payasitos y tragafuegos en las esquinas.
Si Nos Echan, Nos Regresamos
Namás que toda esa perorata la echó pa’tras otra cifra, una publicada por el periódico gringo The New York Times.
“El número de indocumentados deportados desde Estados Unidos y que regresan a este país desde México ha aumentado, debido a que muchos consideran que su hogar se encuentra ya en territorio estadounidense”, publicó el diario.
Bautizando esta tendencia como el “inmigrante yo-yo”, dice el periódico que “los albergues ubicados en la frontera de México con Estados Unidos no están llenos de recién llegados sino de experimentados viajeros que asumen grandes riesgos para regresar con sus familias, al país que consideran su hogar”. Y sigue: “El 56 por ciento de los arrestos en la frontera en 2010 involucró a personas que ya habían sido previamente capturadas, mientras que el porcentaje era de 44 por ciento en 2005”. Finalmente, “Ha aumentado en los últimos años el número de deportados de Estados Unidos de personas que ya habían sido expulsadas del país”.
Pa’ mí que la cosa se cae de la mata. El “cero” de Calderón ha de estar calculado sobre la base de que los deportados que regresan no cuentan. Como no estaban antes en México, sino en el gabacho, pues no hay que contarlos. Uno menos uno, igual a “cero”.
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Así, exactamente, sin una coma más y sin un acento menos, Felipe Calderón Hinojosa, residente de una cosa conocida como Los Pinos en México, declaró a la cadena de televisión CBS: “La tasa de inmigrantes mexicanos que entra a Estados Unidos se está aproximando a cero”.
Esa tal “aproximación a cero”, arguyó el señor, se debe ni más ni menos que “a los esfuerzos que está haciendo el Gobierno. Estamos haciendo lo que nos corresponde, hay muchas nuevas condiciones, una de ellas la mejora de las oportunidades sociales para los jóvenes: escuelas, hospitales y oportunidades de trabajo”.
Me sonó medio raro desde el principio, porque la mejora de los hospitales, por ejemplo, no creo que tenga que ver con la tasa de inmigración mexicana hacia gringolandia, y a la mejor es que se escapó la palabrita entre dos, cosa que sucede frecuentemente con los políticos cuando no sabes exactamente lo que están diciendo.
Lo mismo con lo de las escuelas, que no se me hace que sean el motivo principal de los jóvenes para emigrar, excepto tal vez para algunos becados de CONACYT, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que da becas para postgrados, maestría y doctorados.
Lo único lógico sería lo de las oportunidades de trabajo. Dijo Calderón que “El año pasado México generó más de 800 mil nuevos empleos”. Curioso, porque su Secretario del Trabajo, Javier Lozano, declaró hace un par de meses que “México podría registrar un incremento neto en el 2011 de alrededor de 600,000 nuevos puestos de trabajo en la economía formal”. Será que los otros 200 mil empleos estarán en el sector informal, de payasitos y tragafuegos en las esquinas.
Si Nos Echan, Nos Regresamos
Namás que toda esa perorata la echó pa’tras otra cifra, una publicada por el periódico gringo The New York Times.
“El número de indocumentados deportados desde Estados Unidos y que regresan a este país desde México ha aumentado, debido a que muchos consideran que su hogar se encuentra ya en territorio estadounidense”, publicó el diario.
Bautizando esta tendencia como el “inmigrante yo-yo”, dice el periódico que “los albergues ubicados en la frontera de México con Estados Unidos no están llenos de recién llegados sino de experimentados viajeros que asumen grandes riesgos para regresar con sus familias, al país que consideran su hogar”. Y sigue: “El 56 por ciento de los arrestos en la frontera en 2010 involucró a personas que ya habían sido previamente capturadas, mientras que el porcentaje era de 44 por ciento en 2005”. Finalmente, “Ha aumentado en los últimos años el número de deportados de Estados Unidos de personas que ya habían sido expulsadas del país”.
Pa’ mí que la cosa se cae de la mata. El “cero” de Calderón ha de estar calculado sobre la base de que los deportados que regresan no cuentan. Como no estaban antes en México, sino en el gabacho, pues no hay que contarlos. Uno menos uno, igual a “cero”.
lunes, 26 de septiembre de 2011
Los Dueños del Boicot
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Por varias razones, argumentan, el boicot contra el estado de Arizona ya se acabó. O más bien se acabó para el Consejo Nacional de La Raza (NCLR), esa dinosáurica organización al servicio del Partido Demócrata en Washington, el ejército de Estados Unidos y las compañías que quieren venderle productos a los latino en el país.
Por sus pantalones, NCLR declaró que levantaba el boicot declarado contra Arizona por cause de la nefasta ley SB1070. Así nomás. En explicación posterior, la Directora Ejecutiva de La Raza Janet Murguía aclaró, después de una tonelada de críticas, que no era que “levantaran el boicot”, sino que “dejaban de participar en él”.
Menos mal. Por un momento pensé que las luchas populares tenían dueño, como si fueran balón de fútbol, y que el dueño del balón se lo podía llevar a su casa cuando se aburriera de jugar o fuera perdiendo.
Por ahí entre la información de prensa sobre el “levantamiento del boicot se coló también la nota de que el alcalde de Phoenix, Arizona, había hecho varias llamadas diciendo más o menos que “a’i muere con el boicot y mejor hablamos de reforma migratoria”, así que La Raza feliz y contenta dijo “órale” y decidió por todos que Arizona ya no debe sufrir. Más pior, NCLR dice que ahora “ayudará al estado a recuperarse”.
“Esperamos”, termina la declaración de Murguía, “que con este cambio de táctica podamos unir a quienes apoyan la SB1070 y quienes se oponen a ella, a encontrar un campo común para avanzar en soluciones al sistema Migratorio.
En Esta Esquina….
Yo no sé de dónde NCLR saca esta idea de que puede servir de árbitro entre el Tea Party y el movimiento por la defensa de los derechos de los inmigrantes.
Para recordársela, la historia, claro, el boicot lo declararon docenas de organizaciones inmigrantes a lo largo y ancho del país, porque la Ley SB1070 tenía fuertes perfiles raciales y prácticamente establecía una ley migratoria en el estado, peor que la federal.
Para refrescársela, la historia, claro, la Ley existe y es Ley, aunque la Suprema Corte declaró nulas varias de sus peores partes, pero sigue siendo Ley, y la gobernadora Jan Brewer acaba de declarar que buscará que la Suprema Corte le levante la anulación.
Para seguírsela refrescando, la SB1070 sirvió de ejemplo para que otros estados, entre ellos Georgia, por ejemplo, aprobara leyes terribles sobre inmigración, continuando el experimento discriminatorio de Arizona.
Por si necesita que se la sigamos recordando, el boicot le costó a Arizona por lo menos unos 140 millones de dólares en productos que no se compraron, convenciones y viajes cancelados y demás, nada mal para una acción popular de miles de individuos decididos a no permitir que los traten a patadas. El boicot fue creativo, logrando por ejemplo que Manu Chao hiciera un festival para la raza (la nuestra, no La Raza de Washington) sin dejar un solo centavo de impuestos en Arizona, como parte de la llamada la Huelga de Sonido Contra Arizona.
En fin. Posiblemente en vez de seguírsela refrescando al Consejo Nacional de La Raza, debíamos acordarnos nosotros de quienes son ellos. Son la organización que tiene “conferencias nacionales” patrocinadas por el Ejército de Estados Unidos, en las que se incluyen puestos para reclutar jóvenes latinos al “Army”, y que más bien parecen fiestas comerciales en las que las compañías que quieren sacarle lana a los inmigrantes vendiéndoles en español productos elaborados por trabajadores inmigrantes miserablemente explotados en sus fábricas a salario mínimo se anuncian con bombo y platillo.
No son “la raza”. Son La Raza, los mercaderes del pueblo. Pero el boicot no es de ellos. Es nuestro.
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Por varias razones, argumentan, el boicot contra el estado de Arizona ya se acabó. O más bien se acabó para el Consejo Nacional de La Raza (NCLR), esa dinosáurica organización al servicio del Partido Demócrata en Washington, el ejército de Estados Unidos y las compañías que quieren venderle productos a los latino en el país.
Por sus pantalones, NCLR declaró que levantaba el boicot declarado contra Arizona por cause de la nefasta ley SB1070. Así nomás. En explicación posterior, la Directora Ejecutiva de La Raza Janet Murguía aclaró, después de una tonelada de críticas, que no era que “levantaran el boicot”, sino que “dejaban de participar en él”.
Menos mal. Por un momento pensé que las luchas populares tenían dueño, como si fueran balón de fútbol, y que el dueño del balón se lo podía llevar a su casa cuando se aburriera de jugar o fuera perdiendo.
Por ahí entre la información de prensa sobre el “levantamiento del boicot se coló también la nota de que el alcalde de Phoenix, Arizona, había hecho varias llamadas diciendo más o menos que “a’i muere con el boicot y mejor hablamos de reforma migratoria”, así que La Raza feliz y contenta dijo “órale” y decidió por todos que Arizona ya no debe sufrir. Más pior, NCLR dice que ahora “ayudará al estado a recuperarse”.
“Esperamos”, termina la declaración de Murguía, “que con este cambio de táctica podamos unir a quienes apoyan la SB1070 y quienes se oponen a ella, a encontrar un campo común para avanzar en soluciones al sistema Migratorio.
En Esta Esquina….
Yo no sé de dónde NCLR saca esta idea de que puede servir de árbitro entre el Tea Party y el movimiento por la defensa de los derechos de los inmigrantes.
Para recordársela, la historia, claro, el boicot lo declararon docenas de organizaciones inmigrantes a lo largo y ancho del país, porque la Ley SB1070 tenía fuertes perfiles raciales y prácticamente establecía una ley migratoria en el estado, peor que la federal.
Para refrescársela, la historia, claro, la Ley existe y es Ley, aunque la Suprema Corte declaró nulas varias de sus peores partes, pero sigue siendo Ley, y la gobernadora Jan Brewer acaba de declarar que buscará que la Suprema Corte le levante la anulación.
Para seguírsela refrescando, la SB1070 sirvió de ejemplo para que otros estados, entre ellos Georgia, por ejemplo, aprobara leyes terribles sobre inmigración, continuando el experimento discriminatorio de Arizona.
Por si necesita que se la sigamos recordando, el boicot le costó a Arizona por lo menos unos 140 millones de dólares en productos que no se compraron, convenciones y viajes cancelados y demás, nada mal para una acción popular de miles de individuos decididos a no permitir que los traten a patadas. El boicot fue creativo, logrando por ejemplo que Manu Chao hiciera un festival para la raza (la nuestra, no La Raza de Washington) sin dejar un solo centavo de impuestos en Arizona, como parte de la llamada la Huelga de Sonido Contra Arizona.
En fin. Posiblemente en vez de seguírsela refrescando al Consejo Nacional de La Raza, debíamos acordarnos nosotros de quienes son ellos. Son la organización que tiene “conferencias nacionales” patrocinadas por el Ejército de Estados Unidos, en las que se incluyen puestos para reclutar jóvenes latinos al “Army”, y que más bien parecen fiestas comerciales en las que las compañías que quieren sacarle lana a los inmigrantes vendiéndoles en español productos elaborados por trabajadores inmigrantes miserablemente explotados en sus fábricas a salario mínimo se anuncian con bombo y platillo.
No son “la raza”. Son La Raza, los mercaderes del pueblo. Pero el boicot no es de ellos. Es nuestro.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Las matemáticas de Obama
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“No es guerra de clases”, dijo Barack Obama hace unos días cuando propuso al congreso de Estados unidos una reforma fiscal profunda que incluye el recorte de gastos del gobierno federal (léase recortes a los servicios sociales, básicamente), a cambio de aumentar los impuestos de los más ricos. “Tenemos una de las tasas impositivas más altas del mundo, pero que está llena de excepciones para quienes más dinero ganan”, dijo el presidente. “es una cuestión de matemáticas”.
La bronca es que quiensabe de cuáles matemáticas usa el presidente cuando propone estas cosas. Y como siempre, el diablo está en los detalles, en este caso en particular, en la palabra “ganan”.
Ganar tiene muchos posibles significados, como “ganárselo con el sudor de su frente” o “ganárselo en una rifa”. En el caso de la propuesta de impuestos de Obama, se refiere a la primera categoría, a lo que uno “gana” trabajando. Dice que mientras más gane uno, más impuestos debe pagar. Suena bien padre, ¿no? ¡Los pobres pagarían bien poquito y los archimillonarios un chorro!
Pues no.
La trampa está en que los archimillonarios “ganan” dinero con inversiones, no en salarios. Los ejecutivos con salarios más altos en el país no ganan más que unos cuantos millones de dólares al año, pero “ganan” cientos de millones por sus acciones y tranzas en la bolsa de valores y por ser dueños del 90 por ciento del planeta. Y la mayoría de las ganancias de esas inversiones están libres de impuestos o casi no pagan nada.
1 por Ciento de Un Chorro…
Para ilustrar el caso, van unos números: el texano Michael McCaul gana 140 mil dólares en salarios anuales, pero tiene una fortuna de 287 millones de dólares; Jim Renacci, de Ohio, también se embolsa 140 mil dólares al año en salarios pero tiene acumulados 35.9 millones en inversiones, casas y otras cositas. Y Richard Blumenthal, de Connecticut tiene 54.9 milloncejos.
Otro millonario, Kevin Bogardus, ganó el último año otros 140 mil dólares en salarios, pero 60 millones por inversiones en bienes raíces en California y en una compañía de sistemas de seguridad para automóviles.
Otro más, John Kerry, se vio pobre. Solamente aumentó su riqueza en 5 millones de dólares, pero es que bajó sus deudas financieras de 44 a 39 millones, así que tiene una fortuna total calculada en 232 millones de dólares, entre otras cosas gracias a su esposa, la heredera de la marca Heinz de mostazas y mayonesas.
¿Le suenan conocidos los nombres? A la mejor será porque todos son senadores o congresistas, Demócratas o Republicanos, y su trabajo es precisamente votar por propuestas como la de Obama. Nomás entre los 50 más ricos del Congreso, se echan un total de mil 600 millones de dólares en sus fortunitas personales.
En resumen, otro punto malo para don Barack, que ya olvídese de las matemáticas. Parece no saber ni la aritmética simple para saber cuántos millonarios tiene en el Congreso y que nunca jamás votarían por aumentarse los impuestos ellos solitos.
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“No es guerra de clases”, dijo Barack Obama hace unos días cuando propuso al congreso de Estados unidos una reforma fiscal profunda que incluye el recorte de gastos del gobierno federal (léase recortes a los servicios sociales, básicamente), a cambio de aumentar los impuestos de los más ricos. “Tenemos una de las tasas impositivas más altas del mundo, pero que está llena de excepciones para quienes más dinero ganan”, dijo el presidente. “es una cuestión de matemáticas”.
La bronca es que quiensabe de cuáles matemáticas usa el presidente cuando propone estas cosas. Y como siempre, el diablo está en los detalles, en este caso en particular, en la palabra “ganan”.
Ganar tiene muchos posibles significados, como “ganárselo con el sudor de su frente” o “ganárselo en una rifa”. En el caso de la propuesta de impuestos de Obama, se refiere a la primera categoría, a lo que uno “gana” trabajando. Dice que mientras más gane uno, más impuestos debe pagar. Suena bien padre, ¿no? ¡Los pobres pagarían bien poquito y los archimillonarios un chorro!
Pues no.
La trampa está en que los archimillonarios “ganan” dinero con inversiones, no en salarios. Los ejecutivos con salarios más altos en el país no ganan más que unos cuantos millones de dólares al año, pero “ganan” cientos de millones por sus acciones y tranzas en la bolsa de valores y por ser dueños del 90 por ciento del planeta. Y la mayoría de las ganancias de esas inversiones están libres de impuestos o casi no pagan nada.
1 por Ciento de Un Chorro…
Para ilustrar el caso, van unos números: el texano Michael McCaul gana 140 mil dólares en salarios anuales, pero tiene una fortuna de 287 millones de dólares; Jim Renacci, de Ohio, también se embolsa 140 mil dólares al año en salarios pero tiene acumulados 35.9 millones en inversiones, casas y otras cositas. Y Richard Blumenthal, de Connecticut tiene 54.9 milloncejos.
Otro millonario, Kevin Bogardus, ganó el último año otros 140 mil dólares en salarios, pero 60 millones por inversiones en bienes raíces en California y en una compañía de sistemas de seguridad para automóviles.
Otro más, John Kerry, se vio pobre. Solamente aumentó su riqueza en 5 millones de dólares, pero es que bajó sus deudas financieras de 44 a 39 millones, así que tiene una fortuna total calculada en 232 millones de dólares, entre otras cosas gracias a su esposa, la heredera de la marca Heinz de mostazas y mayonesas.
¿Le suenan conocidos los nombres? A la mejor será porque todos son senadores o congresistas, Demócratas o Republicanos, y su trabajo es precisamente votar por propuestas como la de Obama. Nomás entre los 50 más ricos del Congreso, se echan un total de mil 600 millones de dólares en sus fortunitas personales.
En resumen, otro punto malo para don Barack, que ya olvídese de las matemáticas. Parece no saber ni la aritmética simple para saber cuántos millonarios tiene en el Congreso y que nunca jamás votarían por aumentarse los impuestos ellos solitos.
martes, 13 de septiembre de 2011
Celebrando el 11
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
No es culpa nuestra, sino del calendario. El 11 de septiembre, cuando todo el mundo en Estados Unidos debía supuestamente haber estado guardando luto y recordando los muertos de hace diez as en las Torres Gemelas, los mexicanos andaban desfilando alegremente por las calles en todo México del Norte.
Cayó en domingo, el domingo previo a la noche del Grito de Independencia y pues ni modo, había que celebrar. Pero las celebraciones no solamente ocurrieron acá en el norte, sino también en el sur.
Culpa del calendario otra vez, pero sucede que desde marzo de este año la Cámara de Diputados aprobó que en México el 11 de septiembre fuera fecha de fiesta nacional. El acuerdo agregó la fecha a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, porque ese día el ejército nacional le puso en la torre a los españoles que trataban de re-invadir México a ocho años de firmada la Independencia.
A los exdueños del país se les ocurrió que la habían regado y patrocinaron a un grupo de aventureros que invadieron el puerto de Tampico y a los dueños reales del país no les quedó más remedio que recordarles la Madre Patria.
Curiosamente, no se dedica el día al general que dirigió a los mexicanos a esa victoria, como se hace con Zaragoza el 5 de Mayo, a la mejor porque era un cuate veracruzano de nombre Antonio López de Santa Anna, que unos añitos más tarde vendió la mitad del territorio a los gringos y ni se lo pagaron. La victoria se le atribuye a Vicente Guerrero, entonces presidente del país.
Curiosamente, también el 11 de Septiembre pero de 1855 fue cuando Santa Anna fue corrido definitivamente del país.
Recordando a todos
Pero si de recordar víctimas se trata, el 11 de Septiembre, habría que acordarse de todos, no nomás de algunos.
Para empezar, de los 40 inmigrantes indocumentados que las autoridades de Nueva York, entre ellas la alcaldía y la policía, descontaron de la cifra oficial de fallecidos en las Torres Gemelas con el ridículo argumento de que "no se pudo demostrar su existencia". No es que no se hayan encontrado sus cuerpos sino que se declaró que no se podía demostrar que vivieron porque no tenían papeles oficiales, requisito indispensable para poder reconocer que habían muerto. Es como haber dicho que los meseros y cocineros y demás trabajadores de las Torres que no tenían papeles eran fantasmas.
Para seguir, recordemos a los 3,500 hombres, mujeres y niños irlandeses asesinados por Inglaterra en 1649, en la masacre de Drogheda ordenada por Oliver Cromwell, y luego a los catalanes muertos en 1714, cuando España los conquistó.
Pa’ seguir, a los hondureños asesinados en la invasión gringa a su país en 1919, y a los palestinos de 1922, cuando Inglaterra se declaró dueña de su país.
A los del 2001 también, claro, pero a todos, y luego a los 80 que han muerto por cada uno que murió en las Torres, en Irak, Afganistán y que no tuvieron nada que ver con nada.
Y de pilón, a los miles de chilenos torturados, asesinados, arrestados y exilados por el criminal golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, cuando un general apoyado por Estados Unidos asesinó a un presidente constitucionalmente electo, argumentando que era lo mejor para su país.
Honor a todos los muertos.
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
No es culpa nuestra, sino del calendario. El 11 de septiembre, cuando todo el mundo en Estados Unidos debía supuestamente haber estado guardando luto y recordando los muertos de hace diez as en las Torres Gemelas, los mexicanos andaban desfilando alegremente por las calles en todo México del Norte.
Cayó en domingo, el domingo previo a la noche del Grito de Independencia y pues ni modo, había que celebrar. Pero las celebraciones no solamente ocurrieron acá en el norte, sino también en el sur.
Culpa del calendario otra vez, pero sucede que desde marzo de este año la Cámara de Diputados aprobó que en México el 11 de septiembre fuera fecha de fiesta nacional. El acuerdo agregó la fecha a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, porque ese día el ejército nacional le puso en la torre a los españoles que trataban de re-invadir México a ocho años de firmada la Independencia.
A los exdueños del país se les ocurrió que la habían regado y patrocinaron a un grupo de aventureros que invadieron el puerto de Tampico y a los dueños reales del país no les quedó más remedio que recordarles la Madre Patria.
Curiosamente, no se dedica el día al general que dirigió a los mexicanos a esa victoria, como se hace con Zaragoza el 5 de Mayo, a la mejor porque era un cuate veracruzano de nombre Antonio López de Santa Anna, que unos añitos más tarde vendió la mitad del territorio a los gringos y ni se lo pagaron. La victoria se le atribuye a Vicente Guerrero, entonces presidente del país.
Curiosamente, también el 11 de Septiembre pero de 1855 fue cuando Santa Anna fue corrido definitivamente del país.
Recordando a todos
Pero si de recordar víctimas se trata, el 11 de Septiembre, habría que acordarse de todos, no nomás de algunos.
Para empezar, de los 40 inmigrantes indocumentados que las autoridades de Nueva York, entre ellas la alcaldía y la policía, descontaron de la cifra oficial de fallecidos en las Torres Gemelas con el ridículo argumento de que "no se pudo demostrar su existencia". No es que no se hayan encontrado sus cuerpos sino que se declaró que no se podía demostrar que vivieron porque no tenían papeles oficiales, requisito indispensable para poder reconocer que habían muerto. Es como haber dicho que los meseros y cocineros y demás trabajadores de las Torres que no tenían papeles eran fantasmas.
Para seguir, recordemos a los 3,500 hombres, mujeres y niños irlandeses asesinados por Inglaterra en 1649, en la masacre de Drogheda ordenada por Oliver Cromwell, y luego a los catalanes muertos en 1714, cuando España los conquistó.
Pa’ seguir, a los hondureños asesinados en la invasión gringa a su país en 1919, y a los palestinos de 1922, cuando Inglaterra se declaró dueña de su país.
A los del 2001 también, claro, pero a todos, y luego a los 80 que han muerto por cada uno que murió en las Torres, en Irak, Afganistán y que no tuvieron nada que ver con nada.
Y de pilón, a los miles de chilenos torturados, asesinados, arrestados y exilados por el criminal golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, cuando un general apoyado por Estados Unidos asesinó a un presidente constitucionalmente electo, argumentando que era lo mejor para su país.
Honor a todos los muertos.
martes, 6 de septiembre de 2011
Tu Tío y el Mío
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
No es novedad en ningún lugar en Estados Unidos: una persona mete la pata un día, se echa unas copas de más y es detenida por conducir en estado de ebriedad. De que manejar briago es peligroso y erróneo, ni quien lo dude, y algún día habría que acabar con esa posibilidad, a la mejor haciendo que todos los coches prendan nomás si el conductor le sopla en un alcoholímetro integrado, como ya se hace con los borrachines consuetudinarios, o acabando de una vez por todas con el alcohol.
Pero mientras eso pasa, todos estamos en riesgo de que nuestro tío nos llame un día diciendo que lo pescaron con un trago de más y está en el tambo y se lo va a llevar La Migra. Y cuando digo todos, quiero decir todos, incluido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Eso le pasó al presi hace unos días, cuando un cuate de nombre Onyango Obama, de 67 años, en Framingham, Massachussets se pasó un alto y chocó con una patrulla… así que fue arrestado por sospechas de manejar bajo los efectos del alcohol. Tenía Seguro Social y licencia de manejo, pero también tenía una orden pendiente de deportación.
Conocido como “el Tío Omar” en el libro de Barack Obama “Memorias de mi Padre”, Obama admitió haberse echado dos chelas, fue arrestado y le pusieron un “Immigration Hold”, y cuando le preguntaron si quería hacer una llamada dijo que si, que “a la Casa Blanca”.
Es medio hermano del padre de Barack Obama y de la ahora famosa Zeituni Onyango, tía de Barack que fue descubierta viviendo en una vivienda subsidiada y quien tenía también una orden pendiente de deportación que se solucionó revisando su caso y el veredicto milagroso de que ella tenía razón y debió haber ganado su caso hace muchos años.
Los 300 Mil Tíos
El caso de Onyango cae justito en medio del anuncio de su sobrino Barack de revisar los casos de unos 300 mil inmigrantes en proceso de deportación y no deportarlos si no tienen “antecedentes penales”, es decir, que no sean asesinos, narcos, ladrones o violadores. Se oye bien bonito pero la trampa está en la declaración misma.
Onyango, y pa’l caso su hermana Zeituni resultan ser “criminales” según los estándares de la actual ley. Los dos tenían órdenes pendientes de deportación porque no se salieron del país cuando perdieron sus casos de inmigración. Pa’ pior, en algunos estados Onyango sería doblemente criminal porque además estaba manejando bajo la influencia del alcohol, y eso se considera un “delito criminal”, especialmente si se combina con la falta licencia de manejo. Pero el solo hecho de estar aquí después de habérsele ordenado salir ya lo fregó: es un “criminal”.
Y eso es muy interesante. Si Onyango fuera un inmigrante común y silvestre, la revisión de su caso sería inmediatamente negativa, por “criminal”, y tendría que ser deportado. Pero como es pariente de Barack no nos extrañaría que suceda, “milagrosamente”, que se quede porque se revise su caso de asilo y un juez por ahí diga que el primer juez se equivocó y demás, como pasó con Zeituni el año pasado.
Y esa será una prueba de fuego para la cacareada “nueva política migratoria” de Barack Obama. Si su tío es criminal, entonces todos nuestros tíos lo son, todos coludos y todos rabones, por andar tomando y manejando y por chocar contra patrullas y por tener deportaciones pendientes.
Pero si su tío se queda porque “no tiene antecedentes criminales” y se puede “revisar su caso”, entonces todos nuestros tíos debían poder quedarse, aunque no puedan hacer su “llamada a la Casa Blanca” cuando los agarre la chota…
lunes, 29 de agosto de 2011
Voto Ciego y Gratuito
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Otra vez, los mexicanos en el exterior del país fueron considerados demasiado extraños como para tratarlos como mexicanos. Es el resultado de un acuerdo del IFE, Instituto Federal Electoral hace unos días, para entregarle recursos a organizaciones no lucrativas para que promuevan el voto en las elecciones federales de 2012… siempre y cuando estén en México.
Es solamente una más en la lista de medidas restrictivas contra los mexicanos en el exterior y sus derechos políticos, y que por estar en el exterior pareciera que no son mexicanos.
La primera, muy conocida, es que no tenemos derecho a conseguir en el extranjero una credencial de elector, porque el IFE se niega a expedir credenciales fuera de los límites territoriales de la República Mexicana, haciendo de lado que para todo efecto legal los consulados y embajadas son considerados territorio nacional. El IFE bien podría poner módulos en muchos consulados y hacer ahí los trámites, elaborar las credenciales en México y entregarlas nuevamente en los consulados y embajadas. Pero no.
La segunda es que estamos obligados a decir mentiras, lo cual es delito electoral, para registrarnos en México, por lo menos los que tenemos chance de ir al terruño y volver pa’ca, porque tenemos que presentar una dirección que esté dentro de un distrito electoral en territorio nacional, y no se aceptan nuestras direcciones reales en Chicago o Nueva York.
En tercer lugar, estamos obligados a emitir un voto a ciegas, porque está terminantemente prohibido hacer ningún tipo de campaña y propaganda electoral en el extranjero, no sea que los gringos vayan a influir en los destinos del país. Me imagino que el hecho de que la DEA y la CIA operen libremente en México no influye en estos destinos, claro…
Y de remate, las organizaciones sin fines de lucro que estén fuera del país no recibirán ni uno centavo de los “apoyos económicos” de hasta 90 mil pesos, unos 8 mil dólares, que este tipo de agrupaciones recibirán en México.
En resumen, seguimos teniendo un voto amarrado, restringido, ciego y ahora hasta de a gratis y totalmente voluntario. Es decir, que quienes quieran promover el derecho y obligación de los mexicanos a votar desde el extranjero lo tendrán que hacer de manera voluntaria, en sus ratos libres y en fines de semana. Algunos activistas mexicanos califican esto de discriminación, pero yo creo que es más bien miedo.
Nos tienen miedo a los migrantes porque no nos pueden amarrar, porque no nos pueden comprar el voto con una torta o una despensa, y no pueden obligarnos a votar por fulano o zutano para registrar a nuestros niños en la escuela.
Le tienen miedo a un voto sano, abierto, con registro fácil y con información sobre los candidatos. Le tienen miedo, parece, a una cosa que se llama “democracia”…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Otra vez, los mexicanos en el exterior del país fueron considerados demasiado extraños como para tratarlos como mexicanos. Es el resultado de un acuerdo del IFE, Instituto Federal Electoral hace unos días, para entregarle recursos a organizaciones no lucrativas para que promuevan el voto en las elecciones federales de 2012… siempre y cuando estén en México.
Es solamente una más en la lista de medidas restrictivas contra los mexicanos en el exterior y sus derechos políticos, y que por estar en el exterior pareciera que no son mexicanos.
La primera, muy conocida, es que no tenemos derecho a conseguir en el extranjero una credencial de elector, porque el IFE se niega a expedir credenciales fuera de los límites territoriales de la República Mexicana, haciendo de lado que para todo efecto legal los consulados y embajadas son considerados territorio nacional. El IFE bien podría poner módulos en muchos consulados y hacer ahí los trámites, elaborar las credenciales en México y entregarlas nuevamente en los consulados y embajadas. Pero no.
La segunda es que estamos obligados a decir mentiras, lo cual es delito electoral, para registrarnos en México, por lo menos los que tenemos chance de ir al terruño y volver pa’ca, porque tenemos que presentar una dirección que esté dentro de un distrito electoral en territorio nacional, y no se aceptan nuestras direcciones reales en Chicago o Nueva York.
En tercer lugar, estamos obligados a emitir un voto a ciegas, porque está terminantemente prohibido hacer ningún tipo de campaña y propaganda electoral en el extranjero, no sea que los gringos vayan a influir en los destinos del país. Me imagino que el hecho de que la DEA y la CIA operen libremente en México no influye en estos destinos, claro…
Y de remate, las organizaciones sin fines de lucro que estén fuera del país no recibirán ni uno centavo de los “apoyos económicos” de hasta 90 mil pesos, unos 8 mil dólares, que este tipo de agrupaciones recibirán en México.
En resumen, seguimos teniendo un voto amarrado, restringido, ciego y ahora hasta de a gratis y totalmente voluntario. Es decir, que quienes quieran promover el derecho y obligación de los mexicanos a votar desde el extranjero lo tendrán que hacer de manera voluntaria, en sus ratos libres y en fines de semana. Algunos activistas mexicanos califican esto de discriminación, pero yo creo que es más bien miedo.
Nos tienen miedo a los migrantes porque no nos pueden amarrar, porque no nos pueden comprar el voto con una torta o una despensa, y no pueden obligarnos a votar por fulano o zutano para registrar a nuestros niños en la escuela.
Le tienen miedo a un voto sano, abierto, con registro fácil y con información sobre los candidatos. Le tienen miedo, parece, a una cosa que se llama “democracia”…
viernes, 19 de agosto de 2011
Is It Amnesty…
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Immigrants without papers arrested and in process of deportation but without a criminal record would be able to stay in the country. Those two lines are the whole meaning of a change in direction of Barack Obama’s immigration policy announced this week, ordering the review, on case-by-case bases, of some 300 thousand people without immigration documents currently in the hands of government.
“From the perspective of public safety and law enforcement”, wrote homeland Security’s Janet Napolitano in a letter sent to a Group of Senator who support immigration reform, “homeland Security’s resources should focus on our highest priorities… or we will fail in our mission, will crowd immigration courts and waste resources we should be using on those individuals who are a real problem for public safety”.
Awkward wording, simply meaning ‘we should not be deporting honest workers even if they had a drink too many, and we should really go after drug dealers and rapists’.
Shame there is another document made public not so long ago announcing that Homeland Security’s goal for the year was to deport half-a-million immigrants. We would sure have liked the new letter to clearly say ‘that goal is no longer valid’. Otherwise, the contradiction will be too gross. If the goal is still valid, then detentions will keep happening at their current maddening pace, and then they will take the time to check each case to see if it was worth to detain so many people or not.
In other words, if that is the case, we are tempted to recommend all undocumented immigrants to do their best to get arrested (unless they have ‘real’ criminal records, because the new policy means they could end up getting a work permit, Social Security number and possibly their Green Cards.
To put it simple, Obama finally gave us what we have demanded for so long, a sort of amnesty, even if the path takes us first to jail.
Or Just Another Promise?
But, as all immigration activists told me when I asked them their opinion when the announcement was made, we are like Saint Thomas, who wisely said: “Seeing is Believing”.
I strongly agree. Only one organization publicly declared that “Obama Listened To Us”, when the announcement came, but what I think Obama heard was the very wide and transparent threat that “Without Legalization There Will Not Be Reelection”.
Because Obama is a politician in the middle of a campaign, and politicians in campaign measure the effects their actions will have in the next election, and Barack knows that no immigrant will give him a vote in 2012 if he keeps deporting housekeepers, nannies, aunts, uncles and cousins and workers who have been here for 20 years working from sunup to sundown, paying taxes they can claim back.
The bad part of any campaigning politician is that they promise everything just for the sake of getting votes, and then they don’t deliver. I guess no one has forgotten Obama promised “immigration reform in my first 90 days in office”, and he’s been there for about a thousand days and we did not see it. What we saw were one million people deported.
If the guy in the White House is really serious, then he would have to complement his “new immigration policy” with some actions: he has to get rid of E-Verify; he has to cancel Secure Communities; he should eliminate the 287-G Polimigra agreements, and he should stop repeating “the law is the law and we have to enforce it”.
If the takes some action, then we may do as Saint Thomas and start believing… if not, if there is nothing but a letter from Janet Napolitano to some Senators and see the Polimigra still acting, Secure Communities and other anti-immigrant programs still in place, then we will not believe and he will still lose his beautiful house in Washington in November of next year…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Immigrants without papers arrested and in process of deportation but without a criminal record would be able to stay in the country. Those two lines are the whole meaning of a change in direction of Barack Obama’s immigration policy announced this week, ordering the review, on case-by-case bases, of some 300 thousand people without immigration documents currently in the hands of government.
“From the perspective of public safety and law enforcement”, wrote homeland Security’s Janet Napolitano in a letter sent to a Group of Senator who support immigration reform, “homeland Security’s resources should focus on our highest priorities… or we will fail in our mission, will crowd immigration courts and waste resources we should be using on those individuals who are a real problem for public safety”.
Awkward wording, simply meaning ‘we should not be deporting honest workers even if they had a drink too many, and we should really go after drug dealers and rapists’.
Shame there is another document made public not so long ago announcing that Homeland Security’s goal for the year was to deport half-a-million immigrants. We would sure have liked the new letter to clearly say ‘that goal is no longer valid’. Otherwise, the contradiction will be too gross. If the goal is still valid, then detentions will keep happening at their current maddening pace, and then they will take the time to check each case to see if it was worth to detain so many people or not.
In other words, if that is the case, we are tempted to recommend all undocumented immigrants to do their best to get arrested (unless they have ‘real’ criminal records, because the new policy means they could end up getting a work permit, Social Security number and possibly their Green Cards.
To put it simple, Obama finally gave us what we have demanded for so long, a sort of amnesty, even if the path takes us first to jail.
Or Just Another Promise?
But, as all immigration activists told me when I asked them their opinion when the announcement was made, we are like Saint Thomas, who wisely said: “Seeing is Believing”.
I strongly agree. Only one organization publicly declared that “Obama Listened To Us”, when the announcement came, but what I think Obama heard was the very wide and transparent threat that “Without Legalization There Will Not Be Reelection”.
Because Obama is a politician in the middle of a campaign, and politicians in campaign measure the effects their actions will have in the next election, and Barack knows that no immigrant will give him a vote in 2012 if he keeps deporting housekeepers, nannies, aunts, uncles and cousins and workers who have been here for 20 years working from sunup to sundown, paying taxes they can claim back.
The bad part of any campaigning politician is that they promise everything just for the sake of getting votes, and then they don’t deliver. I guess no one has forgotten Obama promised “immigration reform in my first 90 days in office”, and he’s been there for about a thousand days and we did not see it. What we saw were one million people deported.
If the guy in the White House is really serious, then he would have to complement his “new immigration policy” with some actions: he has to get rid of E-Verify; he has to cancel Secure Communities; he should eliminate the 287-G Polimigra agreements, and he should stop repeating “the law is the law and we have to enforce it”.
If the takes some action, then we may do as Saint Thomas and start believing… if not, if there is nothing but a letter from Janet Napolitano to some Senators and see the Polimigra still acting, Secure Communities and other anti-immigrant programs still in place, then we will not believe and he will still lose his beautiful house in Washington in November of next year…
¿Miniamnistía?
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Los inmigrantes arrestados y en proceso de deportación que no tengan un expediente criminal podrían quedarse en el país. Esa frase resume de alguna manera el viraje en la política de Barack Obama para La Migra esta semana, que prácticamente ordena la revisión, uno por uno, de aproximadamente 300 mil casos de inmigrantes sin papeles en las garras del gobierno.
“Desde la perspectiva de la seguridad pública y la ejecución de la ley”, mando a decir la jefa de Seguridad Nacional Janet Napolitano a un grupo de senadores que apoyan la reforma migratoria, “los recursos de Seguridad Nacional deben enfocarse en nuestras más altas prioridades… o fallaremos en nuestra misión, atiborraremos las cortes migratorias y desperdiciaremos recursos que debíamos usar en los individuos que son un problema real para la seguridad pública”.
Entreverada la frase, pero significa que para qué agarrar trabajadores honestos aunque anden manejando con dos copas de más, cuando debían andar sobre narcos y violadores.
Lástima que había otro documento circulando por ahí no hace mucho, que establecía que la meta de Seguridad Nacional para este año era deportar a medio millón de inmigrantes. Nos hubiera gustado que la nueva carta dijera explícitamente que la meta ya no vale. De otra forma habría una contradicción muy grande. Si todavía quieren lograr su meta, entonces las detenciones seguirán al ritmo que van, a lo bestia, y después revisarán los casos uno por uno para ver si valía la pena detener o no a la persona.
Suena chistoso, porque si es así, entonces casi casi tendríamos que recomendarle a todo el mundo que ahora sise deje agarrar (a menos que tenga sus cositas pendientes con la ley), porque con la nueva política tendrían garantizado su permiso de trabajo, número de Seguro Social y posiblemente residencia legal.
Como quien dice, finalmente Obama nos estaría dando la amnistía que tanto hemos buscado, a cambio de pasar primero por alguna cárcel.
¿O Maxipromesa?
Pero como dijeron todos los activistas en favor de la inmigración con los que platiqué cuando se anunció la nueva política, “Como Santo Tomás, hasta no ver no creer…”
Y yo me sumo entusiastamente a este punto de vista. Por ahí alguna organización sacó un comunicado de prensa diciendo “Obama nos escuchó”, alabando el cambio de política, pero lo que yo creo que Obama escuchó fue la amenaza muy transparente de miles y miles de inmigrantes de que “no hay reelección sin legalización”.
Porque Obama es un político en campaña, y los políticos en campaña miden los efectos de sus acciones en la próxima votación, y Barack sabe que ningún latino y ningún inmigrante va a votar por él en 2012 si sigue deportando niñeras, tías, primos y abuelitas, y trabajadores que llevan aquí 20 años partiéndose el lomo y pagando impuestos que no pueden reclamar.
Y lo malo de todo político en campaña es que prometen todo, hasta lo que en realidad no va a hacer. Creo que a nadie se le ha olvidado que Obama prometió “reforma migratoria en sus primeros 90 días en la Casa Blanca”, y lleva casi mil días y nada de nada…
O más bien, algo de algo, porque lleva un millón de deportados…
Si el chamaco de la Casa Blanca de veras es serio, entonces tiene que complementar su “nueva política” con algunas acciones claras y concretas: tiene que eliminar la idiotez de E-Verify; tiene que cancelar la chorrada de Comunidades Seguras”; tiene que cancelar sus acuerdos de Polimigra y tiene que dejar de decir de una vez por todas que “la ley es la ley y hay que ejercerla”.
Si une las acciones a las palabras, entonces podemos empezar a hacer lo que decía Santo Tomás, a creer… si no, si se queda en las declaraciones y continúa la Polimigra, Comunidades Seguras y sus otros programas contra la comunidad inmigrante, entonces no vamos a creerle nada y de todas formas perderá su banca casita en Washington en noviembre del próximo año…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Los inmigrantes arrestados y en proceso de deportación que no tengan un expediente criminal podrían quedarse en el país. Esa frase resume de alguna manera el viraje en la política de Barack Obama para La Migra esta semana, que prácticamente ordena la revisión, uno por uno, de aproximadamente 300 mil casos de inmigrantes sin papeles en las garras del gobierno.
“Desde la perspectiva de la seguridad pública y la ejecución de la ley”, mando a decir la jefa de Seguridad Nacional Janet Napolitano a un grupo de senadores que apoyan la reforma migratoria, “los recursos de Seguridad Nacional deben enfocarse en nuestras más altas prioridades… o fallaremos en nuestra misión, atiborraremos las cortes migratorias y desperdiciaremos recursos que debíamos usar en los individuos que son un problema real para la seguridad pública”.
Entreverada la frase, pero significa que para qué agarrar trabajadores honestos aunque anden manejando con dos copas de más, cuando debían andar sobre narcos y violadores.
Lástima que había otro documento circulando por ahí no hace mucho, que establecía que la meta de Seguridad Nacional para este año era deportar a medio millón de inmigrantes. Nos hubiera gustado que la nueva carta dijera explícitamente que la meta ya no vale. De otra forma habría una contradicción muy grande. Si todavía quieren lograr su meta, entonces las detenciones seguirán al ritmo que van, a lo bestia, y después revisarán los casos uno por uno para ver si valía la pena detener o no a la persona.
Suena chistoso, porque si es así, entonces casi casi tendríamos que recomendarle a todo el mundo que ahora sise deje agarrar (a menos que tenga sus cositas pendientes con la ley), porque con la nueva política tendrían garantizado su permiso de trabajo, número de Seguro Social y posiblemente residencia legal.
Como quien dice, finalmente Obama nos estaría dando la amnistía que tanto hemos buscado, a cambio de pasar primero por alguna cárcel.
¿O Maxipromesa?
Pero como dijeron todos los activistas en favor de la inmigración con los que platiqué cuando se anunció la nueva política, “Como Santo Tomás, hasta no ver no creer…”
Y yo me sumo entusiastamente a este punto de vista. Por ahí alguna organización sacó un comunicado de prensa diciendo “Obama nos escuchó”, alabando el cambio de política, pero lo que yo creo que Obama escuchó fue la amenaza muy transparente de miles y miles de inmigrantes de que “no hay reelección sin legalización”.
Porque Obama es un político en campaña, y los políticos en campaña miden los efectos de sus acciones en la próxima votación, y Barack sabe que ningún latino y ningún inmigrante va a votar por él en 2012 si sigue deportando niñeras, tías, primos y abuelitas, y trabajadores que llevan aquí 20 años partiéndose el lomo y pagando impuestos que no pueden reclamar.
Y lo malo de todo político en campaña es que prometen todo, hasta lo que en realidad no va a hacer. Creo que a nadie se le ha olvidado que Obama prometió “reforma migratoria en sus primeros 90 días en la Casa Blanca”, y lleva casi mil días y nada de nada…
O más bien, algo de algo, porque lleva un millón de deportados…
Si el chamaco de la Casa Blanca de veras es serio, entonces tiene que complementar su “nueva política” con algunas acciones claras y concretas: tiene que eliminar la idiotez de E-Verify; tiene que cancelar la chorrada de Comunidades Seguras”; tiene que cancelar sus acuerdos de Polimigra y tiene que dejar de decir de una vez por todas que “la ley es la ley y hay que ejercerla”.
Si une las acciones a las palabras, entonces podemos empezar a hacer lo que decía Santo Tomás, a creer… si no, si se queda en las declaraciones y continúa la Polimigra, Comunidades Seguras y sus otros programas contra la comunidad inmigrante, entonces no vamos a creerle nada y de todas formas perderá su banca casita en Washington en noviembre del próximo año…
lunes, 8 de agosto de 2011
Hijo de Tigre…
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Gracias a todos los que ya sabían y me lo hicieron saber.
Mi padre, Emilio Mújica Montoya, falleció el 7 de agosto en la mañana.
No. Obviamente no estuve con él ni pude escuchar sus últimas palabras ni todas esas cosas que se supone que hay que hacer cuando muere un padre. El pasaje a la Ciudad de México el mismo día costaba más de 2 mil 700 dólares, y ese sí que es un cañonazo que nadie puede resistir.
Emilio Mújica Montoya nació el 23 de mayo de 1926, de un padre migrante (él decía que español porque lo cachó un día gritando “rediéz” cuando se cortó con la navaja de rasurar, aunque tenía un acta de nacimiento mexicana que decía que nació en Rosarito, Sonora. Igual, tenía otra acta diciendo que había nacido en Veracruz. Migrante, pues, cuyo único interés era mostrar que no era inmigrante, sino mexicano.
El abuelo murió pobre, dando clase del inglés que aprendió en Los Angeles, cuando andaba con Flores Magón en el partido Liberal Mexicano.
Mi padre nació en una vecindad de la colonia Guerrero, donde hoy está la estación del Metro del mismo nombre. Estudió de noche, porque de día trabajaba en Aguas y Saneamiento desde los 16 años y mantenía a los hermanos más chicos mientras mi abuelo organizaba obreros textiles en Atlixco, Puebla.
De ahí pasó a otros diez años trabajados en el sector público mientras estudiaba en la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, después fue su director, y finalmente fue candidato a Rector de la UNAM, puesto que perdió ante Pablo González Casanova. Lo acusaron de “propiciar’ el movimiento estudiantil de 1968, y el asesino Luís Echeverría Álvarez lo puso en las listas negras.
Se jubiló por ahí de los 46 años, después de 30 de trabajar en el gobierno, y a los seis meses se volvió loco porque necesitaba “hacer algo útil”, y entró como asesor de varias secretarías de estado.
Trabajó en Ferrocarriles Nacionales y propuso lo que hoy es apenas una realidad, una línea doble de trenes por el Istmo de Tehuantepec que le hiciera la competencia al Canal de Panamá, y fue director del Metro de la Ciudad de México.
Pintito Ausente…
Mi papá llegó a ser Secretario de Comunicaciones y Transportes con López Portillo, y dice la leyenda que rechazó ser “el tapado”, a propuesta del presidente, cuando “el tapado” era el seguro próximo presidente porque “Está usted loco, licenciado”, le dijo, “Primero me matan los gringos y además no me interesa la política, lo mío es la economía”.
Políticamente “desechado”, aceptó la embajada en Costa Rica después de rechazar la oferta de Miguel de la Madrid de ser embajador en Alemania, porque, según contaba entre risas, “no tengo espalda de acordeón para hacerle reverencias a todos los imbéciles que hacen política internacional”.
Murió medio pobre, por honesto. Andaba vendiendo algunos cuadros que le regalaron algunos pintores famosos para poder mantenerse, porque “no tengo cuentas de dólares en el extranjero como el resto del gabinete”, nos dijo alguna vez. Me regaló un sombrero Stetson la última vez que lo vi.
Pero esta columna no es de él sino que es mía.
No estuve con él cuando falleció, ni pude llegar a su funeral. Si acaso, dos días después, a compartir con mis hermanos, mi familia, algunos relatos de mi papá.
Y ese es el punto. Yo soy uno de los afortunados que, aunque tarde, pidiendo lana prestada, puedo ir a acompañar a mi familia en una desgracia así.
¿Y qué tal los demás? ¿Qué pasa con los miles de paisanos que llevan acá 15 y 20 años, y no han podido ir a México? ¿Y qué pasa con aquellos cuyos padres y madres fallecieron y nunca pudieron ya no digamos llegar sino ir aunque fuera tarde? ¿Aunque fuera al otro día o una semana después?
Al hablar de la “separación de las familias de los inmigrantes”, también hablamos de esto, de los hijos que ya nunca pudieron ver a sus padres.
Vaya entonces esta columna como saludo no solamente a mi padre, sino a los miles de padres de hijos e hijas ausentes que no pudieron ni podrán, por un problema administrativo, de un estúpido papel migratorio, ver a sus familiares en tiempos de desgracia.
En medio de eso, me pregunto ¿dónde andaba Barack Obama cuando murieron su papá y su mamá?
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Gracias a todos los que ya sabían y me lo hicieron saber.
Mi padre, Emilio Mújica Montoya, falleció el 7 de agosto en la mañana.
No. Obviamente no estuve con él ni pude escuchar sus últimas palabras ni todas esas cosas que se supone que hay que hacer cuando muere un padre. El pasaje a la Ciudad de México el mismo día costaba más de 2 mil 700 dólares, y ese sí que es un cañonazo que nadie puede resistir.
Emilio Mújica Montoya nació el 23 de mayo de 1926, de un padre migrante (él decía que español porque lo cachó un día gritando “rediéz” cuando se cortó con la navaja de rasurar, aunque tenía un acta de nacimiento mexicana que decía que nació en Rosarito, Sonora. Igual, tenía otra acta diciendo que había nacido en Veracruz. Migrante, pues, cuyo único interés era mostrar que no era inmigrante, sino mexicano.
El abuelo murió pobre, dando clase del inglés que aprendió en Los Angeles, cuando andaba con Flores Magón en el partido Liberal Mexicano.
Mi padre nació en una vecindad de la colonia Guerrero, donde hoy está la estación del Metro del mismo nombre. Estudió de noche, porque de día trabajaba en Aguas y Saneamiento desde los 16 años y mantenía a los hermanos más chicos mientras mi abuelo organizaba obreros textiles en Atlixco, Puebla.
De ahí pasó a otros diez años trabajados en el sector público mientras estudiaba en la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, después fue su director, y finalmente fue candidato a Rector de la UNAM, puesto que perdió ante Pablo González Casanova. Lo acusaron de “propiciar’ el movimiento estudiantil de 1968, y el asesino Luís Echeverría Álvarez lo puso en las listas negras.
Se jubiló por ahí de los 46 años, después de 30 de trabajar en el gobierno, y a los seis meses se volvió loco porque necesitaba “hacer algo útil”, y entró como asesor de varias secretarías de estado.
Trabajó en Ferrocarriles Nacionales y propuso lo que hoy es apenas una realidad, una línea doble de trenes por el Istmo de Tehuantepec que le hiciera la competencia al Canal de Panamá, y fue director del Metro de la Ciudad de México.
Pintito Ausente…
Mi papá llegó a ser Secretario de Comunicaciones y Transportes con López Portillo, y dice la leyenda que rechazó ser “el tapado”, a propuesta del presidente, cuando “el tapado” era el seguro próximo presidente porque “Está usted loco, licenciado”, le dijo, “Primero me matan los gringos y además no me interesa la política, lo mío es la economía”.
Políticamente “desechado”, aceptó la embajada en Costa Rica después de rechazar la oferta de Miguel de la Madrid de ser embajador en Alemania, porque, según contaba entre risas, “no tengo espalda de acordeón para hacerle reverencias a todos los imbéciles que hacen política internacional”.
Murió medio pobre, por honesto. Andaba vendiendo algunos cuadros que le regalaron algunos pintores famosos para poder mantenerse, porque “no tengo cuentas de dólares en el extranjero como el resto del gabinete”, nos dijo alguna vez. Me regaló un sombrero Stetson la última vez que lo vi.
Pero esta columna no es de él sino que es mía.
No estuve con él cuando falleció, ni pude llegar a su funeral. Si acaso, dos días después, a compartir con mis hermanos, mi familia, algunos relatos de mi papá.
Y ese es el punto. Yo soy uno de los afortunados que, aunque tarde, pidiendo lana prestada, puedo ir a acompañar a mi familia en una desgracia así.
¿Y qué tal los demás? ¿Qué pasa con los miles de paisanos que llevan acá 15 y 20 años, y no han podido ir a México? ¿Y qué pasa con aquellos cuyos padres y madres fallecieron y nunca pudieron ya no digamos llegar sino ir aunque fuera tarde? ¿Aunque fuera al otro día o una semana después?
Al hablar de la “separación de las familias de los inmigrantes”, también hablamos de esto, de los hijos que ya nunca pudieron ver a sus padres.
Vaya entonces esta columna como saludo no solamente a mi padre, sino a los miles de padres de hijos e hijas ausentes que no pudieron ni podrán, por un problema administrativo, de un estúpido papel migratorio, ver a sus familiares en tiempos de desgracia.
En medio de eso, me pregunto ¿dónde andaba Barack Obama cuando murieron su papá y su mamá?
jueves, 28 de julio de 2011
Sanctuaries Without Saints
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“Sanctuary” means, according to the dictionary, 1. Temple in which an image or remains of a saint are worshiped, as in the “the Sanctuary of Lourdes”; 2. Sacred or important valuable place, as in “the Pasteur Institute is a sanctuary of research; and 3. Place used as a refuge, to give protection or asylum, as in “terrorists were arrested at their sanctuary un South France”.
Just because it does not say it, the definition does not include something like “city or county in the United States were undocumented immigrants are free from La Migra”. I wish it said it…
But that’s the definition some people like to use, more inspired by good feelings than reality. And some others use it just to gain credibility among immigrants, promoting “sanctuary laws” without teeth. Some “sanctuary laws” I know of, particularly in Chicago, clearly say that “no authority shall collaborate with Immigration… unless Immigration specifically requests so…” and on and on.
And then it says, quite at the end, that no authority could be sanctioned because of not observing the law… and complaints regarding violations should be taken to … the authorities!
In a few words, the “sanctuary” where immigrants without papers are “safe” from La Migra just do not exist and do not protect, give asylum or refuge to no one.
Out Of But Really In
And the same is going on with the so called “opt out” of Secure Communities.
“With drums and orchestra it was announces last May that the state of Illinois was opting out of the Secure Communities program”, reports our colleague Fabiola Pomareda in La Raza newspaper. “Never the less, officers of the Immigration and Customs Enforcement confirmed they “keep working in Illinois and that the data base exchange continues, to identify undocumented immigrants”.
It could not be clearer. “Secure Communities is a federal program to share information, and the decisions on its operation are taken by the federal government only”, was told Fabiola by Nicole Navas, speaker for La Migra and person in charge of Secure Communities in Washington. “A state can not cancel its participation or ‘opt out’ after the government has already activated the program in the state”.
It is logical. Secure Communities is a data-share program between local police departments, Homeland Security (La Migra), and the FBI. When the local police officer arrests someone, fingerprints him or her and sends the info the FBI, La Migra gets a copy and boom! The arrestee is marked as a bad guy, drunk, or plain stupid because his biggest problem was not to stop at a stop light, but he’s also marked as undocumented, and avoiding deportation then is a big big problem.
Even worse, La Migra can check the data bases data of local and state police “from a desk at the Court building or using a laptop in a Starbucks”, Fabiola was told the spokesperson of the Cook County Sheriff, Steve Patterson.
Let’s be clear then. Secure Communities is not a voluntary program for cities and counties, even “sanctuary” cities and counties, and no one can “opt-out” of it.
The solution for La Migra to stop arresting immigrant bread winners who had a drink and then drove, or workers who did not stop at the stop sign to get on time to their jobs, is to eliminate Secure Communities, not to create “sanctuary” cities and counties or make them “immigrant friendly”.
But there’s guy who, all together by himself and him alone, could eliminate Secure Communities. His name is Barack Obama and, for the time being, he lives in Washington, D.C.
Other politicians who talk and talk about “opting-out” of Secure Communities are just lying thru their teeth…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“Sanctuary” means, according to the dictionary, 1. Temple in which an image or remains of a saint are worshiped, as in the “the Sanctuary of Lourdes”; 2. Sacred or important valuable place, as in “the Pasteur Institute is a sanctuary of research; and 3. Place used as a refuge, to give protection or asylum, as in “terrorists were arrested at their sanctuary un South France”.
Just because it does not say it, the definition does not include something like “city or county in the United States were undocumented immigrants are free from La Migra”. I wish it said it…
But that’s the definition some people like to use, more inspired by good feelings than reality. And some others use it just to gain credibility among immigrants, promoting “sanctuary laws” without teeth. Some “sanctuary laws” I know of, particularly in Chicago, clearly say that “no authority shall collaborate with Immigration… unless Immigration specifically requests so…” and on and on.
And then it says, quite at the end, that no authority could be sanctioned because of not observing the law… and complaints regarding violations should be taken to … the authorities!
In a few words, the “sanctuary” where immigrants without papers are “safe” from La Migra just do not exist and do not protect, give asylum or refuge to no one.
Out Of But Really In
And the same is going on with the so called “opt out” of Secure Communities.
“With drums and orchestra it was announces last May that the state of Illinois was opting out of the Secure Communities program”, reports our colleague Fabiola Pomareda in La Raza newspaper. “Never the less, officers of the Immigration and Customs Enforcement confirmed they “keep working in Illinois and that the data base exchange continues, to identify undocumented immigrants”.
It could not be clearer. “Secure Communities is a federal program to share information, and the decisions on its operation are taken by the federal government only”, was told Fabiola by Nicole Navas, speaker for La Migra and person in charge of Secure Communities in Washington. “A state can not cancel its participation or ‘opt out’ after the government has already activated the program in the state”.
It is logical. Secure Communities is a data-share program between local police departments, Homeland Security (La Migra), and the FBI. When the local police officer arrests someone, fingerprints him or her and sends the info the FBI, La Migra gets a copy and boom! The arrestee is marked as a bad guy, drunk, or plain stupid because his biggest problem was not to stop at a stop light, but he’s also marked as undocumented, and avoiding deportation then is a big big problem.
Even worse, La Migra can check the data bases data of local and state police “from a desk at the Court building or using a laptop in a Starbucks”, Fabiola was told the spokesperson of the Cook County Sheriff, Steve Patterson.
Let’s be clear then. Secure Communities is not a voluntary program for cities and counties, even “sanctuary” cities and counties, and no one can “opt-out” of it.
The solution for La Migra to stop arresting immigrant bread winners who had a drink and then drove, or workers who did not stop at the stop sign to get on time to their jobs, is to eliminate Secure Communities, not to create “sanctuary” cities and counties or make them “immigrant friendly”.
But there’s guy who, all together by himself and him alone, could eliminate Secure Communities. His name is Barack Obama and, for the time being, he lives in Washington, D.C.
Other politicians who talk and talk about “opting-out” of Secure Communities are just lying thru their teeth…
miércoles, 27 de julio de 2011
Santuario Sin Santo
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“Santuario” quiere decir, según el diccionario Espasa Calpe, 1. Templo en que se venera la imagen o reliquia de un santo, como “el santuario de Lourdes”; 2. Lugar sagrado, o importante y valioso, como “el Instituto Pasteur es el santuario de la investigación”; y 3. Lugar usado como refugio, protección o asilo, como “detuvieron a los etarras en su santuario del sur de Francia”.
Por no decir nomás, la definición no incluye algo así como “ciudad o condado de Estados Unidos done la Migra le pela los dientes a los indocumentados”. Ojala…
El caso es que así lo han definido algunos, más con buena voluntad que con los ojos en la realidad. Y otros más bien con ganas de pararse el cuello que con buena voluntad, porque muchas de las “leyes santuario” son más bien una vacilada. En varios casos que conozco de “leyes santuario”, particularmente en el caso de Chicago, dice claritamente clarito que “ninguna autoridad de la Ciudad podrá colaborar con la agencia federal de inmigración a menos que sea por petición expresa”, bla, bla, bla.
Luego dice, casi al final, más o menos, que ninguna autoridad será sancionada por no cumplir con esta ley, y que las quejas serán llevadas a las autoridades, bla bla bla…
En pocas palabras, el “santuario” donde los inmigrantes están “a salvo” no existe realmente, ni otorga protección real, ni asilo ni refugio a nadie.
Afuera Pero Adentro
Y lo mismo pasa con la tan cacareada “salida de Comunidades Seguras”.
“Con bombos y platillos se anunció en mayo pasado que el estado de Illinois no permitiría que continuara aquí la operación del cuestionado programa federal Comunidades Seguras”, reporta nuestra colega Fabiola Pomareda. “Sin embargo, oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas confirmaron que el programa aún funciona en Illinois y que se mantiene el intercambio de bases de datos para identificar inmigrantes indocumentados”.
Más claro ni el agua. “Comunidades Seguras es un programa federal para compartir información, y las decisiones sobre su operatividad son tomadas sólo por el gobierno federal”, dice Fabiola que le dijo Nicole Navas, vocera de La Migra y encargada de Comunidades Seguras en Washington. “Un estado no puede cancelar su participación o salirse cuando el gobierno federal ha activado el programa en dicho estado”.
Es obvio. Comunidades Seguras es un programa de intercambio de datos entre las policías locales, el Departamento de Seguridad Nacional (La Migra), y el FBI. Cuando la chota local hace que uno toque pianito y manda las huellas al FBI, La Migra recibe una copia y ¡zaz! El detenido queda marcado como borracho inofensivo porque nomás se pasó un alto y anda hasta las manitas, pero también es identificado como indocumentado, y librarlo de la deportación está en chino.
Pa’ peor, La Migra puede consultar las bases de datos locales de la policía estatal y los condados, “de un escritorio en el edificio de las cortes criminales o usando una laptop en un Starbucks”, le comentó a Fabiola, el vocero del Alguacil del Condado de Cook en Illinois, Steve Patterson.
Seamos claro, pues. Comunidades Seguras no es voluntario ni las ciudades o condados por más “santuario” que sean, se pueden “salir” de él.
La solución para que La Migra deje de agarrar padres de familia que se pasaron de copas ayer en la noche, o que se pasaron un alto para llegar a tiempo a la chamba, es eliminar Comunidades Seguras, no crear ciudades o condados “santuario” y “amistosas con los inmigrantes”.
Y hay un señor que, solito solito, con una firma en un papelito, puede eliminar Comunidades Seguras: se llama Barack Obama y por ahora vive en Washington.
Los demás políticos que se llenen la boca hablando de “salirse de Comunidades Seguras” mienten con todos los dientes…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“Santuario” quiere decir, según el diccionario Espasa Calpe, 1. Templo en que se venera la imagen o reliquia de un santo, como “el santuario de Lourdes”; 2. Lugar sagrado, o importante y valioso, como “el Instituto Pasteur es el santuario de la investigación”; y 3. Lugar usado como refugio, protección o asilo, como “detuvieron a los etarras en su santuario del sur de Francia”.
Por no decir nomás, la definición no incluye algo así como “ciudad o condado de Estados Unidos done la Migra le pela los dientes a los indocumentados”. Ojala…
El caso es que así lo han definido algunos, más con buena voluntad que con los ojos en la realidad. Y otros más bien con ganas de pararse el cuello que con buena voluntad, porque muchas de las “leyes santuario” son más bien una vacilada. En varios casos que conozco de “leyes santuario”, particularmente en el caso de Chicago, dice claritamente clarito que “ninguna autoridad de la Ciudad podrá colaborar con la agencia federal de inmigración a menos que sea por petición expresa”, bla, bla, bla.
Luego dice, casi al final, más o menos, que ninguna autoridad será sancionada por no cumplir con esta ley, y que las quejas serán llevadas a las autoridades, bla bla bla…
En pocas palabras, el “santuario” donde los inmigrantes están “a salvo” no existe realmente, ni otorga protección real, ni asilo ni refugio a nadie.
Afuera Pero Adentro
Y lo mismo pasa con la tan cacareada “salida de Comunidades Seguras”.
“Con bombos y platillos se anunció en mayo pasado que el estado de Illinois no permitiría que continuara aquí la operación del cuestionado programa federal Comunidades Seguras”, reporta nuestra colega Fabiola Pomareda. “Sin embargo, oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas confirmaron que el programa aún funciona en Illinois y que se mantiene el intercambio de bases de datos para identificar inmigrantes indocumentados”.
Más claro ni el agua. “Comunidades Seguras es un programa federal para compartir información, y las decisiones sobre su operatividad son tomadas sólo por el gobierno federal”, dice Fabiola que le dijo Nicole Navas, vocera de La Migra y encargada de Comunidades Seguras en Washington. “Un estado no puede cancelar su participación o salirse cuando el gobierno federal ha activado el programa en dicho estado”.
Es obvio. Comunidades Seguras es un programa de intercambio de datos entre las policías locales, el Departamento de Seguridad Nacional (La Migra), y el FBI. Cuando la chota local hace que uno toque pianito y manda las huellas al FBI, La Migra recibe una copia y ¡zaz! El detenido queda marcado como borracho inofensivo porque nomás se pasó un alto y anda hasta las manitas, pero también es identificado como indocumentado, y librarlo de la deportación está en chino.
Pa’ peor, La Migra puede consultar las bases de datos locales de la policía estatal y los condados, “de un escritorio en el edificio de las cortes criminales o usando una laptop en un Starbucks”, le comentó a Fabiola, el vocero del Alguacil del Condado de Cook en Illinois, Steve Patterson.
Seamos claro, pues. Comunidades Seguras no es voluntario ni las ciudades o condados por más “santuario” que sean, se pueden “salir” de él.
La solución para que La Migra deje de agarrar padres de familia que se pasaron de copas ayer en la noche, o que se pasaron un alto para llegar a tiempo a la chamba, es eliminar Comunidades Seguras, no crear ciudades o condados “santuario” y “amistosas con los inmigrantes”.
Y hay un señor que, solito solito, con una firma en un papelito, puede eliminar Comunidades Seguras: se llama Barack Obama y por ahora vive en Washington.
Los demás políticos que se llenen la boca hablando de “salirse de Comunidades Seguras” mienten con todos los dientes…
lunes, 11 de julio de 2011
Mentalidad De Filipino
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“El problema no es que sea indocumentado”, dice Mark Krikorian, jefazo de esa organización anti inmigración llamada Centro de Estudios de Inmigración. Es que es un inmigrante ilegal y tenía documentos falsos”. De remate, agrega Krikorian: “Vino a estados Unidos de niño, pero vino con una identidad de ya formada como filipino. En otras palabras, tenía 12 años”.
La palabrería, por supuesto, se refiere al caso de José Antonio Vargas, periodista que hace unas semanas siguió el ejemplo muchos otros jóvenes indocumentados y se declaró abiertamente sin papeles. Su familia lo mandó para acá a los 12 años, creció en Mountain View, California, y se entero de que era indocumentado cuando le llegó la edad y la pasión de manejar un coche. Sus papeles chuecos rebotaron.
Trabajó en el San Francisco Chronicle, se graduó de la Universidad Estatal de San Francisco con licenciaturas en Ciencias Políticas y “Black Studies”, chambeó después en el Philadelphia Daily News y el Washington Post lo reclutó al graduarse, en 2004.
Sus reportajes sobre el SIDA en Washington los convirtieron en un documental llamado “The Other City”, y su cobertura de la balacera en la Secundaria Virginia Tech le hicieron ganador del premio Pulitzer, algo así como el Oscar del periodismo. El Washington Post lo nombró reportero político para cubrir la campaña de Barack Obama porque “veía YouTube todos los días y estaba en Facebook".
Dice Krikorian que no hay que darle la residencia porque “solamente se debe legalizar a jóvenes cuyas identidades se hayan formado aquí, que no tengan memoria de otros países, que realmente sean americanos en todo menos los papeles”. Y sigue: “Este hombre tiene habilidades y capacidades reales. Debía irse al país de sonde es ciudadano, al país donde vivió la mayoría de su infancia”
¡Jálele, Señor!
“Pull it, Sir”, es como le dicen a los gringos que se pronuncia Pulitzer, una familia judía emigrante de Hungría en el Siglo XVIII. Joseph estudió francés y alemán, y después de fracasar como soldado en varios ejércitos europeos emigró a Estados Unidos en 1864.
Se enlistó en la caballería, en un regimiento en la Guerra Civil donde solamente se hablaba francés, alemán y húngaro, así que no aprendió inglés. Después de la guerra vendió un pañuelo de seda en 75 centavos y con eso viajó a San Louis, Missouri, donde se hablaba tanto alemán como en Berlín. Trabajó de mesero y se puso a estudiar ingles en la biblioteca pública, y se enlistó para trabajar en una plantación de azúcar en Louisiana. Escribió un relato sobre su aventura y se la publicaron en el periódico Westliche Post y después lo contrataron como reportero. Estudió leyes pero no pudo ejercer por su terrible acento en inglés.
Se candidateó para diputado local en 1969 y ganó, y después ganó la elección como Congresista pero renunció para dedicarse al periodismo. Para 1872 ya había comprado dos periódicos y fundó otro, el The New York World, que tuvo la mayor circulación en el país en 1895. En 1892 le ofreció fondos a la Universidad e Columbia para fundar la primera escuela de periodismo.
Murió en Carolina del Norte, en 1911, y sus últimas palabras fueron “Leise, ganz leise” (tranquilo, muy tranquilo), pronunciadas en su alemán natal.
Y para mí ahí está la cosa.
¿Si un chamaco vino de Hungría a Estados Unidos y se convirtió en el gran potentado del periodismo y se estableció el premio nacional del periodismo en su honor, por qué otro chamaco que se ganó el premio no puede quedarse? ¿Porque tiene “mentalidad de filipino”?
Joseph Pulitzer ha de estar revolviéndose en la tumba con las imbéciles consideraciones de Krikorian, y ha de estar maldiciéndolo… ¡en alemán!
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
“El problema no es que sea indocumentado”, dice Mark Krikorian, jefazo de esa organización anti inmigración llamada Centro de Estudios de Inmigración. Es que es un inmigrante ilegal y tenía documentos falsos”. De remate, agrega Krikorian: “Vino a estados Unidos de niño, pero vino con una identidad de ya formada como filipino. En otras palabras, tenía 12 años”.
La palabrería, por supuesto, se refiere al caso de José Antonio Vargas, periodista que hace unas semanas siguió el ejemplo muchos otros jóvenes indocumentados y se declaró abiertamente sin papeles. Su familia lo mandó para acá a los 12 años, creció en Mountain View, California, y se entero de que era indocumentado cuando le llegó la edad y la pasión de manejar un coche. Sus papeles chuecos rebotaron.
Trabajó en el San Francisco Chronicle, se graduó de la Universidad Estatal de San Francisco con licenciaturas en Ciencias Políticas y “Black Studies”, chambeó después en el Philadelphia Daily News y el Washington Post lo reclutó al graduarse, en 2004.
Sus reportajes sobre el SIDA en Washington los convirtieron en un documental llamado “The Other City”, y su cobertura de la balacera en la Secundaria Virginia Tech le hicieron ganador del premio Pulitzer, algo así como el Oscar del periodismo. El Washington Post lo nombró reportero político para cubrir la campaña de Barack Obama porque “veía YouTube todos los días y estaba en Facebook".
Dice Krikorian que no hay que darle la residencia porque “solamente se debe legalizar a jóvenes cuyas identidades se hayan formado aquí, que no tengan memoria de otros países, que realmente sean americanos en todo menos los papeles”. Y sigue: “Este hombre tiene habilidades y capacidades reales. Debía irse al país de sonde es ciudadano, al país donde vivió la mayoría de su infancia”
¡Jálele, Señor!
“Pull it, Sir”, es como le dicen a los gringos que se pronuncia Pulitzer, una familia judía emigrante de Hungría en el Siglo XVIII. Joseph estudió francés y alemán, y después de fracasar como soldado en varios ejércitos europeos emigró a Estados Unidos en 1864.
Se enlistó en la caballería, en un regimiento en la Guerra Civil donde solamente se hablaba francés, alemán y húngaro, así que no aprendió inglés. Después de la guerra vendió un pañuelo de seda en 75 centavos y con eso viajó a San Louis, Missouri, donde se hablaba tanto alemán como en Berlín. Trabajó de mesero y se puso a estudiar ingles en la biblioteca pública, y se enlistó para trabajar en una plantación de azúcar en Louisiana. Escribió un relato sobre su aventura y se la publicaron en el periódico Westliche Post y después lo contrataron como reportero. Estudió leyes pero no pudo ejercer por su terrible acento en inglés.
Se candidateó para diputado local en 1969 y ganó, y después ganó la elección como Congresista pero renunció para dedicarse al periodismo. Para 1872 ya había comprado dos periódicos y fundó otro, el The New York World, que tuvo la mayor circulación en el país en 1895. En 1892 le ofreció fondos a la Universidad e Columbia para fundar la primera escuela de periodismo.
Murió en Carolina del Norte, en 1911, y sus últimas palabras fueron “Leise, ganz leise” (tranquilo, muy tranquilo), pronunciadas en su alemán natal.
Y para mí ahí está la cosa.
¿Si un chamaco vino de Hungría a Estados Unidos y se convirtió en el gran potentado del periodismo y se estableció el premio nacional del periodismo en su honor, por qué otro chamaco que se ganó el premio no puede quedarse? ¿Porque tiene “mentalidad de filipino”?
Joseph Pulitzer ha de estar revolviéndose en la tumba con las imbéciles consideraciones de Krikorian, y ha de estar maldiciéndolo… ¡en alemán!
miércoles, 6 de julio de 2011
Un Error del Senador
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Un error cualquiera lo tiene, claro, aunque sea senador. Es más, parece que ser senador en el Estado de Illinois como que le da a uno un poco más derecho a meter la pata.
Resulta que hace un año y tantito, “por error”, la oficina del Senador estatal Martín Sandoval le otorgó una beca de 8 mil 200 dólares a un chamaco de nombre Michael A. Giorango. O al menos así se “resolvió” la historia de la beca, diciendo que hubo un error, aunque la verdad no atino a ver cuál.
Según Martín la solicitud de la beca “no cumplía con los requisitos. No tenía un ensayo de 500 palabras ni la acreditación de sus calificaciones, y no tenía mi firma”. Dirá Martín lo que quiera, pero esos no suenan como “errores”. El hecho es que así se recibió y tramitó la solicitud, y todo suena a que la beca no se otorgó “por error”.
El antes agraciado y después desgraciado y desbecado estudiante, Michael A. Giorango, es hijo de un conocido mafioso local, Michael “Jaws” Giorango, varios años entancado por una preciosa colección de delitos, desde falsificación de declaraciones de impuestos a prostitución de alto nivel en un hotel de Miami Beach que se compró con los préstamos fraudulentos que sacó del Broadway Bank, el banquito de la familia del ex tesorero del Estado de Illinois Alexi Giannoulias.
En su solicitud, el chamaco cumplió algunos requisitos. Por ejemplo, aunque su licencia de manejo dice que vive en Orland Park, puso como residencia permanente la dirección en Archer Heights de un auxiliar de Sandoval, Rudolph Acosta Sr., que si vive en el distrito. Acosta es Capitán de Precinto del Distrito Electoral 14, el de Ed Burke, el segundo hombre más poderoso en el Ayuntamiento de Chicago, y recibió 8 mil 300 dólares por “servicios prestados” a la campaña de reelección de Sandoval después de que el joven Giorango obtuvo su beca.
Dice Sandoval que el “error” estuvo en que una persona de su oficina usó un sello con su firma para pasar la solicitud de beca a la Junta Escolar de Illinois un “error administrativo”.
Hace un año le quitaron su beca al chavo Giorango, o más bien lo “convencieron” de que renunciara a ella y punto final, según Martín. “Hice lo que el público quiere que haga, revisiones y mantener controles internos que funcionen. Hice lo correcto”.
Será el sereno… a mí lo que se me hace un error es que haya tanto nombre de político envuelto en una simple beca de 8 mil 200 dólares…
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
Un error cualquiera lo tiene, claro, aunque sea senador. Es más, parece que ser senador en el Estado de Illinois como que le da a uno un poco más derecho a meter la pata.
Resulta que hace un año y tantito, “por error”, la oficina del Senador estatal Martín Sandoval le otorgó una beca de 8 mil 200 dólares a un chamaco de nombre Michael A. Giorango. O al menos así se “resolvió” la historia de la beca, diciendo que hubo un error, aunque la verdad no atino a ver cuál.
Según Martín la solicitud de la beca “no cumplía con los requisitos. No tenía un ensayo de 500 palabras ni la acreditación de sus calificaciones, y no tenía mi firma”. Dirá Martín lo que quiera, pero esos no suenan como “errores”. El hecho es que así se recibió y tramitó la solicitud, y todo suena a que la beca no se otorgó “por error”.
El antes agraciado y después desgraciado y desbecado estudiante, Michael A. Giorango, es hijo de un conocido mafioso local, Michael “Jaws” Giorango, varios años entancado por una preciosa colección de delitos, desde falsificación de declaraciones de impuestos a prostitución de alto nivel en un hotel de Miami Beach que se compró con los préstamos fraudulentos que sacó del Broadway Bank, el banquito de la familia del ex tesorero del Estado de Illinois Alexi Giannoulias.
En su solicitud, el chamaco cumplió algunos requisitos. Por ejemplo, aunque su licencia de manejo dice que vive en Orland Park, puso como residencia permanente la dirección en Archer Heights de un auxiliar de Sandoval, Rudolph Acosta Sr., que si vive en el distrito. Acosta es Capitán de Precinto del Distrito Electoral 14, el de Ed Burke, el segundo hombre más poderoso en el Ayuntamiento de Chicago, y recibió 8 mil 300 dólares por “servicios prestados” a la campaña de reelección de Sandoval después de que el joven Giorango obtuvo su beca.
Dice Sandoval que el “error” estuvo en que una persona de su oficina usó un sello con su firma para pasar la solicitud de beca a la Junta Escolar de Illinois un “error administrativo”.
Hace un año le quitaron su beca al chavo Giorango, o más bien lo “convencieron” de que renunciara a ella y punto final, según Martín. “Hice lo que el público quiere que haga, revisiones y mantener controles internos que funcionen. Hice lo correcto”.
Será el sereno… a mí lo que se me hace un error es que haya tanto nombre de político envuelto en una simple beca de 8 mil 200 dólares…
jueves, 30 de junio de 2011
Safely Insecure
México del Norte
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
At this point in life nothing surprises me anymore. La Migra just “corrected” and “adjusted” its policies regarding deportations last week, and left them more or less as they were before, vague and without detail. It was an adjustment to the Secure Communities program, after the fact that Illinois, Massachusetts and counties in California said “no way José” to Barack Obama’s administration, declaring they will not be partners in his backwards idea of “security”.
Secure Communities is the elevation of the Polimigra at a national level, the program that forces every police in the country to collaborate with La Migra in exchange of nothing, which is not a very popular idea. But the adjustment does not acknowledge the States that are pulling out of Secure Communities. So to speak, it is an attitude of “I don’t care and I will work with whoever stays”.
According to the “adjustment”, each Migra has ample power and criteria to deport anyone they want, but also to decide who. That means that not all people detained by La Migra are put on deportation procedures. La Migra can decide who to deport and the can let go on a “deferred deportation”, with a 1-year permit to stay, renewable the following year, and who they can grant freedom on bond and the like.
One curious thing is the announcement by La Migra of the release of a training video for Polimigras, centered on how to avoid racial profiling, which only shows Latinos when giving examples of “illegals”.
Then they talk about certain “special treatment” to “witnesses” and “victims of crime” who help La Migra to persecute and prosecute criminals, but never make clear if Secure Communities will not deport such people if they don’t have papers.
Changing the Targets of Blame
On the contrary. Everything indicates Secure Communities is just a program to deport all and everyone who comes into contact with La Migra, a valuable tool to accomplish the annual numerical goal of half a million deportees.
After all that, I relieve it to be so strange that Janet Napolitano, high chief of Homeland Security and therefore top boss of La Migra, was one of the people scheduled to give testimony at the Senate hearing on the DREAM Act this week.
On one side, Napolitano establishes a goal of half-a-million deportees this year, and on the other one renders testimony in the Senate in favor of not deporting kids who were brought here by their parents before age 15.
The hearing itself sounds like a joke. It happened because Dick Durbin, the Democrats whip, in charge of lining up all Democratic Senators and tell them how to vote, insisted on introducing the DREAM Act again in the Senate.
It would seem that Durbin did not notice that last year the Senate failed twice to pass the DREAM. And even if it got approved in the Senate, it will be dead on arrival at the House, because Democrats lost their majority there also last year.
But like everything in politics, all is the opposite than it seems. The DREAM hearing is the first play in a big game: instead of being the Democrats the guilty party for the lack of immigration reform in the two years they enjoyed the majority in both houses of Congress, they will play with the immigrant community to make they believe it’s the Republicans fault. In other words, let’s introduce the bill again, and since Republicans will oppose it, they will be the guilty party, the bad guys! Latinos will then vote for the Democrats because they are the good guys!
For starters, the chief of the Judicial Committee at the House of Representatives, Republican Lamar Smith, already took the bait and announce that he will introduce legislation so La Migra does not have the Choice of offering deferred deportations, which are “a covered amnesty for illegals”. He will be the bad guy, and the victims are the poor Democrats who control La Migra, the true friends of the Latino and other immigrant communities.
If at the same time La Migra, still under the Democrats control pushes for a faulty secure Communities program, keeps its goal of 500 thousand deportees a year and puts out training videos of “illegal” Latinos… well, who cares, enit?
Jorge Mújica Murias
mexicodelnorte@yahoo.com.mx
At this point in life nothing surprises me anymore. La Migra just “corrected” and “adjusted” its policies regarding deportations last week, and left them more or less as they were before, vague and without detail. It was an adjustment to the Secure Communities program, after the fact that Illinois, Massachusetts and counties in California said “no way José” to Barack Obama’s administration, declaring they will not be partners in his backwards idea of “security”.
Secure Communities is the elevation of the Polimigra at a national level, the program that forces every police in the country to collaborate with La Migra in exchange of nothing, which is not a very popular idea. But the adjustment does not acknowledge the States that are pulling out of Secure Communities. So to speak, it is an attitude of “I don’t care and I will work with whoever stays”.
According to the “adjustment”, each Migra has ample power and criteria to deport anyone they want, but also to decide who. That means that not all people detained by La Migra are put on deportation procedures. La Migra can decide who to deport and the can let go on a “deferred deportation”, with a 1-year permit to stay, renewable the following year, and who they can grant freedom on bond and the like.
One curious thing is the announcement by La Migra of the release of a training video for Polimigras, centered on how to avoid racial profiling, which only shows Latinos when giving examples of “illegals”.
Then they talk about certain “special treatment” to “witnesses” and “victims of crime” who help La Migra to persecute and prosecute criminals, but never make clear if Secure Communities will not deport such people if they don’t have papers.
Changing the Targets of Blame
On the contrary. Everything indicates Secure Communities is just a program to deport all and everyone who comes into contact with La Migra, a valuable tool to accomplish the annual numerical goal of half a million deportees.
After all that, I relieve it to be so strange that Janet Napolitano, high chief of Homeland Security and therefore top boss of La Migra, was one of the people scheduled to give testimony at the Senate hearing on the DREAM Act this week.
On one side, Napolitano establishes a goal of half-a-million deportees this year, and on the other one renders testimony in the Senate in favor of not deporting kids who were brought here by their parents before age 15.
The hearing itself sounds like a joke. It happened because Dick Durbin, the Democrats whip, in charge of lining up all Democratic Senators and tell them how to vote, insisted on introducing the DREAM Act again in the Senate.
It would seem that Durbin did not notice that last year the Senate failed twice to pass the DREAM. And even if it got approved in the Senate, it will be dead on arrival at the House, because Democrats lost their majority there also last year.
But like everything in politics, all is the opposite than it seems. The DREAM hearing is the first play in a big game: instead of being the Democrats the guilty party for the lack of immigration reform in the two years they enjoyed the majority in both houses of Congress, they will play with the immigrant community to make they believe it’s the Republicans fault. In other words, let’s introduce the bill again, and since Republicans will oppose it, they will be the guilty party, the bad guys! Latinos will then vote for the Democrats because they are the good guys!
For starters, the chief of the Judicial Committee at the House of Representatives, Republican Lamar Smith, already took the bait and announce that he will introduce legislation so La Migra does not have the Choice of offering deferred deportations, which are “a covered amnesty for illegals”. He will be the bad guy, and the victims are the poor Democrats who control La Migra, the true friends of the Latino and other immigrant communities.
If at the same time La Migra, still under the Democrats control pushes for a faulty secure Communities program, keeps its goal of 500 thousand deportees a year and puts out training videos of “illegal” Latinos… well, who cares, enit?
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